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Transición energética ¿Hasta dónde puede llegar el autoconsumo eléctrico en Catalunya?

El número de instalaciones de este tipo crece rápidamente desde la derogación del impuesto al sol, pero todavía está muy por debajo de lo previsto en la hoja de ruta para la transición energética. El Icaen estima que a través del autoconsumo se podrá generar el 20% de la electricidad que se necesite en Catalunya en el 2050, en un contexto marcado por la electrificación y un consumo al alza. La Xarxa per la Sobirania Energètica denuncia justamente la falta de voluntad del Govern de "hacer decrecer el consumo"- 

¿Hasta dónde puede llegar el autoconsumo eléctrico en Catalunya?
Instalación de placas fotovoltaicas en tejados de Raimat, Lleida. ACN

En los próximos años, Catalunya tiene que dar un salto de gigante en la generación de energía renovable, fundamentalmente proveniente de la eólica y la solar fotovoltaica. Al menos, éste es uno de los grandes objetivos que fija la hoja de ruta para la Transición Energética presentada hace dos semanas por el presidente del Govern, Pere Aragonès, y la consellera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, Teresa Jordà. En concreto, el plan establece que en 2030 Catalunya llegue a los 14 gigavatios (GW) de producción de energía eléctrica renovable, cuando actualmente se sitúa en 3,5 GW. Para ello, una de las patas es potenciar el autoconsumo fotovoltaico -básicamente a través de placas solares en los tejados de los edificios- para que genere unos 2.000 MW (o 2 GW) en menos de una década. ¿Es factible? Y, sobre todo, ¿cuál es el potencial del autoconsumo eléctrico de Catalunya?

Además de producir energía limpia, un mayor autoconsumo también conllevaría una democratización y una descentralización del sistema energético y que al menos una parte de la producción se generase directamente donde se consume. Según los últimos datos del Observatorio del Autoconsumo, elaborado por el Institut Català d'Energía (Icaen), actualmente en Catalunya se generan 142,5 MW a través del autoconsumo eléctrico, lo que implica que debería multiplicarse por 14 para alcanzar el objetivo fijado para 2030.

En respuesta a preguntas de Público, fuentes del Icaen -actualmente dependiente del Departamento de Acción Climática- manifiestan que "estamos viendo que el crecimiento en el despliegue de esta tecnología está teniendo un comportamiento exponencial, que hace que cada año se pongan en marcha muchas más instalaciones que el año anterior, éste es un buen ritmo que seguramente aumentará a corto plazo en los próximos años, y de este modo entendemos que el objetivo que nos hemos fijado para 2030 es realista y alcanzable".

Las mismas fuentes añaden que "cuando existe una regulación favorable, acompañada de una tramitación sencilla, reducción del coste de la tecnología y apoyo también con incentivos fiscales y subvenciones, las empresas y ciudadanos ven claro los beneficios no sólo ambientales, sino también económicos de este tipo de instalaciones". De hecho, es cierto que en los últimos años ha crecido de forma muy significativa el número de instalaciones de autoconsumo fotovoltaico, sobre todo desde la derogación del llamado impuesto al sol implantado por el Gobierno del PP. Ahora bien, el propio Icaen reconoce que el crecimiento es sobre todo muy importante en el ámbito doméstico.

Sin embargo, Irene González, miembro de la Xarxa per la Sobirania Energètica (XSE), apunta que "se han detectado barreras al autoconsumo a las que habría que hacer frente para poder alcanzar este objetivo". Destaca, sobre todo, que en estos momentos poner en marcha un proyecto de autoconsumo doméstico todavía "es caro" porque requiere una "inversión inicial" importante que constituye una "barrera económica" para muchas familias. De hecho, es significativa la tipología de los municipios donde existe una mayor concentración de placas de autoconsumo: hay más allí donde es mayor el porcentaje de casas unifamiliares y, a menudo, donde más alta es la renta familiar disponible. Así, Santa Eulalia de Ronçana, Alella, Vallirana y Corbera de Llobregat, Sant Quirze del Vallès, Lliçà d'Amunt y Sant Cugat del Vallès -todos en Barcelona- son los municipios con mayor concentración de instalaciones de autoconsumo fotovoltaico.

