El Consejo de Ministros aprobó el martes un plan para impulsar la producción de hidrógeno limpio con el objetivo de construir las infraestructuras necesarias y así obtener un papel importante en el mercado europeo de un combustible que se considera clave para cumplir con los acuerdos sobre las emisiones de carbono.

La Unión Europea está presionando para desarrollar su capacidad de producir hidrógeno, un componente ampliamente utilizado en la industria pesada, a partir de fuentes de energía renovable, actualmente un proceso excesivamente caro.

El Gobierno calcula que sus ambiciones en materia de hidrógeno costarán 8.900 millones de euros (10.500 millones de dólares) en los próximos 10 años y espera que la mayor parte de los recursos provengan del sector privado, pero asimismo puede apoyar proyectos que creen puestos de trabajo.

Para 2030, España pretende instalar 4 gigavatios de los electrolizadores necesarios para separar el agua en hidrógeno y oxígeno, una décima parte del objetivo de la UE de 40 gigavatios para todo el bloque, dijo el Ministerio para la Transición Ecológica en un comunicado.

El país también tiene la intención de poner en marcha 300-600 megavatios para el 2024, mientras que el objetivo de toda la UE para entonces es de 6 gigavatios.

El plan es reemplazar una cuarta parte de las casi 500.000 toneladas de hidrógeno de origen fósil consumidas anualmente por la industria con su versión de fuentes renovables, y desplegar miles de vehículos propulsados por hidrógeno en las carreteras y ferrocarriles de España.

Francia ha prometido 2.000 millones de euros para proyectos de hidrógeno en los próximos dos años, mientras que Alemania, la potencia industrial del bloque, ha destinado 9.000 millones de euros para 2030.

El gigante de la energía español Iberdrola está construyendo por 150 millones de euros lo que describe como el mayor proyecto europeo de este tipo para uso industrial cerca de una antigua ciudad minera de carbón en España.

El grupo de petróleo y gas Repsol, mientras tanto, planea producir combustibles sintéticos usando hidrógeno verde en su refinería del norte de España en asociación con la petrolera Saudi Aramco.