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El Banco de España mejora su previsión de PIB para 2023, aunque avisa que el IPC de los alimentos no ha tocado techo aún

La entidad apunta que la incertidumbre creada por la tormenta bancaria ejerza un "cierto efecto adverso" sobre el desarrollo de la actividad económica en los próximos trimestres y contribuya, asimismo, a debilitar la dinámica inflacionista.

Banco de España
Imagen de archivo del edificio del Banco del España. Eduardo Parra / Europa Press

El Banco de España ha revisado al alza su previsión de crecimiento de la economía en 2023, hasta el 1,6% (0,3 puntos porcentuales más que es su anterior estimación, de diciembre), mientras que ha rebajado la tasa de IPC media al 3,7%  (1,2 puntos menos), debido principalmente al abaratamiento del componente energético, aunque los alimentos seguirán siendo los productos más inflacionistas.

De acuerdo con las proyecciones macroeconómicas de la economía española para el periodo 2023-2025, publicadas este miércoles por la entidad, el producto interior bruto (PIB) recuperará su nivel previo a la pandemia en el segundo semestre de este año.

El aumento de la previsión del PIB se explica por el crecimiento mayor de lo esperado en 2022, por la mejora de las perspectivas de la actividad a escala global (tras la apertura de la economía china), por la intensificación del crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social y por la recuperación de la actividad turística. Todo ello, así como la mejora de la percepción de las empresas acerca de la evolución de su facturación en el primer trimestre de 2023, compensaría el impacto negativo asociado al alza de los tipos de interés, según explica la entidad.

La demanda nacional (consumo e inversión) aportaría un punto porcentual al crecimiento del PIB y la demanda externa (exportaciones e importaciones) contribuiría con 0,6 puntos. La previsión del consumo privado disminuye siete décimas y pasa del 1,9% al 1,2%, una "apreciable debilidad" que se basa en "las aún elevadas presiones inflacionistas, el continuado endurecimiento de las condiciones financieras y los menores colchones de ahorro disponibles", detalla el Banco de España.

El PIB ha sufrido una "acusada ralentización" por la subida de tipos  y la guerra de Ucrania

La actividad económica en los últimos trimestres ha sido más resiliente de lo que se esperaba, pero ello no ha evitado una "acusada ralentización en el ritmo de avance del PIB", teniendo en cuenta que el crecimiento esperado para 2023 es del 1,6% frente al 5,5% registrado en 2022.

Uno de los motivos es el endurecimiento de la política monetaria para frenar la inflación (lo que afecta directamente al consumo y la inversión), pero a ello se suma también el curso incierto de la guerra en Ucrania y las dudas sobre las implicaciones del abandono de China de la política de covid cero, ya que puede presionar la inflación al alza al crecer la demanda a escala global.

Así lo ha explicado el director de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, quien ha añadido que se espera que la actividad presente un grado de dinamismo creciente a partir de la primavera por "la disminución de las presiones inflacionistas, la relajación de los cuellos de botella y el despliegue del programa NextGenerationEU".

Gavilán ha apuntado que las nuevas proyecciones de la entidad no tienen todavía en cuenta las últimas tensiones financieras y ha advertido de que parece probable que la incertidumbre que se ha generado ejerza un "cierto efecto adverso" sobre el desarrollo de la actividad económica en los próximos trimestres y contribuya, asimismo, a debilitar la dinámica inflacionista.

Inflación a la baja

La entidad revisa a la baja la tasa de inflación media en 2023, hasta el 3,7%, 1,2 puntos porcentuales menos respecto a las anteriores proyecciones, debido a "la significativa reducción de los precios de los bienes de consumo energéticos en los últimos meses".

Respecto al componente subyacente de los precios (sin contar energía ni alimentos no elaborados), su reducción se prevé "más lenta" y las dinámicas más recientes apuntan a que "empezará a moderarse en torno a la primavera", para situarse en el 3,9% de media este año.

El Banco de España calcula que la inflación media de los alimentos se situará en el 12,2%

Las proyecciones del Banco de España sobre los precios de los alimentos en 2023, sin embargo, son al alza, desde un promedio del 7,8% pronosticado el pasado mes de diciembre al 12,2% estimado ahora. El director de Economía y Estadística del Banco de España ha explicado que el encarecimiento reciente de los alimentos refleja la traslación gradual a los precios de los aumentos de costes que los productores han experimentado en los últimos trimestres. "El precio de los alimentos no ha hecho pico", ha asegurado.

De cara a 2024, la entidad calcula que el promedio para la inflación de los alimentos se situaría en el 4,6%, frente al 2,6% estimado en el pasado informe, mientras que en 2025 alcanzaría el 2,9% (frente al 3,3% previsto anteriormente).

Mejores perspectivas para el empleo y el déficit

En cuanto a la evolución del empleo, la institución ha mejorado la previsión para este año, en el que espera una tasa media de paro del 12,7% (frente al 12,9% de la anterior previsión), y ha mantenido sus estimaciones para 2024 y 2025, cuando la tasa se situará en el 12,3% y el 12%, respectivamente.

De su lado, el organismo ha mejorado sus estimaciones de ingresos y gastos para este año, ya que el déficit público quedará en 2023 en el 4,1% del PIB y bajará al 3,5% en 2023, dos décimas menos que las pasadas previsiones. Tras este descenso, el déficit volvería a subir al 4,4% en 2025 (frente al 4,5% previsto previamente).

En cuanto a sus estimaciones para la deuda en 2023, el organismo ha empeorado sus previsiones tras situarla ahora en el 111,1% del PIB, frente al 110,6% previsto anteriormente. De cara a 2024, la deuda se situará en el 108,8% del PIB y subirá ligeramente en 2025 al 109,9%.

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