Público
Público

Informe del FMI El FMI ve un aterrizaje suave del PIB español y respalda las políticas de transición ecológica

Las nuevas previsiones del organismo apuntan un “debilitamiento leve”, que restará cuatro décimas de crecimiento, hasta el 2,2% este año, y otras cuatro en 2020, al 1,8%, en medio de un clima de debilitamiento global. El Fondo reclama un nuevo presupuesto y alienta los proyectos verdes para combatir la crisis climática en un territorio donde incidirá de forma especialmente intensa

Foto de archivo de Madrid y su distrito al fondo de la imagen. REUTERS/Sergio Pérez

DIEGO HERRANZ

La economía española está en fase de ralentización, admite el informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre previsiones económicas, el World Economic Outlook (WEO) del FMI. Pero su retroceso “es gradual” y su debilitamiento “suave”.

El FMI calcula que el PIB crecerá un 2,2% este año y un 1,8% en 2020, lo que supone una décima por debajo de su predicción de la pasada primavera y de la versión oficial del Gobierno español (que también acaba de ser revisada a la baja).

También el resto de parámetros macroeconómicos están en sintonía con las perspectivas del Ejecutivo de Pedro Sánchez, con mínimas excepciones. Es un escenario  que descarta cualquier aterrizaje brusco de la actividad, pese a que la coyuntura internacional se ha debilitado y los riesgos económicos y geopolíticos puedan ocasionar un empeoramiento adicional.

El WEO, por ejemplo, que no publica datos sobre déficit presupuestario ni el estado de la deuda pública, remite a su departamento de investigación online para calibrar estas dos rúbricas, que preservan el diagnóstico de su cumbre primaveral.

En este enlace, que recoge datos del Fiscal Monitor de esta institución de abril sobre España, se precisa que el balance presupuestario acabará 2019 en un déficit del 2,69% del PIB, un calibre de casi siete décimas superior al que augura el Gobierno en funciones. Con una posición deudora (el endeudamiento se mantiene próximo al 100% del PIB desde los primeros ejercicios del actual ciclo de negocios) que mejorará en 16 puntos básicos en el caso español por el repunte de la recaudación derivada de los avances en la inversión neta internacional este ejercicio. Frente al deterioro de países como EEUU, que elevará cinco puntos más su exposición a los vencimientos de pagos en relación a 2018, por lo que reclama a la Casa Blanca un mayor esfuerzo de “estabilización” de su déficit por cuenta corriente, en plena cuesta abajo desde la retirada de los estímulos fiscales. La correlación entre deudores y acreedores en la zona del euro es, sin embargo, “substancialmente mejor”, explica el WEO, en uno de los pocos elogios hacia la economía de los socios monetarios europeos.

La inflación tampoco será un problema en España en el horizonte próximo. El Fondo contempla una subida media de precios del 0,7% este año, en línea con el 0,8% del Ejecutivo, y del 1% en 2020. España, deja entrever el informe, no será un obstáculo para que “la política monetaria” del BCE se acomode al impulso de la actividad, con nuevos estímulos tras la marcha de Mario Draghi, o a “responder a la “persistente debilidad de la inflación subyacente” (la que excluye los precios de la energía y de los productos alimenticios) que “apenas ofrece señales de leve intensidad desde mediados de 2018”.

Los precios en la zona del euro, asevera el WEO, invitan a “un respaldo” de los planes fiscales para espolear el dinamismo. Estrategia que considera “ideal” y que ya debería haberse puesto en marcha “antes de la ralentización”. En especial, en Alemania, en disposición de gastar más “en inversiones públicas en capital humano y reducir las cotizaciones y la fiscalidad sobre el trabajo para impulsar la demanda, ayudar a reducir el excesivo superávit por cuenta corriente e incentivar el potencial productivo e industrial”. Porque tiene “margen presupuestario” para ello.

