El Villarreal tiene la mente puesta en la victoria en su partido de octavos de final de la Liga de Campeones, en el que necesita ganar al Panathinaikos a domicilio para disputar los cuartos de final.

Tras el empate a uno del partido de ida, el equipo que entrena Manuel Pellegrini sólo piensa en el triunfo, aunque un empate a dos o más goles también le serviría. El Villarreal es consciente de que el resultado de la ida es adverso y de que el apoyo de la afición al Panathinaikos será absoluto, por lo que el equipo griego estará muy motivado.

El Villarreal fue superior al equipo griego en la ida, aunque no pudo llevarse la victoria. 'Lo que sí sé es que nosotros vamos a salir a por el partido desde el principio', dijo Pellegrini, quien agregó que nunca pensó que su equipo partía como favorito en la eliminatoria. 'La clave es que tenemos 90 minutos para marcar un gol y hay que tener paciencia', señaló el técnico del Villarreal.

Javi Venta apostó ayer que si mantienen la portería a cero, la clasificación será segura.

El italiano Rossi y el francés Pires no jugaron en este encuentro, mientras que Cazorla y Senna fueron retirados antes del final, el primero de ellos en el descanso. Además, Senna, Ibagaza y Ángel afrontan el partido de Atenas a una cartulina de la suspensión, por lo que si son amonestados y el equipo se clasifica, descansarán en la ida de los cuartos de final.

El Panathinaikos afronta el encuentro muy motivado, a pesar de haber caído en la Copa griega el pasado miércoles, lo que cuestionó la continuidad en el banquillo del holandés Ten Cate, aunque la victoria en Liga ante el Larissa del fin de semana ha calmado la situación en el club griego.

Los locales contarán una vez más con el ambiente del estadio Olímpico de Atenas como uno de sus grandes bazas para tratar de imponerse en la clasificación.