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Eficiencia energética: qué es y cómo podemos incorporarla en nuestro hogar

Ser eficientes desde el punto de vista energético supone un ahorro económico en nuestra factura, pero también es una apuesta a largo plazo: ayuda a alcanzar la sostenibilidad del planeta y ayudará a los países a ser más independientes y alcanzar la soberanía energética.

Eficiencia energética
Eficiencia energética. Imagen de OpenClipart-Vectors en Pixabay

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La energía es un tema que está a la orden del día. La subida desmesurada de los precios del gas, provocada entre otras cosas por la agresión rusa a Ucrania, ha influido en el aumento del precio de la electricidad. Esta situación, a la que se superpone la urgencia de dar respuesta a una crisis climática de la que ya estamos notando los efectos, ha traído a primer plano la necesidad de ser eficientes energéticamente. Pero, ¿en qué consiste? ¿Qué pasos podemos dar y por qué debemos hacerlo?

La eficiencia energética hace referencia a la optimización del consumo de energía, es decir, se refiere a hacer un uso eficiente de la energía. Esta eficiencia permite alcanzar ciertos niveles de confort y calidad de vida a través de mecanismos que nos ayudan a ahorrar energía y evitar pérdidas durante todo el proceso. Los aparatos, procesos o instalaciones se consideran energéticamente eficientes cuando consumen menos de la media para realizar una actividad, es decir, gastan menos energía para realizar el mismo trabajo.

¿Por qué ser eficientes desde el punto de vista energético?

El precio de la energía está alcanzando precios récord, por lo que los consumidores que apuesten por la eficiencia energética en los hogares podrán ahorrar en la factura de cada mes. No obstante, la eficiencia energética permite ir un paso más allá. "Disminuir el consumo energético nos permitirá alcanzar una reducción económica. Pero no debemos olvidar que esta disminución del consumo también permitirá reducir las emisiones contaminantes", explica Simón Giménez, director de mercado doméstico de Endesa X.

Hay que recordar que estamos en una crisis climática. Según la ONU, si no actuamos con urgencia el calentamiento global se podría incrementar en un 2,8 °C a final de siglo. Además, es fundamental que las sociedades reduzcan hasta un 45% sus emisiones contaminantes si queremos evitar una catástrofe climática. En este sentido, ser energéticamente eficientes también es una ayuda de gran valor en el cuidado del planeta y su sostenibilidad. Implementar la eficiencia energética en nuestros hogares supone también llevar a cabo un consumo energético ético y responsable.

Pero además debemos tener en cuenta el contexto actual, marcado por la invasión a Ucrania y la dependencia de muchos países de los combustibles fósiles exportados por Rusia. La eficiencia energética contribuye a que países como España y prácticamente toda Europa pueda ser más independiente desde el punto de vista energético, y alcanzar cierta soberanía.

Energéticamente eficientes desde casa: trucos que pueden aplicar los consumidores

Cada vez son más los actores implicados en promover la eficiencia energética. En la apuesta por hacer un uso eficiente de la energía tienen protagonismo los gobiernos, con medidas para disminuir el gasto energético y hacer frente a los problemas de contaminación. También tienen su papel las empresas de producción de energía, las cuales deben apostar cada vez más por el uso de fuentes renovables para limitar el impacto negativo en el medio ambiente.

Pero además de los gobiernos y las empresas, los propios ciudadanos y consumidores de a pie también pueden poner su granito de arena y apostar por la eficiencia energética en su día a día. Para ello, los consumidores pueden empezar por el consumo energético que se produce en el hogar. “La gente está muy preocupada por pagar menos dinero por el coste energético. Para ello, lo primero que hay que saber es cuánto se consume y lo segundo dónde consumes, para saber cómo reducir ese consumo”, explica Giménez.

Dentro de un hogar y de cara a conseguir una eficiencia energética de calidad, son fundamentales tres elementos: el aislamiento, la climatización y el equipamiento.

El aislamiento térmico de una vivienda se refiere a la capacidad que tiene un edificio para mantener una temperatura agradable tanto en invierno como en verano. "Una falta de aislamiento supone una fuga de energía y esto provoca una menor eficiencia energética", explica Giménez. Para favorecer el aislamiento en una vivienda se pueden utilizar toldos y cortinas, pero también es necesario comprobar que las ventanas, puertas y persianas no tienen fugas de calor. "Estas fugas hacen que necesites una mayor aportación por una falta de aislamiento, por lo que es más difícil ser eficientes", añade Giménez.

● En cuanto a la climatización, cada vez son más los hogares que apuestan por incorporar bombas de calor, unos equipos térmicos capaces de tomar la energía en forma de frío o calor existente en el aire, con el fin de usarla para producir calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. "Las bombas de calor pueden suponer un ahorro económico de entre el 40% y el 70% frente a otros sistemas", explica Giménez. Estos aparatos son muy respetuosos con el medioambiente y también ofrecen posibilidades para reducir la dependencia energética del exterior.

● En lo que se refiere al equipamiento del hogar, es importante contar con electrodomésticos eficientes que, aunque al principio suponen un esfuerzo económico grande, a la larga su uso se traduce en ahorro. "Contar con un equipamiento eficiente es fundamental, ya que los electrodomésticos suponen una parte relevante del consumo doméstico, especialmente el frigorífico, pero también secadoras y otros que generan calor", explica Giménez. Para distinguir con facilidad los electrodomésticos que son más eficientes en consumo de energía, es fundamental conocer el etiquetado de los mismos. Además de los electrodomésticos debemos tener en cuenta otros aparatos del equipamiento del hogar, como son las bombillas. Podemos optar por sustituir los sistemas de iluminación de gran gasto, como las bombillas incandescentes, por otros de menor consumo como son las bombillas LED.

Más allá de estos tres elementos, los consumidores también pueden optar por implementar otras medidas. Una de ellas es la electrificación de las viviendas. Algunos consumidores siguen utilizando el gas para calentar el agua de sus hogares o para cocinar. "A día de hoy estas conductas suponen un desperdicio de este combustible, que debería reservarse para usos industriales, además de un aumento de las emisiones contaminantes, ya que existen alternativas eléctricas mucho más eficientes ", explica Giménez. Por esta razón, optar por un equipamiento eléctrico es una apuesta más por la eficiencia. Además, los consumidores pueden aplicar medidas de autoconsumo energético en sus viviendas, como la instalación de paneles solares, o llevar la eficiencia energética al nivel de la movilidad, haciendo uso de vehículos eléctricos.

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