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Portugal ofrece a otro grupo chino la compra del rescatado Novo Banco

Fosun es el elegido para negociar venta del Novo Banco, según la prensa lusa. En la recámara queda un tercer postor, el fondo estadounidense Apollo

Banderas de la UE, Portugal y Novo Banco ondean en la sede de la entidad financeira lusa, en Lisboa. EPA/TIAGO PETINGA

EFE

LISBOA.- El grupo chino Fosun es el elegido por el Banco de Portugal para negociar la venta del Novo Banco después de fracasar las conversaciones con el candidato que presentó una mejor propuesta, el también chino Anbang. Así lo revelan diferentes medios lusos, que corrigieron de esta manera la información divulgada durante este martes, cuando apuntaron al fondo de inversión estadounidense Apollo como el segundo aspirante a ser llamado a la mesa de negociaciones.

El organismo supervisor informó este lunes en un comunicado de la falta de consenso con el primer candidato, pero continúa sin hacer oficial la identidad de ninguno de los interesados en comprar el Novo Banco, heredero del intervenido Banco Espírito Santo.

Expertos y analistas recuerdan que si las conversaciones con Fosun llegan a buen puerto, el acuerdo se producirá muy cerca de la cita electoral del próximo 4 de octubre.

El Banco de Portugal tiene un "plan B" por si no llega a un acuerdo con ninguno de los tres interesados en adquirir la entidad, y que pasa por que el Fondo de Resolución (instrumento en el que participan todos los miembros del sector financiero luso de forma proporcional) siga como propietario del Novo Banco hasta 2019. 

Pérdidas en la mitad del ejercicio

Este primer revés en la venta del Novo Banco se produce sólo un día después de que la entidad publicara los resultados del primer semestre de 2015, que cerró con pérdidas por valor de 252 millones de euros.

La operación es seguida con expectación en Portugal, ya que el Estado facilitó fondos públicos para la creación de la nueva firma, lo que da una dimensión también política al caso, con Gobierno y oposición enfrentados cuando apenas falta un mes para las elecciones generales.

El BES fue intervenido por el Banco de Portugal en agosto de 2014, tras detectarse pérdidas multimillonarias e irregularidades contables derivadas del derrumbe del Grupo Espírito Santo, al que pertenecía. Ante esa tesitura, el supervisor luso optó por dividir la entidad, con una parte que agrupa los activos "sanos", para lo que se constituyó el Novo Banco, y otra que se quedó con los tóxicos.

Para poner en marcha el Novo Banco se recurrió al llamado "Fondo de Resolución", participado por todos los miembros del sector financiero del país, y para capitalizarlo se aportaron 4.900 millones de euros. Sin embargo, debido a la falta de fondos en ese momento, 3.900 millones procedieron de un préstamo acordado con el Estado y que debe ser devuelto a lo largo de 2016.

Un hombre camina junto a una sucursal de Novo Banco en Lisboa. EFE/Tiago Petinga

Un hombre camina junto a una sucursal de Novo Banco en Lisboa. EFE/Tiago Petinga

La solución encontrada por el banco central fue apoyada desde el principio por el actual Ejecutivo portugués, de signo conservador, mientras que la oposición de izquierdas manifestó sus dudas y alertó de que, en última instancia, puede llegar a provocar pérdidas al erario público.

Si el Novo Banco fuera vendido por un importe inferior a los 4.900 millones de euros invertidos en su creación, los perjuicios deberán ser asumidos, de forma proporcional, por las entidades financieras del país, entre ellas la Caixa Geral de Depósitos, que es pública.

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