Los sindicatos CCOO y UGT han calificado de "éxito" el inicio de la huelga de tres días que han convocado en Correos, con un seguimiento del 80% de los empleados y la paralización de las rutas de transporte del correo en los centros de las principales ciudades de España.

Según los sindicatos, Correos se ha visto obligado a paralizar las rutas de transporte en los centros de Madrid, Barcelona, València, Sevilla, Valladolid, Zaragoza, Alacant, Las Palmas, Málaga, Bilbao, Tenerife, Santiago, Vitoria, Granada, Mérida, Oviedo y Mallorca.

Por tanto, el seguimiento de la convocatoria para CCOO y UGT ha sido "masivo" en el turno de la noche, llegando al 80%. Sin embargo, Correos ha dicho a Efe que el seguimiento fue del 11,85%.

De hecho, la compañía postal ha afirmado que la actividad "se está desarrollando con normalidad y sin incidentes" y ha llegado a tildar de "falsos" los datos de los sindicatos convocantes.

Manifestación de miles de trabajadores

Independientemente de las distintas versiones, a partir de las 12.00 horas centenares de trabajadores han acudido a una manifestación en Madrid que termina en las puertas del Congreso de los Diputados. 

Según EFE, los empleados de Correos que se han concentrado este miércoles han sido en torno a 3.000. La movilización se convirtió en una "marea amarilla" de camisetas con ese color corporativo, impresas con el lema "stop al desgüace, por la viabilidad del correo público", de gorras y con cientos de globos amarillos de gas con el eslogan "salvemos al servicio postal".

Según explicaron los sindicatos, han acudido a la capital trabajadores de todos los puntos de España.

Los sindicatos denuncian el desmantelamiento de Correos

Los sindicatos reclaman "la paralización del desmantelamiento de Correos y el abandono del servicio público postal". Señalan como culpable de esto a su presidente, Juan Manuel Serrano, y agregan que el Gobierno "avala y consiente sus políticas de desguace de la mayor empresa pública del país".

Además, denuncian que el nuevo modelo de distribución implantado por la empresa conlleva una disminución de espacios y personas de las unidades de reparto para dejar paso a la paquetería comercial y rentable de la filial Correos Express, que sería atendida por "trabajadores subcontratados y precarizados".

Por su parte, la empresa dice que no existe plan alguno de privatización, que tampoco hay un trasvase de actividad de Correos a Correos Express y que no está cerrando oficinas ni centros de distribución.