Este artículo se publicó hace 13 años.
Y Zidane a la izquierda
Mourinho exhibe como trofeo a su nuevo ayudante, oculta pistas y admite que lleva dos meses preparando la visita a Lyon
Seis años sin pasar de octavos de final. Media docena de puntos negros consecutivos en la historia de un club cuyo pedigrí se rige por la Copa de Europa. Una barrera maldita que terminó por convencer a Florentino Pérez de que su hombre en el banquillo era Mourinho, por encima de gustos futbolísticos o de los modales abruptos que enseña el entrenador portugués. Y la Copa de Europa le juzgará como a todos sus antecesores. Después del 5-0 en el Camp Nou, un batacazo continental le arrancaría mucho crédito ante el madridismo.
El mismo Mourinho es consciente de lo que se juega esta noche en Gerland. "Llevamos dos meses preparando este partido", reconoció ayer el técnico, con Zidane a su izquierda, mostrado como trofeo de su batalla con Valdano: "Zidane nos ha hecho informes del Lyon muy válidos, conoce al rival y también nuestra calidad". Zidane no pareció sentirse muy cómodo con esas palabras que descargaban demasiada responsabilidad: "Veo la televisión francesa y le di un informe, pero en el Madrid ya hay estructura suficiente".
"No pienso dar una pista, pero sabemos la dirección a seguir""Esta es la verdadera Champions", asegura Mourinho de las eliminatorias. Se siente muy cómodo en este escenario con los focos mediáticos del continente iluminándole. En esta clase de envites se ha visto al Mourinho más arrabalero, trilero y táctico: "Sólo yo sé el equipo que va a jugar, ni los jugadores lo saben. No voy a hablar, ni de Benzema, ni de Adebayor, ni de trivotes". Extrañaría la suplencia de Adebayor, el nueve por el que el entrenador tanto clamó y alborotó dentro y fuera del club. Ese ha sido el fichaje con el que Mou se ha vuelto a sentir seguro para el abordaje a los títulos. Adebayor le permite aplicar el libreto con el que conquistó la Champions con el Oporto y con el Inter: un nueve capaz de soportar el juego directo en partidos grandes en los que el rival incomoda la salida del balón.
Mourinho se ha blindado para ese juego del gato y el ratón que traslada a las pizarras en las eliminatorias. Se gusta en ese papel de zorro plateado: "No pienso dar una pista, pero sabemos la dirección a seguir. Si creemos que podemos tener algunos momentos buenos en el partido y pensamos que eso es suficiente, estaremos en dificultad. Pero eso no lo pensamos, tenemos que jugar a tope los 90 minutos".
"Hubo mensajes que nos tocaron el orgullo"El luso dice que no ha trabajado psicológicamente al equipo para este partido, pero sí le ha querido borrar de su memoria las tres derrotas anteriores en Lyon y que nunca el Madrid logró derrotarle: "No hay que mirar el pasado, tenemos que respetar al adversario por lo que es hoy, no por lo que ha sido antes. Jugaremos sin complejos. Somos el Real Madrid, el campeón de los campeones del fútbol europeo".
Frases como esta aumentaron la motivación del Lyon la temporada pasada. "El año pasado nos faltaron al respeto, hay que hablar en el campo. Hubo mensajes que nos tocaron el orgullo", advirtió el central Cris. Su entrenador, Claude Puel, que cuenta con la baja sensible de Lisandro, también habló en esa línea: "La temporada pasada casi nadie creía en nosotros".
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