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Pero sigue siendo el rey

Nadal aplasta a Verdasco (6-0 y 6-1) y triunfa en Montecarlo por sexta vez

GONZALO CABEZA

La imagen del partido muestra a Verdasco arrodillado y con los dedos índices apuntando al cielo. Celebraba haber conseguido un punto de break. No una victoria absoluta, ni un set, ni siquiera un juego. Tan sólo se trataba de un pequeño paso para poder cercar lo que en aquel momento ya era una dictadura absoluta de Nadal.

Para ese instante, el balear ya había ganado el primer set 6-0 y sacaba en el segundo con 4-1 a favor. Un torbellino había borrado completamente de la pista a Verdasco, que sólo podía rezar para que todo pasase a la mayor velocidad posible. Con otro rival enfrente las cosas podrían haber sido de otra manera, pero ante Nadal en tierra sólo vale postrarse. Aquella bola de break tan celebrada por el madrileño quedó en nada, el número tres del mundo se llevó el juego y posteriormente el partido.

Un torbellino sacó completamente de la pista a Verdasco

Nadal dio un paso de gigante para su recuperación. Su personalidad herida encontró en la tierra la aliada necesaria para volver a ser grande. En arcilla es el rey, el único rey, el mejor de siempre. Si su físico le permite estar a medias es suficiente para mandar a todos sus rivales al vestuario cabizbajos. Su repertorio se inventó sobre polvo de ladrillo y está pensado para ser mortal cuando el suelo es rojizo.

El balear sabía de la importancia del encuentro contra Verdasco y lo demostró en su celebración. La última bola la sigue con la mirada y, poco a poco, una sonrisa empieza a coronar su cara; cuando llega a buen puerto se tira al suelo, se reboza como una croqueta sobre la arena monegasca y rompe a llorar. En la grada, Toni, su tío, sonríe. Es su sexto trofeo consecutivo en la Costa Azul, pero este año no ha existido rutina sino reivindicación. Casi un año después de su último título, el de Roma, Nadal acaba de parar el contador de meses sin victorias. La de Montecarlo no es una victoria más.

Su rival de ayer, que ha completado un torneo notable, tendrá que esperar otros días para probar su tenis. Contra Nadal dio algún derechazo certero y eléctrico, pero no fue capaz de seguir un guión compacto con posibilidades de victoria. Verdasco juega puntos, no partidos, y así el fracaso es más cercano.

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