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Alberto Cubero: "Cuando el PCE está en los gobiernos, hay que ser más pedagógicos que propagandistas"

Alberto Cubero, actual secretario político del PCE de Aragón.
Alberto Cubero, actual secretario político del PCE de Aragón. Cedida por el entrevistado

Alberto Cubero es el actual secretario político del PCE de Aragón y se postula para ser el próximo secretario general del PCE. También es concejal en la oposición en el Ayuntamiento de Zaragoza. Este partido celebra su próximo congreso los días 8, 9 y 10 del próximo mes de julio. La dirección comunista actual, liderada por el secretario de Estado de Agenda 2030 Enrique Santiago, presentó sus documentos organizativo y político. Este último no consiguió aunar a todas las sensibilidades y el sector liderado por Cubero presentó una enmienda a la totalidad en otro documento alternativo. Hasta el momento, no ha habido posibilidad de síntesis y entendimiento, lo que condena a que, si todo sigue así, en julio los 500 delegados tengan que elegir entre uno y otro, entre una y otra candidatura. Cubero da su primera entrevista como candidato dirigir el partido a Público.

Se presenta para ser nuevo secretario general del PCE. ¿Qué quiere aportar al partido?

Hemos estado en el debate de documentos donde, de momento, no ha sido posible alcanzar una unidad y eso se ha materializado en dos documentos: un documento mayoritario y otro documento alternativo, que presentamos nueve secretarios políticos de nueve territorios, en Galicia, Asturias, Castilla y León, Madrid, Aragón, València, Murcia, Extremadura y Exterior, en el que planteamos toda una serie de propuestas alternativas.

Hay dos ejes centrales de todas estas propuestas. En primer lugar, consideramos que nuestras posiciones políticas solo pueden avanzar en la sociedad si hay movimientos y organizaciones sociales fuertes que las impulsen desde la movilización, desde el conflicto, desde la generación de poder popular. Es complicado pensar que se pueden conquistar derechos laborales si no existen sindicatos fuertes. Por lo tanto, por ello nuestra primera propuesta, nuestro eje central de las propuestas, es apostar por reforzar el trabajo, la implicación, los debates, los recursos del partido, la construcción de movilización y la construcción de poder popular.

En segundo lugar, consideramos que el capitalismo o la crisis social, económica y de cuidados que existe no es posible solucionarla desde la vía de la socialdemocracia, que consideramos que es una vía muerta, que ya no hay margen y que por lo tanto es necesario tener una estrategia clara, definida, de ruptura y que solo desde esa ruptura del régimen del 78 se puede conquistar la alternativa social, feminista y ecologista que planteamos desde el Partido Comunista de España. Esos serían los ejes centrales de nuestra propuesta. Luego hay cuestiones concretas, diferenciadas, entre ambas propuestas políticas.

Dice que no ha sido posible llegar a un acuerdo. ¿Han intentado llegar a una síntesis con la dirección actual? ¿Qué lo ha posibilitado?

Bueno, ha habido un trabajo previo de debate de los documentos y han sido fundamentalmente estas diferencias políticas las que llevan a plantear estas dos alternativas. Esto es algo habitual, posible dentro del margen del funcionamiento de las organizaciones. No quiere decir que estas diferencias políticas no impliquen que pueda haber un proceso de unidad en lo que queda hasta el Congreso y que no se vaya a trabajar en la unidad después del Congreso. Lo cierto es que han sido cuatro años muy complejos en la izquierda y en la vida social y política de este país, es normal que existan diferencias y planteamientos alternativos. Y eso también hay que vivirlo desde la naturalidad. Han sido fundamentalmente estas posiciones políticas las que nos han llevado a plantear lo que a día de hoy es un documento alternativo. Y, bueno, la voluntad por mi parte de encabezar la candidatura que representa este documento.

Dice que hay posibilidad de llegar a un acuerdo todavía antes del congreso de julio.

