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Gas Natural Fenosa gana un 1,2% más en 2104 tras la venta de su negocio
de telecomunicaciones

Los ajustes de su negocio en Egipto, el impacto regulatorio en España y la devaluación de divisas lastran los resultados de la energética

El consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca, durante la presentación de los resultados de la compañía en 2014. REUTERS/Sergio Perez

J. E. Rodríguez / REUTERS

MADRID.- El grupo de gas y electricidad Gas Natural salvó los muebles en 2014 al lograr un moderado crecimiento en su beneficio gracias a la venta de sus torres de telecomunicaciones y a un entorno fiscal más favorable, pero los ajustes de su negocio en Egipto, el impacto regulatorio en España y la devaluación de divisas latinoamericanas situaron el resultado por debajo de lo que esperaba el mercado.

"Aunque anticipábamos que se iban a contabilizar algunos extraordinarios en el cuarto trimestre, el impacto negativo neto ha sido mayor de lo que esperábamos, de ahí que el dividendo sólo crezca un 1,2 por ciento a 0,91 euros por acción", dijeron analistas de JP Morgan en un informe para clientes.

La compañía pilotada por el consejero delegado Rafael Villaseca anunció un beneficio de 1.462 millones de euros el año pasado, un 1,2 por ciento superior al resultado comparable de 2013 aunque por debajo de lo que esperaban de media los analistas consultados por Reuters (1.533 millones), lo que penalizaba su cotización en bolsa con caídas próximas al dos por ciento.

Gas Natural contabilizó unas plusvalías de 252 millones el año pasado por la venta de su negocio de telecomunicaciones, pero también unas provisiones por deterioro de activos de 532 millones, la mayor parte (485 millones) vinculadas a su participación del 50 por ciento en Unión Fenosa Gas, la sociedad conjunta que tiene con la italiana Eni para la que ya provisión 70 millones en 2013.

Unión Fenosa Gas opera con el socio local público Egas la planta de licuefacción de gas de Damietta, Egipto, que estuvo totalmente parada en 2014.

Damietta lleva con problemas de producción desde que el Gobierno egipcio comenzase a destinar su propio gas natural al creciente consumo doméstico en lugar de enviarlo a la planta para su exportación, situación por la que la española solicitó un arbitraje internacional en 2013.

Actualmente, el Gobierno egipcio estudia traer gas a Damietta desde el yacimiento de Tamar en aguas israelíes y los directivos de Gas Natural confían en retomar la actividad a finales de año.

"Estamos intentando ver las posibilidades reales de que la planta en el corto, medio plazo tenga aprovisionamientos del gas de Tamar", dijo Villaseca, mientras que el director financiero Carlos Álvarez añadió luego que como muy pronto esto se produciría a finales de año.

Central de Ciclo Combinado de Gas Natural Fenosa en San Roque (Cádiz)

Los resultados operativos del grupo participado por Caixabank y la petrolera Repsol estuvieron en línea con lo previsto. El ebitda apenas subió un 0,1 por ciento a 4.853 millones de euros, frenado por los recortes de la reforma eléctrica en España y la depreciación de varias divisas en Latinoamérica.

Gas Natural dijo también que la deuda neta del grupo se elevó a 16.942 millones de euros al cierre de 2014 desde 14.252 millones un año antes fundamentalmente por la compra de la eléctrica chilena CGE el pasado noviembre por 2.550 millones de euros.

En cuanto a la retribución al accionista, el grupo mantuvo el pay-out (porcentaje de beneficios destinado a dividendo) en el 62,1 por ciento.

Los directivos de Gas Natural se mostraron confiados en cumplir los objetivos del plan estratégico vigente, que pasan por un beneficio neto de alrededor de 1.500 millones en 2015 y un ebitda de más de 5.000 millones, cifras que según reconocieron ya tienen en cuenta la aportación de CGE.

La eléctrica chilena será uno de los pilares de la nueva estrategia de Gas Natural que probablemente se presentará a finales de año y después de esta adquisición el grupo no se plantea por ahora seguir creciendo mediante compras.

Villaseca restó importancia al impacto del precio del petróleo en el negocio gasista, abrigándose en las buenas perspectivas para la demanda a largo plazo de gas natural licuado (GNL) y en factores que hacen de escudo como que los aprovisionamientos se abaraten cuando baja el Brent, que las ventas de GNL estén dolarizadas o que los contratos de suministro de la compañía estén cerrados y sean de largo plazo. 

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