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Cebrián designa como su sustituto en Prisa al actual vicepresidente Manuel  Polanco 

Pretende seguir teniendo influencia en el grupo de comunicación como presidente de la Fundación del Consejo Editorial del Grupo Prisa, de nueva creación

El presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, durante la junta general extraordinaria de accionistas en la que ha anunciado que el actual vicepresidente, Manuel Polanco, será el nuevo presidente del grupo de comunicación a partir de enero 2018. EFE/Rodrigo Jiménez

AGENCIAS

El actual presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, ha anunciado este miércoles en junta de accionistas que prevé dejar la presidencia ejecutiva del grupo a finales de año en favor del vicepresidente ejecutivo Manuel Polanco.

Polanco procede de la familia fundadora del grupo editor de cabeceras como El País y de radios como los 40 Principales o la cadena Ser. Cebrián pretende seguir teniendo influencia en la sociedad manteniendo su puesto de presidente del diario El País y como presidente de la Fundación del Consejo Editorial del Grupo Prisa, de nueva creación y que velará por la independencia de los medios del grupo, según él mismo. "Me voy, me voy, me voy, pero me quedo", ha resumido con versos del poeta Miguel Hernández.

"El 31 de diciembre abandonaré la dirección de la compañía con la tranquilidad del deber cumplido", ha destacado el directivo, que fue nombrado presidente ejecutivo en julio de 2012, en sustitución de Ignacio Polanco.

La compañía ha celebrado una junta extraordinaria de accionistas en la que ha aprobado una inyección de 550 millones de euros con los que intentar sanear sus maltrechas cuentas, de los que 450 millones procederán de una ampliación de capital y 100 millones de la conversión de deuda en acciones.

La inyección de capital supondrá una fuerte dilución para los accionistas actuales de Prisa, que ya vieron como este año sus títulos perdían cerca de un 50% de su valor en bolsa.

El presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, durante la junta general extraordinaria de accionistas en la que ha anunciado que el actual vicepresidente, Manuel Polanco, será el nuevo presidente del grupo de comunicación a partir de enero 2018. EFE/Rodrigo J

El presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián. EFE/Rodrigo Jiménez

Actualmente, Prisa tiene un valor en bolsa de unos 197 millones de euros. Hace 17 años, en junio de 2000 cuando salio a bolsa, capitalizaba 4.500 millones, pero desde entonces ha perdido gran parte de su valor en bolsa mientras intenta salir de causa de disolución por su elevada deuda y los fuertes costes financieros que lastran su rentabilidad.

La deuda del grupo de comunicación asciende a alrededor de 1.500 millones de euros. Antes de finales de 2018 tiene que amortizar un total de 956 millones de euros de deuda.

Para reequilibrar el balance y salir de causa de disolución, la junta de accionistas aprobó el miércoles también recortes de capital y de reservas para compensar pérdidas y fortalecer su balance.

Cebrián ha señalado que su sucesor, Manuel Polanco, "es garantía para el cumplimiento del compromiso que tiene la compañía", y ha dicho que la transición será "ordenada" y que "su éxito constituirá el éxito de todos". En ese sentido, considera que el relevo en el liderazgo puede facilitar "la incorporación de inversores no especulativos" al grupo.

Cebrián abandonará su cargo a final de año con un complemento de jubilación de 6 millones y un plan de incentivos de 1,9 millones

El nombramiento del nuevo presidente garantizará la "continuidad", según Cebrián, en un contexto de "enorme fragilidad" y endeudamiento, tras haber tenido que atravesar un "largo túnel".

Polanco ha sido el "único candidato" que ha propuesto Cebrián, ha aclarado, tras considerar "pamplinas y estupideces" algunas de las informaciones publicadas sobre su sucesión (algunos medios habían apuntado que la mayor parte de los accionistas planteaban como principal candidato a sucederle a Jaime Carvajal y Hoyos, consejero delegado de de la firma de asesoramiento financiero Arcano, después de la frustrada llegada del expresidente de Indra, Javier Monzón).