Nada descarta la posibilidad de poder alcanzar acuerdos dentro de lo que es el debate del marco congresual. Por supuesto que si hay voluntad por todas las partes se podrá alcanzar un acuerdo. A día de hoy, no ha sido posible, esa es la realidad que afrontamos. El congreso cuenta con dos documentos alternativos y tendremos que trabajar a partir de ahora para que haya una unidad, aunque no pueda ser ahora, después del congreso.

¿Cree que debe participar el PCE en el Gobierno de coalición, tal y como hace actualmente?

"Nuestras posiciones solo pueden avanzar si hay movimientos sociales que las impulsen desde el poder popular"

Estamos a dos tercios de la legislatura. Creo que el debate de si hay que estar o no en el Gobierno ahora mismo aporta poco. Sí que creo que cuando el PCE está en los gobiernos, hay que ser más pedagógicos que propagandistas. Hay que explicar las cosas que se consiguen desde la objetividad. Se consiguen cosas y se han conseguido cosas que no hubieran sido posibles si no es por la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno, pero también hay que ser pedagógico y explicar, sobre todo, las cosas que no se consiguen y por qué no se consiguen, cuáles son las razones, cuáles son esas estructuras de poder que no se presentan a las elecciones, pero que en ocasiones tienen más capacidad de decisión que los gobiernos que cuentan con la voluntad popular. Y aquí hay que ser muy pedagógicos.

Nuestro papel en los gobiernos no puede ser simplemente tirar al PSOE hacia la izquierda. Estamos para conquistar derechos, pero también para mostrar pedagógicamente esas contradicciones. Cuando nosotros hablábamos de la necesidad de marcar una estrategia de ruptura política con el régimen del 78, eso también es tener esa actitud pedagógica para explicar que el poder en muchas ocasiones reside en otra parte y que es necesario la superación del régimen del 78, no simplemente ser la izquierda del régimen del 78.

¿Qué cosas se han hecho bien y qué cosas se han hecho mal, desde su punto de vista, desde el Gobierno?

Se ha hecho un buen trabajo por parte de Unidas Podemos en el Gobierno. Lo que es cierto es que hay algunas cuestiones que se han conseguido y hay otras cuestiones que no se han conseguido. A día de hoy, todavía queda un tercio de legislatura, pero porcentualmente es cierto que para llevar dos tercios de legislatura hay algunas cuestiones pendientes que eran centrales en nuestro acuerdo programático con el Partido Socialista: la derogación de la ley Mordaza, una reforma fiscal potente que a día de hoy no han sido posibles... También ha habido otras cuestiones que se han conseguido, pero no en su totalidad. Por ejemplo, la reforma laboral. Es cierto que se consiguió derogar aspectos de la reforma laboral del Partido Popular y conquistar derechos, pero también es cierto que no se consiguió derogar en su totalidad la reforma laboral del Partido Popular.

Alberto Cubero, actual secretario político del PCE de Aragón.
Alberto Cubero, actual secretario político del PCE de Aragón. Cedida por el entrevistado

Lo que hay que hacer en este tercio de legislatura que queda es exigir el cumplimiento absoluto del acuerdo de gobierno. Lo que nos ha enseñado esta experiencia es que única y exclusivamente desde la actividad parlamentaria, desde la presión que se puede hacer en el Consejo de Ministros, no es suficiente. Y es necesario eso que hablábamos antes de reforzar la movilización, de reforzar la generación de poder popular para tener también una medida de presión social en la calle. Creo que, mayoritariamente, la mayoría social trabajadora está de acuerdo con los aspectos más sociales del acuerdo programático, que son, como todo el mundo sabe, medidas que introdujo Unidas Podemos en el acuerdo de gobierno y que no hubieran estado ahí por la voluntad del Partido Socialista. Esa es la tarea que tenemos. Hay cosas, como digo, que se han conseguido y cosas que no, pero yo creo que la valoración, dentro de los márgenes de la actuación dentro de un Consejo de Ministros, es positiva.

¿Debe el Partido Comunista seguir participando en confluencias como Unidas Podemos?

