Este artículo se publicó hace 12 años.
Sudor para mantener el paso
El Barcelona sigue el ritmo del Madrid tras superar al Betis por 4-2 en un vibrante partido. Los andaluces obligan a los de Guardiola a trabajar hasta el final tras lograr empatar 2-2 al inicio de la segunda parte
Sangre, sudor y lágrimas. Lo que sea por no perderle el paso al Madrid, que se mantiene a la vista, a cinco puntos. Y sobre todo, fútbol. Todo el que tuvo que poner el Barcelona para replicar al que ofreció al Betis, un equipo atrevido y preciosista. Casi tanto como los de Pep Guardiola, siempre fieles a su estilo, y también picadores cuando las cosas se complican, como les sucedió ayer, tras poner la directa en el primer acto y adormilarse en el segundo, abrumados por el juego y los goles de los de Pepe Mel. Sin margen para el tropiezo, el Barça demostró cualidades y capacidad de reacción a todas las circunstancias, penalti no pitado incluido.
Porque el Betis no bajó los brazos hasta que se quedó con 10, cuando las piernas ya no acompañaban sus ganas, y Alexis le mató con el tercer gol. El Barça le había desfondado con su constante ir y venir, decidido a deshacer el empate que los andaluces tanto se habían trabajado, después de verse 2-0 al cuarto de hora. La capacidad de reacción del Barça, de hecho, mucho antes, cuando a replicó furibundo a la amenza inicial del Betis. Un par de goles prácticamente seguidos para sofocar la rebeldía andaluza, que había exigido a Valdés en dos acciones consecutivas. Antes de que los bajitos comenzaran su fiesta particular, el meta azulgrana tuvo que lucirse ante Molina, que le había ganado la espalda a Mascherano como un rayo. Valdés, con su mano, evitó el gol. Y volvió a intervenir decisivamente, acto seguido, a la salida del córner, que Dorado peinó con cierto veneno.
El árbitro señala el penalti a Messi tras no conceder otro claro sobre Iniesta
Atrevido y pillo ante la defensa de tres que colocó Guardiola, el Betis pagó demasiado cara su osadía. Los bajitos del Barça tardaron apenas tres minutos en aliarse en el medio campo para urdir una respuesta letal al candado echado por los béticos en los pasillos interiores. Vieron a Alexis correr la banda como una fiera, le enviaron el balón y el chileno lo milimetró para la llegada de Cesc. El palo rechazó el envenenado tiro del medio de Arenys, pero nada pudo hacer por impedir el gol de Xavi, que siguió la jugada de cerca y se plantó solo ante Casto, por si caía alguna cosa. Cayó.
El Betis no había tenido tiempo de asimilar el gol cuando recibió el segundo, otro fogonazo de los bajitos culminado por Messi. La Pulga elevó su pierna izquierda para empujar a la red de Casto el medido centro de Alexis, como en la jugada anterior. El 2-0 cuando apenas se contaba un cuarto de hora de partido parecía anunciar otra plácida goleada de los Guardiola. El Betis se encargó de desmentir la impresión. Convencido de que su apuesta era buena, el equipo de Pepe Mel insistió en sus argumentos: buen trato del balón, presión arriba y velocidad en los metros finales. La de Molina resultó una pesadilla para Mascherano. El argentino le perdió de nuevo el paso a la media hora y, cuando lo recuperó, el Betis ya celebraba haber batido a Valdés, circunstancia casi olvidada en el Camp Nou. ro Castro estaba solo y donde debía. El gol reafirmó la propuesta bética y generó ciertas dudas en los azulgrana, obtusos a la hora de encontrar líneas de pase. Iniesta se abrió algunas, antes de que el partido se redibujara en el vestuario. El Betis salió de él con un medio menos y un delantero más. Buscaba el empate. Y lo encontró. Con un golazo de Roque desde la media luna. Los andaluces habían robado el balón en la medular y se lanzaron a por Valdés. Justo antes del empate, consciente del peligro, Guardiola había retrasado a Alves, sustituto de Cuenca, a la defensa.
El segundo tanto bético, lejos de hundir al Barça, dio inicio a su ataque y gol. Messi, Iniesta, Cesc, Alves se sucedieron en las ocasiones. Hasta que Alexis dio en el clavo, con un derechazo desde la frontal del área, tras un pase de tiralíneas de Xavi. Por entonces, el Betis ya jugaba con diez por la expulsión por doble amarilla de Mario. Y el Camp Nou se había indignado con el árbitro que, en lugar de conceder un claro penalti sobre Iniesta, amonestó al manchego por cuento. Después, concedió otro por manos, que transformó Messi para cerrar el triunfo. Nada desanimó al Barça, decidido a seguir la estela del Madrid.
Barcelona: Valdés; Puyol, Mascherano, Abidal; Busquets, Xavi, Iniesta (Adriano, m. 87), Cesc (Thiago, m. 83); Cuenca
(Alves, m. 46), Messi y Alexis.
Betis: Casto; Isidoro, Mario, Dorado, Nacho; Cañas, Iriney (Roque, m. 46), Salva Sevilla (Matilla, m. 56), Montero; Rubén Castro y Molina.
Goles: 1-0. M. 9. Xavi, solo, aprovecha un balón rechazado por el palo a tiro de Cesc. 2-0. M. 11. Alexis centra al segundo palo y Messi transforma con la izquierda. 2-1. M. 31. Castro, solo en el área pequeña, bate a Valdés, tras una jugada de Molina y Sevilla. 2-2. M. 51. Roque, de potente derechazo desde la media luna. 3-2. M. 75. Xavi asiste a Alexis, que conecta un potente chut desde la frontal. 4-2. M. 85. Messi, de penalti.
Árbitro: Iglesias. Expulsó a Mario (m. 70) por doble amarilla. Amarilla a Messi, Iriney, Salva Sevilla, Puyol, Iniesta, Matilla y Dorado.
Camp Nou: 69.889 espectadores.
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