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Crisis del coronavirus La Eurocámara exige un fondo anticrisis con una dotación mínima de 2 billones 

La Comisión Europea, por su parte, avanza algunas de las claves de su plan, que se basará en tres pilares y estará disponible ya este mismo 2020. Sin embargo, no avanza cifras ni partidas concretas.

Vista del hemiciclo del Parlamento Europeo en Bruselas, durante el debate de las medidas para afrontar la crisis del coronavirus.
Vista del hemiciclo del Parlamento Europeo en Bruselas, durante el debate de las medidas para afrontar la crisis del coronavirus.

Los eurodiputados y eurodiputadas han celebrado este miércoles un debate con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo, Georges Michel, para garantizar que el Presupuesto de la Unión Europea sea una herramienta eficaz para reactivar la economía de Europa tras los estragos de la crisis sanitaria del Coronavirus.

La alemana se ha dado de bruces contra el frente común formado por populares, socialistas, liberales, ecologistas y conservadores para reclamar un fondo de 2 billones de euros. El socialista Jonás Fernández ha explicado que, a través de la resolución pactada entre los cinco principales grupos de la Eurocámara, apuestan por un fondo de recuperación “financiado con deuda comunitaria y que se canalice a la economía real a través de transferencias directas”.

El eurodiputado español ha ido más allá y ha tildado de “inaceptable” que Bruselas no haya puesto encima de la mesa todavía su propuesta, tal y como acordaron los Jefes de Estado y de Gobierno el pasado 23 de abril. Ha recomendado a la Comisión que se abstenga “de presentar una propuesta con multiplicadores fantasmas que resten credibilidad al proyecto europeo”.

La presidenta del Ejecutivo comunitario ha dado hoy en el pleno del Parlamento Europeo unas pinceladas tenues de su ambiguo plan de recuperación. Ha evitado hablar de cifras- aunque se especula que su tamaño ronda los 1,5 billones de euros- y detallar las partidas concretas del paquete, aunque sí que ha adelantado que Bruselas financiará este plan con deuda europea y estos fondos se canalizarán a través del Presupuesto de la UE, conocido como Marco Financiero Plurianual, para el periodo 2021-2027.

La alemana ha reconocido que la pandemia del coronavirus afecta a todos los Estados miembros, aunque ha insistido en que no todos tienen “la misma capacidad para amortiguar el golpe, ni la misma estructura fiscal”. Por ello ha insistido en la importancia de relanzar la economía de la Unión Europea tras el golpe virulento de la pandemia, que estará basado en tres pilares y sus inversiones estarían disponibles este año.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con mascarilla, en el Pleno del Parlamento Europeo, en Bruselas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con mascarilla, en el Pleno del Parlamento Europeo, en Bruselas.

El primer pilar estaría destinado a “ayudas a los Estados miembros para que se recuperen y salgan más fuertes de la crisis”. Dentro de este bloque estarían las inversiones alineadas con las prioridades estratégicas de la Comisión, como la transición ecológica, y un refuerzo de la Política de Cohesión. Von der Leyen ha señalado que este pilar se llevaría el grueso de la financiación del paquete, que estaría sometido al semestre europeo.

Para la presidenta de la UE el pacto verde ha sido su caballo de batalla desde que entrara en el Ejecutivo comunitario. “Tarde o temprano tendremos una vacuna contra el coronavirus, pero no existe una vacuna contra el cambio climático”, ha indicado. Por ello ha instado a sus compañeros y compañeras a trabajar sin olvidar los objetivos de la transición ecológica.

En segundo lugar, el fondo incluiría un instrumento para “nuevas inversiones estratégicas”. La presidenta de la Comisión ha dicho que es clave para reducir la dependencia de la Unión Europea y por ello ha insistido en que Europa “debe de ser capaz de producir sus propias medicinas”. Este bloque también contempla ayudar a través de fondos europeos a empresas que requieran ser recapitalizadas tras la pandemia.

El tercer pilar iría ligado a la extracción de conclusiones de esta crisis y fortalecer los programas europeos actuales que demuestran ser valiosos y esenciales” y crear nuevos. Dentro de este último paquete, la alemana ha hablado de la creación de uno específico sobre la salud.

La Eurocámara exige que no se haga ingeniería financiera

La resolución pactada ha conseguido reunir al 80% del arco parlamentario. Dentro de este nutrido grupo hay partidos tan variopintos como VOX o Catalunya en Comú. Juntos esperan ejercer la presión necesaria a la Comisión Europea y a los frugales, con Holanda y Alemania a la cabeza, para apostar por un plan de recuperación donde primen las transferencias.

La ambiciosa propuesta de dos billones de euros se distribuiría a partes iguales entre el Fondo de Recuperación y el Marco Financiero Plurianual. Los eurodiputados y eurodiputadas de los principales partidos de la Cámara exigen a Bruselas que “no hagan ingeniería financiera”. La Eurocámara pide un instrumento tangible, real, que tenga un efecto claro en las empresas que están sufriendo las consecuencias de la pandemia. Por ello instan a la UE a contar con participación parlamentaria y “no escapar de la supervisión de la Eurocámara”.

Según el texto, el tamaño de este presupuesto se mantendría durante el tiempo que durase la crisis. Son conscientes del momento histórico que está atravesando Europa y abogan por conseguir el dinero a través de subvenciones y préstamos con vencimiento a largo plazo.

Sin embargo, también han recogido una reclamación histórica, para evitar que los países más ricos tengan que elevar su contribución. Esta es apostar por los recursos propios. Esto podría hacerse a través de diferentes vías sin definir en el documento, aunque el impuesto por las emisiones de carbón, el impuesto por servicios digitales o las transacciones serían algunos ejemplos.

Precisamente en esta misma línea se mueve la izquierda europea, a lo que añade “el aumento de los impuestos al 1% de los ricos europeos”. La formación, que pretendía hacer prevalecer su propuesta ‘Solidaridad es la cura’, todavía no ha decidido su voto, que tendrá lugar este viernes. El grupo de Izquierda Unitaria se abstuvo en una votación similar hace tan solo un mes, aunque entonces no había encima de la mesa ninguna cifra.

El eurodiputado alemán Martin Schirdewan, copresidente de GUE en la Eurocámara, ha hecho hincapié en la necesidad de apostar por un presupuesto “a la altura de las circunstancias, que cuente con recursos propios”. Además, ha insistido en que es clave que el “Banco Central Europeo financie directamente a la eurozona”.

El representante de Ciudadanos, Luis Garicano, ha señalado que la propuesta debería de ser interesante para los frugales y la eurodiputada popular, Dolors Monstserrat, ha subrayado que el plan “debe servir para levantar la Europa de la nueva realidad, la Unión Europea del siglo XXI”.

A modo de curiosidad, al debate han llegado dos propuestas para bautizar al plan de recuperación. Mientras que el presidente del Consejo opta por llamarle Plan Gasperi, el español Luis Garicano apuesta por Plan Schuman. Curiosamente ambas propuestas recogen a dos de los padres fundadores de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero, germen de la Unión Europea, que este sábado cumplió 70 años: Alcide de Gasperi y Robert Schuman.

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