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Vallecas es de primera

El Rayo esquiva los envites económicos e institucionales y certifica, llevado en volandas por la afición, su regreso a la élite del fútbol español

LAURA GUTIÉRREZ / SERGIO LEÓN

El Rayo ya es de Primera. La Asamblea ha vuelto a convertirse en lugar de celebración. Jugadores y aficionados han tomado la mítica fuente para festejar un año inolvidable en lo deportivo y para olvidar en el resto. Vallecas está hoy de fiesta.

Tras el empate de ayer entre Celta y Elche, el Rayo Vallecano ya estaba virtualmente ascendido. Las cuentas cuadraban. Pero faltaba un pasito más por si el recurso del Granada por una supuesta alineación indebida del Barcelona B seguía adelante.

La confirmación definitiva ha llegado esta mañana en un partido que, desde luego, no pasará a la historia. Los de Vallecas han ganado 3-0 al Xerez con goles, todos en la segunda parte, de Trejo, Armenteros y Susaeta de falta directa. Tres puntos de oro que saben a gloria. Y necesarios para matar del todo a la incertidumbre. Cada tanto era celebrado como el mismo ascenso. Para descargar tensión, palpable entre los rayistas, como cuando Dani Giménez y Movilla casi llegan a las manos en mitad del partido por un malentendido por una barrera mal colocada.

Vallecas estalló de júbilo tras el pitido final. La alegría desbordaba las gradas y algunos aficionados decidieron saltar al campo para abrazar a sus héroes y, de paso, intentar llevarse alguna camiseta. Rafa, el 'speaker', pedía calma y que se abandonara el terreno de juego para que la plantilla pudiera dar la vuelta de honor y no enturbiar la celebración. Tras unos minutos de desconcierto, todo el mundo regresó a su asiento.

'Es muy duro trabajar en las condiciones en las que han trabajado'

Entonces Rafa pidió el 'wir de champion' y cuando la voz de Freddie Mercury empezó a sonar en los altavoces, la plantilla al completo del Rayito inició una vuelta de honor para saludar al público, incluso al fondo donde no hay grada (allí también hay aficionados en los balcones). Al acabar, jugadores y cuerpo técnico se colocaron en el centro del campo sobre una pancarta que rezaba: 'Somos de Primera División'.

El entrenador, José Ramón Sandoval, cogió el micrófono y, visiblemente emocionado, honró a sus jugadores, los 'héroes' que 'lo habían dado todo' por el equipo. El técnico pudo cumplir lo que, según él, era su sueño desde que llegó al club de Vallecas: cantar ‘La vida pirata'. Lo cumplió, y a coro con su equipo y con todo el estadio. Pero eso sí, después de ser manteado.

A continuación, se volvió a invadir el campo. Esta vez por una multitud de admiradores que gritaban consignas como 'Barça, Madrid, el Rayo ya está aquí' o 'Adiós a segunda, adiós'. Paco, uno de ellos, contaba que 'Vallecas está súper orgullosa de esta afición, primero, que es lo que es el Rayo, un sentimiento, y después de todos estos jugadores. Es muy duro trabajar en las condiciones en las que han trabajado ellos y van a ser recordados en Vallecas como héroes'.


La comunión entre afición y plantilla ha sido vital para llevar de nuevo al Rayo en volandas a lo más alto del fútbol español. Vallecas ha demostrado que es de Primera y que su equipo merecía competir el año que viene en la élite. No sólo por su fútbol, sino también por el tesón desplegado para superar todas las penurias económicas y los conflictos institucionales que han llevado a que el club cambie de dueño.

Ese ambiente ya se respiraba en los aledaños del estado al inicio del encuentro. No dejaban de verse camisetas rayistas y gente preguntando por entradas de reventa. Todos querían ver al Rayo volver a Primera División. Todos querían festejar el gran final de una temporada económica y anímicamente dura para la institución. 

Cerca de 10.000 hinchas celebraron el ascenso con la plantilla en la Asamblea

Dentro del coliseo había pocas cosas que recordaran a los Ruiz-Mateos. Todas las vallas publicitarias estaban borradas con grafitis o sustituidas por carteles promocionales de otras empresas. Eso sí, para uno de los seguidores que veía el partido el cambio de etapa para el Rayo no era muy evidente: 'Dicen que el presidente nuevo es un testaferro de Teresa Rivero. Cuando el río suena, agua lleva', expresó.

Tras el partido, Sandoval dio una corta rueda de prensa interrumpida por compañeros y jugadores. El técnico recordó lo que ya había adelantado en junio, cuando no se había cerrado ningún fichaje: el Rayo Vallecano llegaría lejos. 'Confiaba en mi trabajo y en el equipo y todos unidos, haciendo del equipo una gran familia, hemos conseguido esto', dijo emocionado.

Jugadores, equipo técnico y algunos familiares y medios subieron al autobús descapotable que esperaba para llevarlos a la Fuente de la Asamblea. Allí esperaban unos 10.000 hinchas para darse el merecido baño de celebración y empezar a soñar con la próxima temporada, en la que por primera vez cuatro equipos de Madrid jugarán en Primera División.

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