Público
Público

Turquía nunca se rinde

CROACIA 1 (1) -  TURQUÍA 1 (3): Un mal partido dio paso a un final de la prórroga en el que se marcaron dos goles que abocaron a los penaltis. Los otomanos protagonizarán el miércole

HUGO JIMÉNEZ

El gol del empate en el último suspiro liquidó a Croacia. Y dejó sin fuerzas mentales a sus jugadores, que fallaron tres penaltis de los cuatro penaltis. Turquía, con tan poco fútbol como desbordante corazón, llegó a la fase decisiva pletórica. Le espera Alemania.

Ante de los penaltis, la locura. Tras un partido soso y una prórroga anodina, el último minuto fue un frenesí. Primero, una preciosidad imposible de Modric certificada por Klasnic; después, a la despesperada, Senturk resucitaba a Turquía con el gol del empate.

Croacia está de enhorabuena. Tiene la ventaja de contar con un jugador que le garantizará en el futuro inmediato disputar más de una cita de este calibre. Los más de 35. 000 seguidores balcánicos que ayer coreaban insistentemente el nombre de Modric, saben que han encontrado en el menudo talento (que surgió en la inagotable cantera del Dinamo de Zagreb) al mesías que sacará a su selección del ocaso vivido en la última década.

Dejando a un lado las muchas voces que asemejan al 14 con el legendario Johan, este futbolista es más que un jugador fantasioso. Su trabajo comienza desde el barro. Se faja para destruir, y dirige a los suyos con galones. Ayer, y como ha venido haciendo durante todo el torneo, marcó los pasos de un equipo descarado por igual que desacertado. Una selección que amaga pero no pega. Arte de la extinta Yugoslavia que añora, sin embargo, la pegada brasileña. De contar con ella hablaríamos de un serio candidato al título.

Enfrente estuvo un equipo disciplinado. Pero asustado. No esperaba tener que salir a bailar en la fiesta de fin de curso, y por eso salió a la pista sin el traje. Pese a ello, y visto que le sacaron a la fuerza, se remangó y dio la talla. Y lo hizo con poco más que el trabajo colectivo y el toque de Altintop y Tuncay. Inicialmente se vieron desbordados por el desparpajo y el juego de bandas croata, y decidieron cambiar el registro. Tocó dormir el encuentro. Tras el susto que se llevaron en dos acciones consecutivas de Modric, que no supieron apreciar Olic y Kranjcar, Turquía dijo basta.

Topal se pegó al mago que ayer vestía de azul, y el balón se relantizó como si un rádar austriaco vigilase también las acciones que sucedían en el. Sólo entonces Turquía amago con aparecer. Pero ayer Nihat no encontró sus espacios. Los necesita para existir como futbolista, pero Croacia tenía el librillo estudiado de carrerilla. Sólo los tiros lejanos parecían poner luz a los previsibles ataques otomanos.

Comenzó el segundo tiempo con alguna variación táctica, y el choque cambió de rumbo. Turquía decidió salir más arriba y Croacia aceptó de buen grado la propuesta. Turquía no sabía como frenar las contras croatas, principalmente porque no tiraron un sólo fuera de juego bien. Los balcánicos sorprendían una y otra vez a la zaga roja.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?