Este artículo se publicó hace 4 años.
El BCE reclama a la banca que moderen sus 'bonus' y no pague dividendos hasta enero de 2021
El banco central de la Eurozona calcula que el nivel de capital de las entidades financieras se recorte entre dos y seis puntos porcentuales en función de que el PIB disminuya un 8,7 o el 12,6% este año.
Servimedia
Madrid-
El Banco Central Europeo (BCE) ha extendido a enero de 2021 la recomendación a la banca de no distribuir dividendos o recomprar acciones para remunerar a sus accionistas, inicialmente fijada hasta el 1 de octubre; a la vez que les ha pedido que sean "extremadamente moderados" con respecto a la retribución variable a plantillas y directivos.
Su solicitud, que continúa siendo "temporal y excepcional", la efectúa a la vista de la evolución de la pandemia y su impacto en la economía para preservar la capacidad de los bancos para absorber pérdidas y que apoyen a la economía concediendo financiación.
Su visión es tan clara que ha demandado a los supervisores nacionales que extiendan estas medidas a las entidades menos significativas que supervisan ellos directamente y no el BCE, algo que el Banco de España ya ha anunciado esta mañana que aplicará.
"Esta incertidumbre –la económica- dificulta que los bancos pronostiquen con precisión sus posiciones de capital, como lo demuestra el análisis de vulnerabilidad, donde el nivel de capital en el sistema podría disminuir significativamente si un escenario severo se materializara", ha advertido el organismo europeo liderado por Christine Lagarde y cuya pata supervisora bancaria dirige Enrique Ería.
El BCE ha desvelado precisamente este martes un estudio de impacto de la crisis sobre la solvencia de la banca y, si bien concluye que el sector bancario de la zona del euro "es resistente al estrés causado por coronavirus", su ejercicio prueba que podría sufrir un fuerte impacto en el capital por el deterioro de la situación económica.
Su estudio toma de base los dos escenarios macroeconómicos barajados por los analistas del BCE: el central y más probable, donde la economía de la zona euro se contraería un 8,7% este año, para rebotar un 5,2 y 3,3% en el bienio 2021 y 2022; y uno agravado por la pandemia donde el PIB caería un 12,6% este año, para crecer después un 3,3 y 3,8% en los dos siguientes años.
En el escenario central el BCE estima que el capital agregado de los bancos más exigente, el CET1, se diluiría un 1,9%, hasta el 12,6%; mientras que en el escenario severo se reduciría en 5,7 puntos porcentuales, hasta el 8,8% a finales del 2022. "Los resultados muestran que el sector bancario de la zona del euro puede soportar el estrés inducido por una pandemia, pero si la situación empeora, el agotamiento del capital bancario sería material", advierte el BCE.
Pago de dividendos
Es bajo estas hipótesis y con la idea de los bancos puedan ayudar a sus clientes, empresas y particulares, además de la economía a sortear la crisis bajo la que prescribe que no paguen dividendos hasta el próximo mes de enero. Una decisión que, según anticipa, volverá a analizar además al final del año para ver si debe reconsiderarla.
El BCE revisará si esta postura sigue siendo necesaria en el cuarto trimestre de 2020 "teniendo en cuenta el entorno económico, la estabilidad del sistema financiero" y la "fiabilidad en la planificación del capital.
Una vez que la incertidumbre que requiere esta recomendación "temporal y excepcional disminuya" indica que los bancos "con posiciones de capital sostenibles pueden considerar reanudar los pagos de dividendos", incluso aunque su capital sea inferior a la orientación de Pilar II exigible siempre que su trayectoria demuestre "que sus posiciones de capital son sostenibles en el medio plazo".
El BCE plantea reducir a la mitad la remuneración variable o sustituirla por alternativas como el pago en acciones
Con el mismo propósito de preservar su capacidad para absorber pérdidas, el BCE ha emitido una carta a las entidades pidiéndoles que sean "extremadamente moderados" con respecto al pago de remuneración variable aconsejando, por ejemplo, que se reduzca a la mitad su abono. En los casos que no sea factible recomienda diferir una mayor parte de la retribución variable y considerar para su abono pagos, por ejemplo, en forma de acciones.
El BCE advierte además que continuará evaluando las políticas de remuneración de las entidades dentro de su proceso de revisión y evaluación supervisora (SREP), tomando en consideración en particular el impacto que puedan tener sobre su capacidad "para mantener una base de capital sólida".
Capital y liquidez
De manera adicional y para que las reservas de capital les permitan absorber pérdidas y prestar a clientes, el BCE ha decidido ampliar las medidas de flexibilidad que acordó para aliviar la precisión regulatoria sobre los bancos. No requerirá a las entidades que comiencen a "reponer" sus huchas de capital antes de que se alcance el pico de agotamiento del capital, lo que espera que ocurra en el año 2022 y lo mismo hará con los requerimientos en liquidez.
El calendario específico para esta tarea tanto en capital como en liquidez lo decidirá, no obstante, cuando realicen las próximas pruebas de resistencia o estrés en la banca de la UE durante el año 2021 y, como en cada ciclo de supervisión, mirando caso por caso con cada entidad financiera.
En cualquier caso, el BCE se ha comprometido a permitir a los bancos que operen por debajo del bufer de liquidez también hasta, al menos, finales del 2022 y por debajo del requisito LCR hasta, como mínimo, finales del 2021, sin que se desencadenen acciones automáticas de supervisión.
"La acumulación de fuertes reservas de capital y liquidez desde la última crisis financiera ha permitido a los bancos durante esta crisis continuar otorgando préstamos a hogares y empresas, y de ese modo ayudar a estabilizar la economía real", afirmó el presidente del Consejo de Supervisión del BCE, Andrea Enria. A su juicio es, por lo tanto, "más importante alentar a los bancos a usar sus reservas de capital y liquidez ahora para continuar enfocándose en esta tarea general: los préstamos, mientras que, por supuesto, mantienen estándares de suscripción sólidos".
Sin embargo, y dado que el sector está mostrando resilencia operativa, el BCE no proyecta extender las medidas de alivio operacional que otorgó a los bancos en marzo de 2020, salvo la referida a la estrategia de reducción de préstamos morosos para entidades con alto nivel de morosidad. El BCE comenzará así nuevamente el seguimiento con las entidades con respecto a acciones correctivas previas al Covid, retomará las inspecciones in situ y las investigaciones de los modelos internos.
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