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Deutsche Bank y Commerzbank rompen las conversaciones para su fusión

En un comunicado los dos bancos dijeron que "tras un examen riguroso se ha comprobado que esa fusión no interesaría a los accionistas de las dos empresas ni a otros grupos de interesados".

Las sedes de Deutsche Bank y Commerzbank en Fráncfort.. EFE/ARMANDO BABANI

AGENCIAS

El primer y segundo banco de Alemania, Deutsche Bank y Commerzbank, informaron este jueves de que han decidido interrumpir las conversaciones para su fusión, porque no interesaba a sus inversores, debido a que los costes de reducción de personal hubieran sido muy elevados y no hubieran compensado las sinergias.

En sendos comunicados de Christian Sewing, consejero delegado de Deutsche Bank, y Martin Zielke, máximo ejecutivo del Commerzbank, dijeron que "tras un examen riguroso se ha comprobado que esa fusión no interesaría a los accionistas de las dos empresas ni a otros grupos de interesados".

"Tenía sentido estudiar la opción de una consolidación alemana interna. Para nosotros estaba claro desde el principio que con una fusión deberíamos lograr rendimientos más elevados y sostenibles para nuestros accionistas y poder mejorar los servicios a nuestros clientes", señala la nota del presidente de Commerzbank, Martin Zielke.

Pero "tras un análisis profundo hemos llegado a la conclusión de que una fusión de Deutsche Bank no hubiera creado suficientes beneficios para compensar los riesgos de ejecución adicionales, costes de reestructuración y requerimientos de capital asociados con una integración de esa gran escala", añade Zielke.

El cnsejero delegado de Commerzbank,, Martin Zielke, en la rueda de prensa anual del banco. REUTERS/Kai Pfaffenbach

El cnsejero delegado de Commerzbank,, Martin Zielke, en la rueda de prensa anual del banco. REUTERS/Kai Pfaffenbach

Deutsche Bank, por su parte, dijo que va a seguir estudiando todas las alternativas para aumentar la rentabilidad a largo plazo y los rendimientos para los accionistas.

De este modo, el mayor banco de Alemania y su principal competidor doméstico, en el que el Gobierno germano controla alrededor del 15%, han puesto fin a sus negociaciones apenas un mes después de que se hicieran públicos oficialmente los contactos entre las dos entidades.

Los dos tienen una escasa rentabilidad y la capitalización bursátil de Commerzbank es muy baja, lo que le convierte en una novia atractiva para ser adquirido por un banco extranjero. Los últimos rumores apuntaban a que el banco italiano Unicredit y el holandés ING tienen interés en Commerzbank, aunque también el francés BNP Paribas y el español Santander.

El consejero delegado de Deutsche Bank, Christian Sewing, durante la junta de accionistas del banco germani en Fráncfort. REUTERS/Kai Pfaffenbach

El consejero delegado de Deutsche Bank, Christian Sewing, durante la junta de accionistas del banco germani en Fráncfort. REUTERS/Kai Pfaffenbach

Desde hacía tiempo circulaban rumores sobre la fusión de ambos y parecía que la opción preferida del Gobierno alemán era una solución nacional.

La idea de fusionar los dos mayores bancos alemanes había sido recibida con escepticismo por un gran número de agentes del mercado, que señalaban los elevados costes de la misma. De hecho, el sindicato Ver.di advirtió de que la operación amenazaba con destruir hasta 30.000 puestos de trabajo, prácticamente uno de cada cinco de los 140.700 empleos que ambas entidades sumaban al cierre de 2018. Deutsche Bank lleva años sufriendo reestructuraciones que han reducido la plantilla en miles de empleados y todavía no ha concluido la integración del banco minorista Postbank.

Para cubrir esos costes de la fusión hubiera sido necesario que Deutsche Bank, que tiene unos 91.800 empleados a tiempo completo, acometiera más ampliaciones de capital, según consideraron algunos analistas, y es posible que algunos de sus accionistas e inversores no estén dispuestos a hacerlo.

La patronal bancaria alemana cree que la fusión entre Deutsche Bank y Commerzbank no tenía sentido económico

Desde 2008, el primer banco de Alemania ha realizado cinco ampliaciones de capital, la última en 2017. En total, los accionistas han incrementado capital por unos 32.000 millones de euros. Entre los accionistas de Deutsche Bank se encuentra el gestor de fondos BlackRock (4,81%), el fondo de alto riesgo Hudson Executive Capital (3,14%), dos fondos de Qatar (Paramount Services Holdings, con un 3,05%, y Supreme Universal Holdings, con un 3,05%), Cerberus (3 %) y el grupo chino HNA (4,91%).

Cerberus y Blackrock también son inversores de Commerzbank (, que tuvo que ser rescatado por el Estado alemán en 2008 tras el fracaso de su fusión con el Dresdner Bank y el estallido de la crisis financiera) con sendas participaciones en torno al 5%.

Para la patronal bancaria alemana, la fusión entre Deutsche Bank y Commerzbank carecía de sentido económico en estos momentos. El presidente de la  Asociación de Bancos Alemanes (BdB por sus siglas en alemán), Hans-Walter Peters, ha destacado que la decisión de los dos mayores bancos del país ha sido presentada de manera "razonable y comprensible" y no tiene impacto directo en clientes y empresas, subrayando que las entidades alemanas siguen siendo "socios fiables" para la economía.

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