Este artículo se publicó hace 2 años.
La gran banca dispara su beneficio trimestral a nivel de récord pese al frenazo de la economía por la inflación y la guerra
Las cinco grandes entidades financieras cierran el primer trimestre de 2022 con más de 2.000 millones de beneficio neto en España, y con más de 5.000 en el global, con las comisiones desbocadas a 1,27 millones por hora y con perspectivas de mantener el crecimiento de sus resultados pese al cuadro general de inestabilidad.
Zaragoza-Actualizado a
La gran banca española ha disparado sus beneficios en el primer trimestre de este año, tanto en su negocio local como en el global, mientras la economía, zarandeada por la inflación y por los efectos de la guerra aunque con indicadores positivos en áreas como el empleo, frena su aceleración al caer el avance del PIB a un 0,3% trimestral tras nueve meses en dígitos enteros que todavía dejan el interanual en un desmesurado 6,4%.
Los cinco grandes bancos del Íbex35 (Bankinter, CaixaBank, Banco Sabadell, BBVA, y Banco Santander) ganaron entre el 1 de enero y el 31 de marzo 2.040 millones de euros netos en su negocio en España y 5.268 millones en el global, donde las dos últimas entidades realizan algo más del 75% de sus operaciones, según los informes de resultados que han enviado a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) en los últimos días.
Ese volumen de beneficios supera en un 26% al que obtuvieron en el plano global en el primer trimestre de 2019, el último inicio de ejercicio ‘normal’ como previo a la pandemia, la crisis inflacionista y la guerra de Ucrania.
Mientras tanto, en el ámbito local las ganancias de enero a marzo prácticamente doblan (+85%) los 1.099 millones de euros de beneficio neto de 2021, el primero en el que los efectos del alza de los precios y del conflicto bélico se superpusieron en España a la incipiente recuperación tras la crisis sanitaria.
Los beneficios netos de la gran banca española en esos seis meses suman 3.139 millones, según la información facilitada a la CNMV por las propias entidades.
Esas cifras y los informes en los que se integran dan algunas pistas acerca de las causas de unos resultados de esa magnitud, entre los que, obviamente con excepciones concretas, destacan un cambio de modelo de negocio que incluye un mayor enfoque hacia la banca digital y hacia la venta de productos no financieros como los seguros para paliar el gripado del menguante margen de intereses (aunque sigue siendo el foco principal de ingresos) y mientras se mantiene la creciente dependencia de las comisiones por la prestación de servicios financieros, cuya magnitud ya puede considerarse desbocada.
Los 2.756 millones de euros que han ingresado esas cinco entidades financieras por comisiones a sus clientes en España suponen un ritmo de 1,27 millones por hora (21.265 euros por minuto) que, además de disparar al 38,3% el peso de este tipo de ingresos en el conjunto de su negocio, supera incluso en 50.000 euros el récord que marcaron el año pasado con 10.729 al cierre del ejercicio.
A escala global, los 5.528 millones anotados por ese concepto suponen un ritmo de ingresos de 2,55 millones de euros por hora.
El aumento de los ingresos netos por comisiones, provocado en parte aunque no exclusivamente por la mejora de la actividad económica, ha sido generalizado en relación con el primer trimestre del año pasado: un 13% en Bankinter, un 9,5% en BBVA, un 47% en CaixaBank, un 5% en Sabadell y un 6% en Santander.
La mayoría de los cinco grandes bancos, especialmente los de mayor tamaño, pronostican en sus informes de resultados del primer trimestre que sus resultados van a seguir mejorando.
En este caso, resulta paradigmático el análisis que expone BBVA, que ha logrado el mayor beneficio de su historia en el conjunto del grupo y cuyo resultado en España, con un aumento de las ganancias del 62,3%, "alcanza el nivel más alto desde 2010".
Esta entidad atribuye el aumento de sus ingresos a "el dinamismo de la actividad (+10,6%) y a la mejora de los indicadores de riesgo", en una conclusión que, aunque no acaba de casar con las tenebrosas perspectivas que en un escenario de crecimiento superior al 4% se proyectan sobre la economía desde algunas flancos de la escena política, sí lo hacen con las de sus dos principales competidores.
En este sentido, CaixaBank, que en tres meses ha colocado 2.100 millones de euros en hipotecas, más de la mitad de ellas con la guerra iniciada, destaca que "la recuperación económica continúa a pesar de las tensiones geopolíticas y la inflación", aunque al mismo tiempo ha aprovisionado un fondo de 214 millones de euros en previsión de las consecuencias del conflicto bélico.
Y Santander, que ya cierra por internet más de la mitad de sus ventas mientras amplía su base de clientes tanto digitales como analógicos, señala que "la actividad comercial se mantiene robusta" con aumentos del 5% en créditos y en depósitos y del 6% en aportaciones a fondos de inversión.
No obstante, y pese a esas perspectivas, sobre la gran banca española, que acumula 19.319 millones de beneficios netos en los dos años y un trimestre de la crisis pandémica y la inflacionista, también se ciernen algunos nubarrones, tal y como señalaba el reciente Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España, que apuntaba a la existencia de 93.000 millones de euros (61.046 de empresas y 31.905 de hogares) en créditos bajo "vigilancia especial" mientras otros 49.000 se encuentran en situación de mora.
"La morosidad no se contabiliza de la misma manera que antes de la crisis sanitaria", destaca el economista Carlos Sánchez Mato, que advierte sobre el elevado volumen de préstamos en situación de riesgo que supone la suma de esas dos cifras.
Sánchez Mato llama la atención sobre otro aspecto relacionado con los procesos de concentración que ha ido sufriendo la banca española en los últimos años, y que arroja dudas sobre la eficiencia de esas fusiones: CaixaBank, con Bankia absorbida, ha ganado en el primer trimestre de este año 707 millones de euros netos, que son 34 menos de los que esas dos entidades obtuvieron entre enero y marzo de 2019, registros que con Unicaja y Liberbank son de 60 frente a 84.
"Tienen menos beneficios juntas que por separado, parece que las sinergias se han volatilizado", apunta el economista, que anota que "los procesos de fusión no han sido precisamente exitosos desde el punto de vista de la rentabilidad, al menos en esta fase".
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