El anuncio de formación y contratación de 700 personas en paro para cubrir la próxima producción del Audi Q3 en la planta de Seat de Martorell ha levantado enormes expectativas. Tantas, que las oficinas del Servicio de Ocupación de Catalunya (SOC) ya han recibido unas 12.000 solicitudes de personas que buscan un empleo y que no han esperado, ni tan siquiera, a que se abra el plazo de inscripción de candidatos, que empezó ayer.

La aceptación de solicitudes concluirá en dos semanas. En total se seleccionarán a 1.200 parados que deben cumplir con unos requisitos predeterminados: además de ser personas desempleadas, deben contar con estudios de ciclo formativo de grado medio o superior de especialidades industriales o formación equivalente. También deberán superar unas pruebas previas, que consistirán en un test, una prueba manual y una entrevista personal.

La compañía y la Conselleria de Empresa y Ocupación se encargarán de formar a los futuros empleados en el centro de formación de la empresa en la Zona Franca de Barcelona. El Gobierno catalán financiará los costes, a cambio de que la empresa contrate a un mínimo del 60% de los participantes mediante un contrato de trabajo de una duración no inferior a seis meses. Aunque las necesidades de personal son de 700 personas, participarán en los cursos un total de 1.200, con el fin de crear una bolsa de personal capacitado al que Seat pueda recurrir en caso de necesidad. El vicepresidente de recursos humanos de Seat, Josef Schelchshorn, explicó que, además de los 700 operarios, se contratará a entre 200 y 300 más para tareas administrativas.

El personal se incorporará de forma progresiva a partir de la primavera. La producción en cadena empezará en junio y la factoría se mantendrá en funcionamiento en agosto, algo que no ha ocurrido en muchos años.