Este artículo se publicó hace 4 años.
Ayudas económicas frente al covid19Más créditos que liquidez en las ayudas y el temor de la UE a la inflación ponen en cuestión la eficacia del "escudo social"
El Gobierno comienza a implementar la respuesta estatal a la crisis con una línea de avales, otra de mantenimiento de empleo y una más de garantía de rentas mientras el tejido productivo contiene la respiración ante las incertidumbres sobre la duración de
Zaragoza-
¿Qué parte del dinero anunciado por el Gobierno dentro de su "escudo social" frente a los efectos del parón económico irá a parar, físicamente, a las familias y las empresas? ¿Cuántos de los 221.800 millones de euros que suman los decretos y órdenes que ha ido publicando el BOE se convertirán en billetes, en moneda constante y sonante?
Esas preguntas carecen, ahora mismo, de respuesta. Entre otros motivos, porque el grueso de ese dinero (más de 100.000 millones) será canalizado a través de emisiones de avales de las que se desconoce qué volumen será contratado y, de este, qué parte acabará siendo ejecutada por las entidades financieras en caso de impago.
Y, también, porque otro buen pellizco está articulado como aplazamientos de pagos, cuyo nivel de utilización está por ver, mientras la tercera línea principal de actuación consiste en una serie de prestaciones sociales, como las de los ERTEs y los ceses de actividad extraordinarios, cuyo coste dependerá, en cualquier caso, del número de asalariados y autónomos que puedan a cogerse a ellos y de la duración.
"Para el rebote que todo el mundo espera cuando termine el confinamiento, el tejido productivo tiene que deteriorarse lo menos posible, y para eso es crucial que las ayudas lleguen a las familias y las empresas", señala el director de Coyuntura de Funcas, Raymond Torres, para quien "el plan del Gobierno toca, además de la sanitaria, tres teclas fundamentales como la liquidez de las empresas, el mantenimiento del empleo y la transferencia de rentas, pero habrá que ver cuánto dura el estado de alarma y cómo esas medidas se van adaptando y modulando".
"Los 200.000 millones de euros son una cifra global que el Estado está dispuesto a poner, una estimación de gasto público de la que no se sabe cuánto se consumirá", anota el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Sevilla Juan Torres López, que cuestiona la efectividad de los planteamientos del Gobierno: "En momentos tan extraordinarios, de tanta emergencia, las empresas no necesitan crédito sino liquidez, ayuda en cash, y si el Banco Central Europeo no les garantiza ingresos, o si no lo hace en su lugar el Gobierno, muchas van a cerrar. No hacerlo provocará un colapso histórico y una depresión".
"Cuanto más dure, más difícil será"
El analista de Funcas destaca la duración de la pandemia, y de las medidas para afrontarla, como uno de los factores que condicionan en mayor medida tanto la efectividad de las medidas como el posterior rebote. "Es la principal variable. Cuanto más dure, más difícil será tomar nuevas medidas", apunta.
"La economía se ha parado, y para mantenerla congelada hay que facilitarle ingresos", señala López Torres
Las tres líneas de actuación incluyen, no obstante, pros y contras. El saneamiento de la banca y la relajación de las exigencias sobre los créditos dudosos por parte del Banco Central Europeo (BCE) juegan a favor de la movilización de los fondos públicos, aunque con la duda de si las inyecciones de liquidez llegarán a tiempo.
Y los ERTEs extraordinarios parecen una medida apropiada para mantener el empleo, si bien "la propia estructura del mercado laboral español, que ya no era muy eficiente, va a reducir su eficacia con los eventuales, los interinos y los falsos autónomos", señala Raymond Torres, que se muestra expectante sobre las transferencias de rentas.
"Los avales del Estado hacen que el banco sea más proclive a prestar, pero otra cosa es que las empresas vayan a pedir esos créditos. Lo harán según la carga financiera que ya soporten, y en función de cómo estén puede resultarles inasumible. En ese caso, la solución crearía un problema mayor", señala Torres López, convencido de que "ahora el crédito no sirve. La economía se ha parado, y para mantenerla congelada hay que facilitarle ingresos".
"¿A quién le importa si hay que devaluar el euro?"
Algunas estimaciones comienzan a apuntar a que el parón de la actividad productiva y comercial puede llegar a suponerle a España la pérdida de más de cuatro puntos de su Producto Interior Bruto (PIB), lo que equivale a alrededor de 50.000 millones de euros, un impacto de tamaño descomunal para la economía.
