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El elitismo del sector turístico: dispara los precios y ya factura como en 2019 con 30 millones menos de turistas

La subida de los precios dispara los ingresos del sector hasta niveles similares a los de 2019, pese a que el volumen de visitantes extranjeros fue casi doce millones inferior y a que los nacionales efectuaron 18,5 millones menos de viajes.

Foto archivo turistas
Turistas tomando el sol y bañándose en la playa de Portals Nous, en la isla de Mallorca (Balears). Enrique Calvo / Reuters

"Ni los más optimistas podían predecir que todas las principales variables turísticas, junto con el empleo, aumentarían como lo han hecho tan solo dos años después de la pandemia", destaca el Análisis de la actividad del turismo en España Año 2022, en el que el sindicato reclama a los agentes del sector "un compromiso con un modelo sostenible, social y laboralmente responsable, que permita que esta recuperación no se convierta en una vuelta a los vicios pasados, apostando por el empleo de calidad, por el desbloqueo de los convenios colectivos sectoriales y que estos mantengan el poder adquisitivo a las personas trabajadoras".

Desde el punto de vista cuantitativo, no hay duda de que el sector ha recuperado las principales magnitudes en relación con la etapa previa a la pandemia, aunque con algunos cambios de calado en su estructura.

Las estimaciones del sector sitúan su aportación al PIB en niveles similares a los de 2019, el año previo a la pandemia, con un volumen de negocio de 159.000 millones de euros que supone un 12,2% de la actividad, según la patronal Exceltur, una magnitud superior en volumen a los 154.487 de tres años antes aunque ligeramente inferior en peso al 12,4%, y que acapara "el 61% del crecimiento económico de la economía española en 2022" con unas previsiones de crecimiento del 7% para este año.

Se trata, no obstante, de estimaciones procedentes del propio sector, ya que las oficiales de la Contabilidad Nacional y la Cuenta Satélite que elabora el INE (Instituto Nacional de Estadística) todavía tardarán un tiempo en conocerse, aunque los primeros datos apuntan a un crecimiento notable del bloque que abarca la hostelería, el comercio y el transporte, que el año pasado sumaron un volumen de 294.376 millones de euros con un crecimiento del 22,5% que sitúa su peso conjunto en el 22,2% del PIB.

¿Tantos turistas viajaron el año pasado por España? Fueron muchos, sí, pero no tantos como antes de la pandemia y además cayó en picado la afluencia de los rusos, que venían siendo los que, con más de 1.700 euros por viajero, realizaban un mayor gasto por persona.

El INE contabiliza la llegada de 71,65 millones de turistas extranjeros que, con una media de 1.216 euros por cabeza, generaron una facturación de 87.138 millones de euros, cifras que en relación con las de 2019 suponen una caída del 14,2% en la afluencia, otra del 5,2% en la recaudación y un aumento del 10,4% en el tiquet.

La evolución fue más extremada todavía en el caso del turismo interior, en el que, según la misma fuente, el volumen de negocio creció un 10,6% frente al de 2019 para alcanzar los 35.431 millones de euros impulsado por un aumento del gasto medio del 23,8%, ya que el tiquet pasó de 184,25 a 228,22 euros, que paliaron la caída del 10,6% en el volumen de viajes.

En resumen, la ausencia de algo más de la décima parte de los turistas extranjeros y nacionales no fue un obstáculo para que el volumen de negocio se quedara apenas a un punto del que el sector alcanzó en el año récord de 2019, una evolución que sitúa como clave los precios.

"Los precios fueron el año pasado un 22% más altos que el anterior. Han metido el aumento de los costes de la alimentación y la energía, pero los salarios no están subiendo con la misma intensidad", explica Gonzalo Fuentes, responsable de Políticas Sectoriales de Hostelería y Turismo de CCOO.

En este sentido, los índices de precios del INE reseñan un encarecimiento medio del 24,5% en los hoteles entre 2019 y 2022, con dos tercios de esa subida concentrados en 2022; otro del 14,3 en los apartamentos, en este caso con tres cuartas partes en el último ejercicio, y uno de menos de un punto en los campings.

Un rastreo por cualquier buscador de precios muestra cómo para este fin de semana no era posible que una pareja se alojara con desayuno por menos de 120 euros por noche en Sevilla y Zaragoza ni por menos de 90 en Málaga o Valladolid, cuatro de los principales focos de atractivo turístico por la Semana Santa, mientras las tarifas comienzan en 125 en Barcelona y en 115 en Madrid, destinos prácticamente carentes de atractivo religioso en estas fechas, y se van a suelos de 130 y 200 A Coruña o en Alicante, niveles prohibitivos para amplias franjas de familias en una coyuntura de achique del poder adquisitivo por la confluencia de una elevada inflación, el encarecimiento de bienes y servicios que no entran en su cómputo, como los créditos y la vivienda, y una congelación de los salarios.

