La arenga emotiva de Juan Carlos Garrido en la previa del partido ante el Manchester City no dio el resultado esperado. Era lo que había que hacer, lo políticamente correcto en unas circunstancias tan adversas como las que sufría el Villarreal para intentar meterle un bocado a uno de los equipos con el interruptor del on iluminado en el fútbol europeo. La actitud que pregonó el técnico amarillo se impregnó sobre el campo, pero en este deporte hay cosas más allá que la entrega, el sacrificio o la solidaridad.

El City solucionó en un par de fogonazos esporádicos esa desinteresada actitud de los castellonenses. En el fútbol hay quien le llama lógica, Darwin le llamó la selección de las especies o sobreviven los más fuertes. El esfuerzo no sirvió de nada ante ese puñado de talento que acumula a su lado Mancini.

Hasta la media hora el equipo inglés estuvo a la espera de que la fogosidad del Villarreal se viniera abajo. Sin exponer lo más mínimo, el Manchester jugó con el reloj, con el cansancio de un equipo que se hartaría en algún momento de ir detrás de la pelota. Jugaba el partido al trote, con la posesión casi indiscutible, pero sin pretensiones más allá de eso.

En un conjunto con esa parsimonia, David Silva es el kers

En un conjunto con esa parsimonia, David Silva es el kers.El canario ofrece una potencia extra a ese motor que suele ir a tan pocas revoluciones. Parte desde la izquierda, aunque con la licencia para viajar por los cuatro puntos cardinales del campo. Toca, se ofrece, lee el desmarque, tira la pared. Todo lo que hace feliz a un compañero lo ofrece el canario.

Al Villarreal el balón le duraba un segundo. Le fue infiel a su estilo por necesidad. Las lesiones han dejado al equipo con lo puesto, y con eso basta para enfrentarse a un gigante como es el Manchester City. Marchena y Borja Valero pregonaban eso que tan pocas veces se escucha en el Madrigal: al rico balón largo. Entre los centrales ingleses apareció el máximo goleador de Segunda, Joselu, en una mala noche para mostrar todo lo bueno que asoma en el filial.

La propuesta amarilla ya no es pasajera pase lo que pase

Una pérdida de balón en una zona delicada abrió los ojos a Silva. Enganchó la pelota hasta que encontró la buena posición de Yayá Touré. El africano respondió al favor con un disparo certero sobre la portería de Diego López. El empate a cero aún le daba un soplo de vida a los locales, el gol desmontó toda la cruzada.

El tajo resultó todavía más profundo cuando en el tiempo del descuento Balotelli le arrancó un penalti a Musacchio después de un caño de los que sonroja a un defensa. El City ya había cumplido con el objetivo en sólo 45 minutos.

Lo que costó tanto tiempo conseguir la temporada pasada se la ha escapado de las manos al Villarreal en apenas cuatro partidos. Aún queda pelear por el consuelo de la Europa League. Tal como están las cosas es más un fiasco económico que deportivo, la propuesta amarilla ya no es pasajera pase lo que pase en una competición.

Villarreal: Diego López; Mario, Gonzalo, Musacchio, Catalá, Marchena, Borja Valero, De Guzmán (Ángel, m.76), Hernán Pérez (Oriol, m.80), Wakasso (Gerad, m.76); y Joselu,

Manchester City: Hart; Savic, Zabaleta, Kompany, Clichy; De Jong, Touré (Agüero, m.73), Nasri, Milner, Silva (Johnson, m.65) ;y Balotelli( Kolarov, m.81).

Goles:0-1.M. 30. Silva deja un buen balón aYayá que supera a Diego López. 0-2.M.46. Musacchio derriba a Balotelli dentro del área y el penalti lo transforma el italiano. 0-3.M.70. Yayá Touré llegando desde atrás.

Árbitro: Proença(Portugal). Amonestó a Wakasso, Balotelli, Catalá, Marchena, Hérnán Pérez,Musacchio

El Madrigal: 25.000 espectadores.