Por mucho que haya ganado a los Lakers en pretemporada, por muy favorito que sea y por muy inferiores que sean rivales como ayer el Cholet (77-84), el Barça no ganará los títulos tumbado en una hamaca y con un cóctel en la mano.

No es normal que el eléctrico escolta dominicano Sammy Mejía haga un traje al campeón de Europa y, con 13 puntos en el último cuarto, sea capaz de llevar a uno de los equipos más modestos de la Euroliga a perder sólo de un punto (73-74) a falta de dos minutos para el final. El último sprint del Barça le sirvió para ganar, pero tendrá que competir mucho mejor, como ya se lo demostró el pasado domingo el CAI sorprendiendo con su victoria en el Palau.

Ante el Cholet, haciendo las cosas un poco bien, con Navarro anotando dos triples seguidos al inicio y Ndong devorando la zona, al Barça no le costó escaparse muy pronto en el marcador (14-29, minuto 12). Pero haciéndolas muy mal, fallando desde el perímetro, estando cuatro minutos sin anotar, relajándose en defensa, incluso el Cholet es capaz de endosar un parcial de 7-0 (todos puntos del ex del Valencia y Alicante Avdalovic) y volver a meterse en el partido.

Una nueva aparición de Navarro permitió de todos modos a los azulgrana irse con una buena ventaja al descanso (29-38), pero la irregularidad siguió siendo la dinámica barcelonista. La alternancia de pájaras y apretones azulgrana ante la adversidad fue la tónica durante todo el encuentro. Primero fue el estadounidense Robinson quien combatió contra el campeón; más tarde fue Mejía. Demasiados problemas para un Barça donde sólo Lorbek (máximo anotador del encuentro) se salvó en la segunda mitad de la irregularidad del Barça. Él salvó la victoria. Pero al campeón le queda mucho recorrido para volver en sí.

Peor suerte tuvo en Valencia, que cayó en la pista del un Efes Pilsen liderado por el ex baskonista Rakocevic, que se fue a los 20 puntos.