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Vida y milagros del madridista ruso que amenaza al Barça

Dennis Cheryshev, cedido en el Villarreal que esta noche juega las semifinales de Copa en el Camp Nou (20.00 horas), ya tiene el visto bueno de Ancelotti para volver al Madrid. Él siempre creyó en sus posibilidades: "O futbolista o nada", decía de niño.

Dennis Cheryshev celebra el gol que marcó en el Camp Nou en el reciente partido de Liga contra el Barça. /REUTERS

ALFREDO VARONA

MADRID.- Hay futbolistas que no se conforman con pertenecer a la clase media. Dennis Cheryshev, el hombre que esta noche volverá a desafiar al Barcelona en semifinales de Copa (20.00 horas, Camp Nou) es uno de ellos. "No tiene que conformarse, porque está preparado para más que la clase media", explica José Alberto Toril, el entrenador que lo dirigió durante tres años en el Castilla. "Sus posibilidades son mayores".

Alejandro Menéndez, otro de sus mentores en las categorías inferiores del Madrid, se inspira en el presente. "Cada semana que pasa le ves una cosa nueva y mejor". Fernando Tito Tamargo, su primer entrenador en Mareo, en las categorías inferiores del Sporting, acude al pasado. "Jamás en mi vida vi a un niño con 9 años tan convencido de que él iba a vivir del fútbol y de que iba a ser un futbolista de los buenos. 'O futbolista o nada', decía y se lo creía, vaya si se lo creía".

Toril avala su regreso al Madrid: "Sería un sustituto de lujo para dar minutos de calidad"

Chery, que pertenece al Madrid hasta 2017 y que se considera "mitad ruso y mitad español", ya ha tenido la aprobación de Ancelotti. Él y su padre Dimitri, que fue un futbolista especial en el Sporting y que ahora entrena al Irtysh Pavlodar en Kazajistan, ya han dicho en voz alta que el muchacho "quiere volver al Madrid". A Toril, que conoce ese club, le parece lo correcto. "Y como mínimo, sería un sustituto de lujo para dar minutos de calidad".

Fernando Tito Tamargo, su entrenador en las categorías inferiores del Sporting recuerda que "todo lo que significa la palabra competitivo estaba encerrado en el cuerpo de ese muchacho"

Tamargo, que hoy entrena al Cenicero en la Regional Preferente de La Rioja, va más lejos. "No me atrevo a ponerle límite. Hay chicos que no quieren oír esa palabra en sus vidas y me parece que Dennis es uno de ellos". Y vuelve a recordar el pasado, la infancia del muchacho en Gijón, donde jamás le vio protestar por la lluvia o la dureza del los inviernos del Norte. "Él venía de Rusia, donde son peores", matiza. "Pero ahora, hablando en serio, todo lo que significa la palabra competitivo estaba encerrado en el cuerpo de ese muchacho. Se me quedó grabado de por vida. Tenían que haberlo visto. Opinarían como yo", añade.

"Ese carácter, esa manera de ser…"


Alejandro Menéndez estuvo varios meses con él en la cantera del Madrid. "Muy serio, muy maduro, pero muy reservado". Así es el retrato que establece de un futbolista que este verano, cuando Cheryschev venía herido tras un mal año en Sevilla, se lo recomendó a Marcelino, técnico del Villarreal: "Me dijo que estaba buscando un jugador de unas determinadas características y entonces yo le dije: 'Chico, tu nombre es Cheryshev'". Seis meses después, Dennis es uno de los futbolistas del campeonato.

Un jugador que no se rinde ante nada y que le hace recordar a Toril sus inicios en el Castilla. "Los jugadores siempre son un reflejo de su pasado. Entonces se deciden a luchar más o menos. Y Dennis decidió ser de los que más. Recuerdo que no había sitio para él en su puesto de delantero centro porque teníamos a Morata o a Joselu… Entonces le hice la oferta de desplazarlo a la banda, se esforzó y hoy es uno de los grandes en ese puesto, ya lo ven, en el Villarreal".

Alejandro Menéndez: "Era un jugador que se metía en todos sitios y que un entrenador rival no desea tener nunca enfrente"

Cuando se habla del pasado, Fernando Tamargo pide la palabra: "He visto a muchos niños de 8, 9 o 10 años. Ese retrato no lo he visto nunca. Ese carácter, esa manera de ser… Si perdías, lloraba, y lloraba de rabia. Todavía recuerdo la final del Campeonato de Asturias que perdimos por penaltis y, si no me equivoco, fue por un penalti que falló él. Aquel niño era completamente inconsolable". Muchos años después cuando Alejandro Menéndez lo tuvo de rival como entrenador del Racing se dio cuenta de que ese chaval iba a ser mejor de lo que fue su padre en el Sporting de los noventa.

"Me demostró lo que yo intuía en la distancia. Era un jugador que se metía en todos sitios y que un entrenador rival no desea tener nunca enfrente". Toril, precisamente, era su entrenador en aquel Castilla que iba a ganar al Racing de Menéndez en El Sardinero. "Dennis es un chico muy especial. Aunque hoy se le vea como un gran triunfador, yo sé como es. Sé cosas a nivel personal suyas que son producto de la convivencia. Sé que hay que estar muy cerca de él, porque es muy reflexivo y si las cosas no le salen lo pasa mal. Hay otros que lo llevan mejor, pero él no".

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