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El sistema fiscal penaliza ahora más el consumo que la riqueza

La última rebaja del IRPF da un vuelco a la recaudación del Estado, que se ha vuelto más regresiva, al pesar menos los impuestos directos que los indirectos.

Un contribuyente en una administración de la Agencia Tributaria. EFE

​MADRID.- ​La rebaja del IRPF aplicada el pasado 1 de enero, con el Gobierno de Mariano Rajoy en funciones, ha hecho que la recaudación por impuestos directos ​(​que gravan la renta o la riqueza​) quede por debajo de la obtenida de los impuestos indirectos ​(​que gravan el consumo y no dependen de la capacidad económica de los contribuyentes​), con lo que el sistema fiscal se ha vuelto más regresivo.

Los datos de ejecución presupuestaria del Estado correspondientes a abril de 2016, últimos publicados por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Publicas, no admiten duda: de los 27.085 millones de euros ingresados por impuestos durante los cuatro primeros meses del año, 12.086 millones (es decir, el 44,6%) procedían de los directos y 14.999 (el 55,4%) de los indirectos.

En el mismo periodo de 2015, el reparto de la recaudación tributaria fue muy diferente: sobre un total de 30.562 millones de euros, los impuestos directos proporcionaron 15.650 millones (el 51,2%), frente a 14.912 de los indirectos (el 48,8%). No obstante, esas proporciones pueden variar en función de la marcha de la economía y de la política fiscal que en cada momento decidan aplicar los gobiernos.

Tras la subida del IRPF aprobada nada más tomar posesión Rajoy en diciembre de 2011, por ejemplo, la brecha entre un tipo de impuestos y otros se amplió considerablemente, de modo que durante los cuatro primeros meses de 2012 los impuestos directos permitieron ingresar 8.064 millones de euros, mientras que los indirectos apenas pasaron de los 5.523 millones.

Declaración de la Renta. EFE

Declaración de la Renta. EFE

Este año, el vuelco en el peso recaudatorio de ambos bloques ha obedecido casi en exclusiva al retroceso experimentado por los impuestos directos (IRPF, Sociedades, Patrimonio, Sucesiones), pues los indirectos (IVA, Impuestos Especiales) se quedaron en unos niveles similares a los de 2015, siempre según datos oficiales del Ministerio de Hacienda.

Dentro de los impuestos directos, la caída más significativa ha correspondido al IRPF, que bajó de 14.078 a 12.806 millones de euros (- 9%), como consecuencia de la reforma fiscal aplicada a primeros de año y que el Gobierno anunció meses antes del 20-D. Esa decisión política fue muy controvertida, al entender la oposición que era descaradamente electoralista.

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