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Seis maestros y un sospechoso

La Copa Masters se inicia hoy con un debate interno entre los que creen en la inocencia de Davydenko y los que exigen sanciones a los jugadores corruptos

MIGUEL ALBA

En tiempos de Ivan Lendl, sólo se hablaba de tenis cuando el circuito premiaba a su elegido en Amberes con una raqueta de oro y diamantes. En tiempos de Pete Sampras, la comidilla en el circuito se alimentaba de los récords que rompía Pistol Pete y de su alergia por la tierra batida.

En tiempos de Roger Federer, los de ahora, el tenis se debatía sobre si el suizo es o no el mejor jugador de la historia, hasta que un ruso (Davydenko), un británico (Murray) y, desde ayer un italiano (Di Mauro), y no es un chiste, se han empeñado en llenar de sombras los resultados de los partidos.

Ayer, mientras Nadal se recuperaba de una contractura en el cuádriceps en una bañera de agua helada de su hotel en Shangai, la ATP volvió a hablar de amaños. Peter Bratschi, responsable anticorrupción del circuito,  quiso demostrar a los tramposos que el tenis no les acepta. “Alessio (Di mauro) no participará en el circuito durante nueve meses (del 12 de noviembre de 2007 al 12 de agosto de 2008) por haber apostado sobre partidos de tenis, algo que no toleramos”. Además, el tenista siciliano fue multado con 40.000 euros.

Poca discusión de tenis

La sanción tuvo un efecto dominó entre los ocho protagonistas que disputan desde hoy la Copa Masters. Y dejaron de hablar de tenis; y del posible cuarto título de maestro de Federer; y de los debuts de Gasquet, Ferrer o Djokovic en el torneo de los ocho mejores; y del acercamiento de Nadal al número uno si gana en Shangai, para volver a ejercer una defensa sobre la limpieza de su deporte.

“Cuando uno está ‘fichado’ lo miran con lupa. En París se lió con el saque. Me dije, pobre chico, ¿no se ve que está a punto de llorar? Yo lo he vivido como jugador, e igual me podía haber pasado a mi con Nalbandian en Madrid o a Djokovic en París. No se pueden medir los esfuerzos”, espetó Nadal en su reflexión sobre Davydenko, otro de los tenistas que está siendo investigado por la ATP.

Menos comprensivo se muestra Federer. “Se puede apostar sobre muchas cosas, pero si lo hacen sobre tenis, en el que están involucrados, eso no está bien. Los que lo hacen deberían ser castigados con severidad”. El suizo, que acabará el año como número uno por cuarta temporada consecutiva, aparece como el favorito al triunfo final en las principales casas de apuestas por Internet.

Mientras tanto, Djokovic, frente al que Ferrer abre fuego a la hora del desayuno, se empeñó en dar titulares de prensa rosa. “Sharapova es especial, pero entre ella y yo no hay nada”. De momento, Betfair no admite apuestas sobre esta relación.

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