Más ingresos, pero no tanto aumento de márgenes

Otra cosa es que ese escenario y esas tendencias se estén traduciendo en una mejora del negocio para las empresas o de las condiciones salariales para los trabajadores del sector.

"Esta notable mejora de ingresos no se trasladó de forma directa a los resultados de las empresas turísticas, debido al fuerte aumento de los costes", señala el último barómetro de Exceltur, que concluye que el crecimiento de las tarifas turísticas fue del 14,8% sobre los niveles de 2019 frente a un aumento de los costes energéticos del 28,9%, un 8,9% en los laborales y un 17,1% en los suministros.

Aspectos como la subida general de la inflación y los costes operativos lastran los márgenes de las empresas turísticas

"La facturación de los establecimientos hoteleros, entendida como una aproximación a los ingresos totales del conjunto de destinos, en función de sus niveles de apertura, se situó en el conjunto de 2022 en un +7,9% por encima de 2019, superando el negativo inicio del año", índica el documento, si bien "la subida general de la inflación y de los costes operativos [...] lastraron notablemente los márgenes de las empresas turísticas, las cuales además arrastraban unos años previos de cierres y elevados endeudamientos".

Así, añade, los destinos vacacionales de mar y playa "experimentaron un nivel de ingresos superior al previo a la pandemia, que no se tradujo en mejora de márgenes por la continua elevación de costes", mientras que el turismo urbano llegó a recuperar "su nivel de ingresos prepandemia en el año 2022", aunque con los "márgenes empresariales deteriorados por el incremento de costes".

El coste salarial crece seis puntos menos que el empleo

CCOO no acaba de compartir esas conclusiones, ya que observa "un sector turístico nuevamente en cifras récord, incluso en algunas variables superiores a las de prepandemia", caso de algunos indicadores de rentabilidad hotelera como los ingresos por habitación disponible, para los que estima un crecimiento de anual del 49,01% y otro del 14,74% en relación con 2019, o como la tarifa media diaria, para la que calcula avances del 11,86% y del 17,48%.

Paralelamente, el volumen de empleo del sector turístico ya superó el año pasado en medio punto al de 2019 tras volver a ocupar a 1,35 millones de trabajadores, un dato que contrasta con las frecuentes quejas desde el ámbito empresarial sobre la falta de mano de obra.

Desde el sector critican la falta de personal en hostelería

Los datos, sostiene el sindicato, contradicen "una vez más a los que critican la falta de personal en la hostelería" y evidencian que, pese a que alrededor de 70.000 trabajadores del ramo lo abandonaron tras la pandemia, "donde falta [mano de obra] es porque se ofertan condiciones inaceptables o fraudulentas".

Mientras tanto, Exceltur incluye entre los "principales factores que pueden ralentizar la actividad turística en España en 2023" las "dificultades crecientes para la contratación de personal formado", a lo que añade, "un posible incremento previsto de los costes salariales [...] que se acumularían al 8,9% de 2022".

Casi tres de cada cuatro empleados tienen contrato indefinido

Este último dato apunta en realidad a una reducción de los salarios percibidos por los empleados, ya sea por la menor duración de las jornadas (aunque el empleo a tiempo completo creció un 22%) o por el recorte de los componentes de la nómina, ya que ese aumento de menos del 9% de los costes salariales se produjo el mismo año que el empleo crecía un 15,4%.

En cualquier caso, no todo son registros negativos por el flanco del empleo. "Hemos avanzado mucho con la reforma laboral, pero sigue habiendo mucha parcialidad no deseada" (el 72% del personal es indefinido tras un avance del 26% en un año), explica Fuentes, que anota que, al mismo tiempo, "sigue habiendo empleos que la gente no quiere cubrir", principalmente por lo bajo del salario y por las dificultades para conciliar.

"Si no cuidan al personal vamos a tener problemas que van a afectar al servicio. La hostelería es una profesión, como cualquier otra", advierte el representante de CCOO, organización que, además de mejoras salariales, viene reclamando a las empresas mayores inversiones en formación y soluciones ante una carestía de la vivienda que dificulta el desplazamiento temporal de los trabajadores de una comunidad a otra en un sector tan marcado por la estacionalidad.

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