"No podemos permitirnos que miles de empresas cierren. Eso tardaría veinte años en recuperarse, si se recupera", indica el catedrático, para quien, vistas las reticencias de países como Alemania y Holanda ante las llamadas de auxilio del sur, "la UE ha demostrado que en una situación de emergencia no sirve, y si no sirve habrá que ir a otro sitio".
Los dos gobiernos norteños, entre otros, sitúan el cumplimiento de los niveles de déficit y de endeudamiento público por encima de la emergencia, en un posicionamiento que no comparte ninguno de los dos economistas.
"La respuesta al coronavirus va a crear un déficit que habrá que ver cómo se asume", apunta Raymond Torres
"Evidentemente, la respuesta al coronavirus va a crear un déficit que habrá que ver cómo se asume, pero es un déficit necesario, no se puede hacer de otra forma: hay que hacer un paréntesis para mantener vivo el tejido productivo", explica Raymond Torres. "¿A quién le importa si hay que devaluar el euro y si eso provoca inflación? Hay que hacerlo, no hay otra vía", añade Juan Torres López.
Estas son las medidas adoptadas hasta la fecha, en los decretos y órdenes de los días 12, 17, 27 y 29 en función de los agentes afectados y/o en principio beneficiados por ellas:
Asalariados
La medida de los ERTEs extraordinarios les da la posibilidad de cobrar hasta 1.098 euros mientras la empresa para la que trabajan permanece cerrada, algo que sin este instrumento les abocaba al despido objetivo en muchos casos.
Autónomos
Los que se han visto obligados a cerrar su actividad y aquellos que hayan perdido el 75% de sus ingresos pueden solicitar un cese de actividad extraordinario en el que cobrarían el 70% de su base de cotización y quedarían exentos de cotizar. En esas circunstancias pueden acogerse a la moratoria hipotecaria. Pueden aplicar los ERTEs extraordinarios a sus trabajadores, con lo que dejan de asumir su sueldo temporalmente.
Pymes
El ICO abre una línea de financiación de 200 millones "para atender las necesidades financieras de las pymes en sus actividades e inversiones, para la compra y leasing de equipamiento y servicios para la digitalización entre otras y, en particular, para la dotación de soluciones de trabajo no presencial", además de disponer de otra de 2.000 con cargo al Fondo de Reserva de los Riesgos de la Internacionalización para asegurar durante seis meses actuaciones en ese ámbito.
Pymes y autónomos
Siempre que el año pasado facturaran menos de 6.010.121,04 euros, pueden pedir el aplazamiento de hasta seis meses (tres sin intereses y tres con hasta un 1,875%) de los impuestos que venzan durante el estado de alarma, aunque deberán declararlos en fecha, y tienen la posibilidad de aplicar los ERTEs. El ICO abre una línea específica de créditos de 10.000 millones para pymes y autónomos.
Gran empresa
Pueden, además de aplicar ERTEs, solicitar el aplazamiento del pago de impuestos como siempre, aunque la decisión de concederlos no es automática y siempre requiere afianzar la cantidad postergada mediante avales bancarios.
Todas las empresas y autónomos
El Gobierno central abre una línea de avales de 100.000 millones euros, de los que ya ha habilitado 20.000 millones (10.000 millones para pymes y autónomos y otros tantos para grandes empresas), que los bancos pueden solicitar al ICO para afianzar hasta el 80% de los créditos concedidos o renovados a los primeros y el 70% a las segundas.
En el sector turístico, se añaden otros 200 millones a la línea de créditos del Instituto de Crédito Oficial abierta tras la quiebra del mayorista británico Tomas Cook, cuyos préstamos avala al 50% el Ministerio de Industria.
Comunidades autónomas
Los decretos incluyen transferencias para dar ayudas por el cierre de los comedores escolares (25 millones) y para acciones sociales (300), además de habilitar un fondo de 300 para financiar "prestaciones básicas de los servicios sociales de las comunidades autónomas, diputaciones provinciales, o las corporaciones locales, que tengan por objeto exclusivamente hacer frente a situaciones extraordinarias derivadas de la covid-19".
Sector de la investigación
Se movilizan 140 millones de euros de financiación pública y privada para investigación sobre vacunas, diagnóstico y tratamiento de la covid-19.
Banca
El Banco de España da por indicación del BCE flexibilidad para anotar los créditos de dudoso cobro, lo que aumenta la capacidad de maniobra de las entidades financieras europeas en 1,8 billones de euros al eximirles de provisionar esas cantidades. El Gobierno les exime del pago del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) en las novaciones de hipotecas acogidas a la moratoria.
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