No hubo portazos, ni palabras subidas de tono, pero si mucho inconformismo. El estado natural de Rossi. El pasado viernes, al término de los primeros entrenamientos libres, el primer momento de grandes cronos de Stoner, Valentino encerraba a sus mecánicos en el box. 'Sinceramente esperaba ir más rápido', les dijo. El mensaje no sonó a recriminación porque la relación entre Il Dottore y sus ingenieros no se mueve por esos códigos. Entre el buen rollo, las sonrisas, y la servidumbre al mito, prima la exigencia. En Losail, Rossi siempre solicita más grip ante la dificultad de un asfalto frío, castigado por la humedad. 'Si podemos parar la moto deslizando, entonces vamos a ser mucho más rápidos', se sinceraba Valentino como camino hacia la pole.

Sin embargo, a pesar del cambio de reglajes, del ensayo con gomas impregnadas de diferentes componentes y del perenne reto por ser el más rápido, Valentino claudicó ante la sintonía de Stoner con Losail. El australiano, que ha ganado las tres últimas carreras en Qatar, las tres nocturnas, las tres como apertura del Mundial, se aireaba ante el ventilador de su box mientras De Puniet, primero, y después Pedrosa, sumaban cascos rojos (mejor parcial) en los cuatro sectores del circuito.

Rossi, con más grip que el viernes, y Lorenzo cierran la primera línea

El crono se alió con Stoner en su aparición en el asfalto. Tras quince minutos de reflexión sobre las trazadas del resto, el piloto de Ducati se convirtió en el más rápido en su primer giro. Como había sucedido en las dos tandas de libres, dominadas por el australiano, Stoner afianzaba su feeling con la Ducati en cada vuelta. 'Obviamente, este es un buen circuito para mí, pero vamos haciendo las cosas paso a paso. El objetivo del fin de semana es afianzarnos en los puntos sólidos que tenemos y hacer un buen inicio de temporada', explicaba Stoner, tras castigar el crono en el umbral de 1:55.007. El tiempo de la primera pole (19ª para Stoner), el tiempo al que Valentino, segundo en la calificación, sólo pudo acercarse con las mejoras en el tren trasero que le había proporcionado su box.

Al otro lado del muro, Lorenzo, que hoy cumple dos meses de su caída en la pretemporada, encontró la primera línea. 'Lo que necesita ahora Jorge es hacer kilómetros y volver a sentir la moto', explicaba Ramón Forcada, su jefe de mecánicos. Jorge, sin protección en su mano izquierda -'el pulgar no me ha dolido'-, finalizó tercero. 'La moto no acaba de funcionar. Es de las peores puestas a punto de mi carrera en MotoGP', se sinceraba el mallorquín, satisfecho por el resultado 'tal y como llegábamos aquí'. El cuarto puesto de De Puniet evidencia el diferente comportamiento de su Honda con la de Pedrosa. Dani, que parecía redimir dudas en los segundos libres (finalizó segundo), apenas encontró su ritmo en los primeros giros. Ni siquiera los giros con la goma blanda le sirvieron para mejorar el séptimo puesto.

Por detrás finalizaron Bautista (13º), Aleix Espargaró (14º) y Barberá (16º). En 125 cc, Marc Márquez se alzó con la pole en los últimos instantes de una clasificación que colocó a Espargaró, Terol y Vázquez en primera línea.