El actual vicepresidente de Prisa, Manuel Polanco, que será el nuevo presidente del grupo de comunicación a partir de enero 2018, durante la junta general extraordinaria de accionistas. EFE/Rodrigo Jiménez

El actual vicepresidente de Prisa, Manuel Polanco, que será el nuevo presidente del grupo de comunicación a partir de enero 2018, durante la junta general extraordinaria de accionistas. EFE/Rodrigo Jiménez

Junto con las medidas de reequilibrio financiero, la junta de accionistas aprobó el miércoles el cese de cinco de sus nueve consejeros independientes. La medida fue calificada como necesaria por parte de uno de los consejeros dominicales para preparar el consejo para la llegada de nuevos inversores en el marco de la emisión de 375 millones de acciones nuevas contemplada por la ampliación de capital.

Una junta "calentita"

En una junta general extraordinaria "calentita", como la ha definido uno de los accionistas que ha intervenido, el consejero Joseph Oughourlian (fundador del fondo de inversión Amber Capital, principal accionista de Prisa con una participación del 19,2 %) ha sido muy crítico con la gestión de Cebrián, que considera "pésima".

Un accionista, a Cebrián: "El cáncer de esta compañía ha sido el exceso de personalismo. Esta compañía seguirá sin ti y lo hará mucho mejor"

"La ida de Juan Luis será algo más que natural, era algo indispensable para que se haga esta ampliación de capital. (...) El cáncer de esta compañía ha sido el exceso de personalismo. Juan Luis, no eres esta compañía, seguirá sin ti y lo hará mucho mejor", ha destacado.

Oughourlian, que también es miembro del consejo de administración, ha reprochado al presidente saliente por su improvisación y falta de profesionalidad y ha dicho que votaría en contra de un paquete de acciones por valor de 2 millones de euros que Cebrián recibiría en su jubilación.

Cebrián ha dicho que Amber es un "fondo buitre" de los que "se dedican por naturaleza a romper el valor de los activos y diluir los equipos". El presidente ejecutivo ha calificado las acusaciones de su principal accionista como "difamaciones", pero tuvo que escuchar también criticas en su estilo de gestión por parte de otro miembro del consejo de administración.

El consejero Roberto Alcántara ha lamentado que la empresa haya estado muy cerca de vender Santillana para hacer frente a su compromiso con los acreedores y que se haya tenido que convertir deuda en capital. "A mí, menos que a nadie, me gusta vender activos",ha aseverado Cebrián.

José Luis Leal, ex presidente de la AEB y ahora consejero externo de Prisa, ha comentado que el consejo había encontrado un excelente candidato para suceder a Cebrián, "pero el presidente dijo no".

En su respuesta, Cebrián ha atacado también a Leal por revelar "deliberaciones del consejo que tienen que mantenerse secretas" y ha anunciado que tomaría las medidas correspondiente para defender los intereses de la compañía.

Presidente del grup que fundó su padre

Manuel Polanco, que actualmente ocupa la vicepresidencia de Prisa y la presidencia de Prisa Audiovisual, lleva un cuarto de siglo asociado al grupo, del que es consejero desde 2001.

Nacido en Madrid el 12 de marzo de 1961, Manuel es hijo de Jesús Polanco, fundador del grupo editorial Timón y del de medios de comunicación Prisa, y ha desarrollado toda su carrera profesional en puesto directivos de las distintas empresas familiares, pasando de las del sector editorial al de prensa para finalmente acceder a las audiovisuales.

"Hoy es una fecha especial para mí: después de más de cinco año en la presidencia, casi 30 como consejero delegado y 40 desde la fundación de la empresa", ha rememorado el todavía presidente de Prisa.

Cebrián ha dirigido el curso de la compañía durante cerca de 35 año, las primeras tres décadas como consejero delegado y el último lustro como presidente ejecutivo.

Durante su mandato, Prisa salió a bolsa en 2000, en plena euforia de los valores de Internet, con la cotización cerca de 4.500 millones de euros y ganas de comprar nuevos activos. Pero la expansión inicial tropezó con la crisis financiera en 2007 y la fuerte apuesta de Prisa por la televisión de pago se convirtió en un lastre con enormes compromisos financieros.

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