La empresa de ingeniería y construcción Sacyr informó el viernes de un beneficio neto en 2022 de 111 millones de euros recuperándose de la pérdida de 189 millones registrada un año antes con la ayuda de los mayores ingresos de sus negocios de concesiones de carreteras, cuyas operaciones están ligadas a la inflación.

"Detrás de los sólidos resultados de 2022 está la capacidad de Sacyr de poner en servicio nuevos activos concesionales", dijo la empresa en un comunicado. 

El grupo presidido por Manuel Manrique ha reportado unas ventas de 5.852 millones de euros, lo que supone un incremento del 25% respecto a 2021, concentrando las concesiones 2.071 millones de euros, un 40% más.

La constructora presidida por Manuel Manrique obtuvo un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 1.502 millones de euros, un 63% más que en 2021. Sus activos de concesiones de infraestructuras, que aportaron el 88% de su beneficio bruto.

La buena marcha operativa de los activos; los ingresos de los activos concesionales que se encuentran directamente ligados a la inflación; la puesta en operación de la nueva autopista Ruta 78 en Chile y de Rumichaca Pasto, en Colombia, así como diferentes tramos de otras autopistas como Ruta 2 y 7, en Paraguay; la mejora de los tráficos de los activos a nivel nacional; y aportación de cinco activos de Agua en Chile y otros en Australia, explican la mejor de esta actividad.

En cuanto a los ingresos de construcción dentro de concesiones, aumentaron un 20% como consecuencia del al avance de proyectos como el Ferrocarril Central, en Uruguay, la Ruta de la Fruta, Aeropuerto de Arica y Hospital de Buin-Paine, los tres en Chile, y la RSC-287 en Brasil.

Por su parte, Sacyr Ingeniería e Infraestructuras creció un 19% apoyada en la ejecución de grandes proyectos en cartera ubicados en los mercados estratégicos del grupo, así como en la contribución tanto de la autopista Pedemontana-Veneta como de la autopista A3, ambas en Italia. 

Sacyr Servicios, que se encuentra en proceso de venta, elevó su cifra de negocio un 8% respecto a 2021, apoyado en las dos áreas que componen la división. La constructora planea vender (en su totalidad o participaciones) sus servicios de limpieza, así como hasta el 49% de su división de agua principalmente para reducir su deuda.

El pasado mes de octubre, la compañía inició un plan de desinversiones con la mente puesta en cumplir los objetivos del Plan Estratégico, que pasan por apostar por los activos concesionales, acelerar la reducción de la deuda neta con recurso e impulsar el crecimiento del área de agua.

En 2022, la deuda neta con recurso se ha reducido 135 millones de euros y Sacyr espera alcanzar el objetivo de 2025 en 2023, dos años antes de lo previsto. No obstante, el importe de la deuda financiera neta era a final de año de 7.490 millones de euros, 1.477 millones más que a cierre de 2021.

Nuevo plan estratégico

En la presentación de resultados, el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, anunció que la compañía lanzará un nuevo plan estratégico que sustituirá al actual, cuyo período se establecía entre 2021 y 2025, después de haber dado por cumplidos la mayoría de objetivos en los resultados de 2022 y la previsión de cumplir la meta de reducción de la deuda con recurso en 2023.

Manrique señaló que el comportamiento "tan excepcional" de los resultados ha permitido que "virtualmente" todos los objetivos de la compañía para 2025 se hayan cumplido este año, con tres años de adelanto. Además, la compañía inició en 2022 un proceso de desinversión que se llevará a cabo en 2023 con la venta de su división de servicios. El presidente de la constructora señaló que todas estas transacciones permitirán cumplir también con el último objetivo del plan estratégico, la reducción de la deuda con recurso a cero.

Manrique añadió que el nuevo plan se extenderá hasta el año 2027, poniendo el foco en el beneficio y no en la cifra de negocio del grupo, y previsiblemente revisará la política de dividendos, "teniendo en cuenta lo mejor para la compañía". 

(1 dólar = 0,9446 euros) (Reporte de Corina Pons; edición de David Latona y Jason Neely; editado en español por Darío Fernández)