El necesario salto del autoconsumo compartido

La miembro de la XSE expone también que el autoconsumo compartido, en cambio, todavía presenta un nivel de crecimiento "muy bajo". Desde el Icaen reconocen la voluntad de "impulsar el autoconsumo compartido", con el argumento de que es un modelo "interesante tanto para ciudadanos como para empresas" y tanto "en instalaciones integradas en edificios como en instalaciones de autoconsumo en tierra situadas cerca de los consumidores". De hecho, el organismo público asegura que el siguiente paso necesario para disparar la producción de autoconsumo es justamente aprovechar "la oportunidad de compartir entre varios consumidores la energía que se está produciendo de forma local y que esto dé paso a la aparición de comunidades energéticas que producen y gestionan su propia energía".

El potencial teórico de la energía solar fotovoltaica generada en tejados cubriría la mitad de la demanda eléctrica de Catalunya

Irene González, sin embargo, recalca que uno de los problemas que hay actualmente con el autoconsumo compartido en comunidades de vecinos es que "es difícil entenderse" entre varios residentes, que la "desinformación es grande" y que la tramitación de los proyectos "es compleja". Además, asegura que en estos momentos hay "muchos problemas con la compensación de excedentes, cuando era uno de los atractivos del autoconsumo". Dicho con otras palabras, según especifica la actual normativa cuando se produce más energía de la que se necesita para el propio consumo, este excedente se puede revertir en la red de distribución eléctrica -en Catalunya controlada de forma abrumadora por Endesa- y que la distribuidora "te lo tenga que pagar". La cuestión es que "no está funcionando bien". Con todo, González piensa que "la compensación de excedentes sería una manera interesante de democratizar la generación eléctrica", porque "ahora el 85% depende de Iberdrola, Endesa, Naturgy, del oligopolio, y eso les da mucho poder".

¿Decrecimiento o consumo eléctrico al alza?

El potencial de generación de electricidad en Catalunya a través de la energía solar fotovoltaica integrada en tejados de edificios va mucho más lejos de los objetivos planteados por el Govern en la actual década. En concreto, según la última estimación del Icaen, el potencial es de 18,6 GW, lo que equivale a una producción de 24,3 Teravatios-hora (TWh). Esto supondría "el 50% de la demanda eléctrica actual" de Catalunya, aunque las fuentes gubernamentales consultadas matizan que el porcentaje será menor en un futuro, porque la demanda crecerá.

La XSE pide una auditoría energética que permita estudiar dónde se puede reducir el consumo eléctrico

"En las próximas décadas veremos la electrificación de nuestros consumos, con la introducción masiva de la movilidad eléctrica, los sistemas de climatización a partir de aerotermia en los edificios o el aumento de la electrificación en muchos procesos industriales", de forma que la demanda de electricidad "aumente de forma muy considerable", apuntan desde el Icaen. Y esto hace que la previsión del Govern limite el potencial del autoconsumo fotovoltaico integrado en tejados al 37% del consumo eléctrico previsto en 2030 y al 20% del estimado en 2050.

Además, las mismas fuentes añaden que este potencial "es el máximo teórico", pero en la práctica "no se podrá desarrollar totalmente", ya sea "porque hay viviendas vacías, segundas residencias, falta de financiación de inversiones o tejados industriales, del sector servicios y del sector agrícola, que no siempre pueden aprovecharse en su totalidad para acoger una instalación fotovoltaica". En este sentido, la previsión es que en 2050 se alcance el "65% de ese potencial teórico total" del autoconsumo, lo que significaría unos 12,1 GW.

La XSE, en cambio, reclama que el Icaen lleve a cabo una "auditoría energética" y, en el caso del consumo, ver "dónde podemos recortar". En este sentido, actualmente el consumo doméstico apenas representa el 14% del total del consumo eléctrico en Catalunya, por lo que el grueso proviene de otros ámbitos -el Icaen estima que el industrial supondrá la mitad del total en 2050-. Irene González añade que "somos conscientes de que con el autoconsumo no tenemos suficiente para dar respuesta a todas las necesidades", pero que la auditoría debe ser una herramienta para analizar "cómo podríamos hacer decrecer el consumo". Ahora bien, denuncia que "no hemos visto una voluntad de la conselleria de hacer decrecer el consumo eléctrico de Catalunya". De hecho, el término decrecimiento no apareció ni una sola vez en la conferencia de Aragonès y Jordà.

Por último, González pide que se obligue a poner instalaciones de energía renovable sobre todo "antes en un terreno ya afectado por actividad humana que en uno que no lo esté". Sin embargo, las fuentes del Icaen rebaten que "el precio de la electricidad obtenida mediante grandes instalaciones renovables es inferior al obtenido en instalaciones integradas en edificios" y añaden que "sería un gran error aparcar temporalmente la apuesta por la energía eólica o la fotovoltaica en el suelo, porque ya sabemos a día de hoy que estas grandes instalaciones también las necesitaremos".

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