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Las batallas laborales por incumplimiento de los convenios en Catalunya: la otra cara de los acuerdos salariales

Los trabajadores del metal de la provincia de Barcelona, los de las zonas azules y verdes de aparcamiento de la capital catalana y los remolcadores del puerto optan por la vía del conflicto colectivo para mejorar sus condiciones de trabajo.

11/05/2023 - Representantes de las patronales CEOE y Cepyme -a la izquierda-, y los secretarios generales de UGT y CCOO -a la derecha- durante una recepción en la Zarzuela tras el acuerdo para el empleo y la negociación colectiva alcanzado entre ambas par
Representantes de las patronales CEOE y Cepyme -a la izquierda-, y los secretarios generales de UGT y CCOO -a la derecha- durante una recepción en la Zarzuela tras el acuerdo para el empleo y la negociación colectiva alcanzado entre ambas partes, a 11 de mayo. Ballesteros / EFE

La semana pasada, tras la ratificación por parte de los sindicatos UGT y CCOO y de la patronal CEOE, se cerró un acuerdo para incrementar los salarios de los trabajadores, situación que se mantenía estancada desde el año 2019. El desbloqueo favorece un consenso más amplio, incluido en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).

Fruto de este aspecto, que funciona como marco base para revisar los convenios colectivos y los aumentos de los sueldos de los trabajadores, se ha pactado un alza salarial del 4% para este año y del 3% para 2024 y 2025. El pacto se reserva una cláusula para acoger una subida complementaria del 1% en caso de que la inflación volviera a dispararse.

Más allá de este entendimiento, en Catalunya subsisten algunos desacuerdos laborales por la aplicación de los convenios colectivos, que han forzado a los trabajadores a la opción del conflicto colectivo, en el que las divergencias por determinados aspectos laborales pueden desembocar en la vía judicial.

La recuperación o no dentro de la jornada laboral del permiso retribuido de 12 horas anuales, pactado en el marco del convenio, es lo que ha marcado la lucha de UGT Catalunya y CCOO Catalunya en el convenio del metal de la provincia de Barcelona. De hecho, el pasado martes, representantes del último sindicato, se manifestaron frente a la sede del Centre Metal·lúrgic del Vallès, ubicada en Sabadell, por "el incumplimiento reiterado del convenio".

El punto de fricción se encuentra en este permiso y su interpretación, que no se cerró jurídicamente en el momento de la negociación, del que formó parte la Unión Patronal Metalúrgica (UPM), patronal a la que pertenece el Centre Metal·lúrgic del Vallès. Los representantes sindicales acusan a la patronal de "cuestionar la medida y obligar a los empleados a recuperar las horas".

En el contexto de las negociaciones, que ya han llegado a la Comisión Paritaria del convenio, el secretario de Acción Sindical de la sección de Industria de CCOO Catalunya, José Juan Marín, califica de "intransigente" la actitud de la patronal, añadiendo que "la comisión paritaria del convenio ya ha exigido que se cumpla lo pactado, pero la patronal metalúrgica ha respondido poniéndose de perfil". Marín recuerda que el convenio del metal de Barcelona, el que afecta a más trabajadores de Catalunya, con más de 170.000 personas, suele servir de ejemplo a los acuerdos de otros sectores.

"Desprecio" a la negociación colectiva

El director del Centre Metal·lúrgic del Vallès, Gabriel Torres, critica el posicionamiento sindical, especialmente el de CCOO Catalunya. "Lanzar huevos a nuestra fachada y mostrar esta actitud chulesca nos ha provocado una gran indignación, ya que es sabido que las funciones de la Comisión Paritaria son limitadas". La patronal apunta al "vandalismo sindical que practica CCOO".

En un comunicado posterior a la movilización, se señala que "el Centre Metal·lúrgic es únicamente un miembro más de la mesa negociadora. Desde su firma el convenio se está cumpliendo, punto por punto, por todas las empresas del metal de la provincia de Barcelona. Únicamente ha aparecido una diferencia de criterio en un permiso retribuido de 12 horas que la patronal interpreta que es recuperable y por los sindicatos no lo es".

Un segundo conflicto, que en este caso ha derivado en huelga, es de los vigilantes de las zonas azules y verdes de aparcamiento de la ciudad de Barcelona. En este caso, el comité de empresa de Barcelona Serveis Municipals (B:SM), la empresa municipal que gestiona el servicio, ha decidido alargar los paros, que se llevan a cabo los fines de semana y festivos, hasta el 7 de enero de 2024. El comité denuncia "el desprecio por parte de la empresa, lo que nos obliga a mantener la huelga".

La plantilla de Barcelona Serveis Municipals ha tomado la decisión después de un proceso con tres mediaciones, que han terminado sin acuerdo y a la espera del juicio por conflicto colectivo, que tendrá lugar dentro de casi un año, el 18 de abril de 2024. La huelga, según las cifras de los convocantes, está logrando un seguimiento de entre el 80 y el 90% en lo que va de año. Entre las reivindicaciones de los trabajadores, se encuentran la mejora de las condiciones económicas, impulsar medidas de conciliación y el incremento de la contratación de personal frente al aumento de las zonas de estacionamiento de pago.

Negativa en el aumento salarial

Un último episodio en esta línea de conflictos laborales es el del sector del remolque en el Port de Barcelona. Así, la sección sectorial de la Plataforma de Servicios Portuarios de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores Portuarios (CETP), ha anunciado posibles movilizaciones ante la negativa de la empresa de remolcadores Barcelona Towage a abonar a los trabajadores el aumento salarial pactado por convenio, si bien confía en llegar a un acuerdo con la patronal.

De hecho, a principios del año 2022, más de un centenar de amarres del Port de Barcelona ya realizaron una huelga indefinida para exigir una mejora en la seguridad de los trabajadores, aumentar la contratación para garantizar unos mínimos de personal, equiparación salarial y el pago de servicios.

Pese a los avances en el ámbito del mercado del trabajo, a consecuencia de la nueva Reforma Laboral o el reciente acuerdo por los incrementos salariales de los convenios, en Catalunya todavía persisten algunos casos en los que los trabajadores se deciden por la figura del conflicto colectivo, incompatible con el derecho a huelga, y que suele ser el paso previo a la judicialización del proceso.

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