En los socios monetarios con alto endeudamiento (entre los que cita a España, Francia o Italia) estos planes de estímulo fiscal “deben activarse gradualmente y dirigirlos a la inversión”, con iniciativas “creíbles” que contribuyan a la corrección de la deuda a medio plazo. Italia, explica el WEO, necesitará “un periodo más largo de tiempo para atender sus necesidades de financiación y de reembolsos de deuda”. Pero el Fondo va, incluso, más allá. Y, en un claro guiño a Draghi, se decanta por recomendar “una respuesta fiscal sincronizada” de los socios del euro “para poder amplificar el impacto beneficioso” de estas políticas. Además de avanzar en “la culminación de la unión bancaria y en el proceso de limpieza de los activos tóxicos que todavía permanecen en el balance de ciertas entidades bancarias para incrementar el flujo crediticio a las economías, el consumidor y las empresas”. El FMI asume que estas medidas expansionistas se apreciarán en Alemania, Canadá, Hong Kong, Corea del Sur, EEUU y España, además de en áreas emergentes como China o Turquía.

Inversiones frente a la crisis climática

El WEO hace hincapié en los proyectos de transición ecológica, sobre los que el Gobierno español en funciones ha enarbolado un férreo compromiso de futuro. La catástrofe climática, asevera el informe, “será un factor determinante de las disparidades regionales en las potencias avanzadas a finales del siglo”.

“Se requieren nuevas leyes para reducir la desigualdad económica e incluir una mejor redistribución fiscal de la riqueza”

El efecto del calentamiento global sobre la productividad, la agricultura, la industria y los servicios variará substancialmente en según qué regiones y países. Anima a que se instauren acciones de gobierno que “inviertan decididamente en la adaptación climática” y persigan la neutralidad energética. La ausencia de este tipo de políticas restará entre dos y tres puntos la productividad laboral en Italia, España o EEUU.

También recomienda cambios en las leyes laborales. Con objeto de, dice textualmente, “reducir la desigualdad económica, incluir una mejor redistribución fiscal de la riqueza mediante tributos y transferencias públicas que potencien la Educación, la Sanidad, las infraestructuras y el acceso a la vivienda”. Y cita como ejemplo los subsidios al desempleo que rigen en Francia y España, de la que elogia los “créditos fiscales a las rentas de personas en paro y las exenciones en el IRPF a contribuyentes de rentas bajas”.

Aun así, la tasa de paro español, según el WEO, apenas bajará siete décimas en los próximos meses. Desde el 13,9% de 2019, una décima más que la previsión del Gobierno, al 13,2% en 2020, lejos del 12,3% que establece el cuadro macro de Economía.

Si bien, los expertos del Fondo atisban una mejora de la renta per cápita: del 1,7% el pasado año; del 1,4% este y del 1,2% el próximo ejercicio. Después de un trienio, entre 2011 y 2013, en el que los ingresos personales retrocedieron un 1,4%, un 3% y un 1,3%, respectivamente.

La mayor crítica a España, sin embargo, enfoca a la inestabilidad política y la repetición electoral. Las proyecciones sobre la economía española, explica el WEO, asume la extensión del programa presupuestario diseñado en 2017 para el ejercicio pasado y las medidas legislativas aplicadas en los últimos meses “pueden elevar los gastos de pensiones y salarios de empleados públicos” por lo que resulta prioritario un nuevo proyecto que ajuste ingresos y desembolsos futuros.

El cuadro de mando de la economía española que realiza el WEO está en la misma longitud de onda que algunos análisis privados. Como el más reciente, del servicio de estudios del BBVA, que otorga un crecimiento del PIB del 2,3% en 2019 y del 1,9% en 2020, una décima por encima en ambos ejercicios, que basa su optimismo en “una recuperación gradual del entorno global y una política monetaria más acomodaticia” que aún está por ver. A pesar del deterioro gradual de la demanda interna y de los flujos comerciales al sector exterior, corregidos por varios de los componentes que configuran la inversión y de la resistencia del turismo.

La tensión comercial y la persistencia en los mercados de acudir a valores refugio para eludir la baja rentabilidad que trasladan los estímulos monetarios a las carteras de capital. Aun así, los expertos del BBVA creen que las rebajas de tipos serán el “principal instrumento de apoyo” de la recuperación y aconseja al futuro Ejecutivo español, como el FMI, “reformas que ayuden a revertir la tendencia hacia la desaceleración, a reducir el desempleo estructural y a aumentar el crecimiento potencial, claves para reducir la desigualdad”.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Economía