"Nuestro papel en los gobiernos no puede ser simplemente tirar al PSOE hacia la izquierda"

El Partido Comunista siempre ha defendido la unidad, es una de nuestras señas de identidad a lo largo de nuestros 100 años de historia y tenemos experiencias que han sido parte de la historia de este país, como el Frente Popular durante la República, las Comisiones Obreras, Izquierda Unida y, por supuesto, también a día de hoy, la unidad es el camino para la conquista de los derechos de la mayoría social trabajadora.

El PCE debe apostar por la unidad de todos aquellos actores políticos y sociales a la izquierda del Partido Socialista. Y esa unidad tiene que ser lo más amplia posible. Pero esa unidad tiene que ser con unos criterios: tiene que tener un programa, una organización y una estructura. También una estrategia y tiene que tener un método de funcionamiento que debe ser un método democrático, participativo, que permita no solo la participación, sino la toma de decisiones de todas las personas y organizaciones políticas que conforman los espacios.

¿Cree que en Unidas Podemos ahora mismo se dan esas condiciones?

Unidas Podemos en estos momentos es una coalición electoral. Es cierto que en el Partido Comunista de España nos marcábamos unos objetivos con respecto Unidas Podemos que tienen que ver con el programa, con la militancia, con la construcción de organización, y que no han sido posibles. En algunos sitios se han alcanzado coaliciones electorales y hay otros sitios donde no ha sido posible. En nuestro caso, yo vengo de Aragón, Izquierda Unida tenemos un diputado en las Cortes de Aragón y tenemos presencia en ayuntamientos como el de Zaragoza, Teruel... desde candidaturas de unidad donde no ha estado Podemos. Por tanto, hay una relación desigual en toda España. Y es cierto que el espacio de Unidas Podemos no ha pasado en muchos lugares, más allá de una coalición electoral y en algunos no ha sido posible, ni siquiera la coalición electoral.

En este tema de la Unidad Popular, tenemos que ser realistas y objetivos, al igual que en la valoración del Gobierno, y la objetividad nos lleva a que no ha sido posible conquistar o llevar a cabo los objetivos que nos marcamos de cómo nos imaginábamos el espacio de Unidas Podemos hace unos años. A partir de ahí, hay que sacar una valoración, también un plan de acción, siendo conscientes de que también la realidad no es la misma que en 2015 o de la que podía existir en el 2019. Ahora mismo hay otras propuestas encima de la mesa, como puede ser la propuesta de Yolanda Díaz, y otros actores que están fuera del espacio de Unidas Podemos. Nosotros consideramos que la unidad debe ser una unidad de todo el espacio a la izquierda del Partido Socialista. Por lo tanto, Unidas Podemos es una realidad electoral a día de hoy, pero nosotros, desde luego, apostamos porque en ese espacio electoral estén todos aquellos actores que no están ahora mismo representados en Unidas Podemos.

Para ir terminando, ahora mismo estamos en un momento en el que la política internacional es protagonista, y hay temas especialmente sensibles para el PCE. ¿Qué opina de cómo se ha comportado este Gobierno del que forman parte sobre el conflicto del Sáhara Occidental?

En política internacional no debemos olvidar que España sigue siendo parte de la Unión Europea, de la OTAN y seguimos insertos en un mundo capitalista. Esto era así ya en el 2019 y sigue siendo así a día de hoy. La posición del Gobierno de España, desde luego, ha sido absolutamente lamentable en el tema del Sáhara, se ha dejado vendido al pueblo saharaui y nos hemos posicionado del lado de la fuerza ocupante de Marruecos. Además, rompiendo unos consensos que existían en la propia sociedad española, que en ocasiones atravesaban a las propias fuerzas políticas.

"Es necesario reforzar la generación de poder popular para tener una medida de presión social"

Es incomprensible la decisión del Gobierno, del Partido Socialista, del presidente, que no ha contado con el socio de Gobierno para esta decisión y ni siquiera con la voluntad de la soberanía popular, que es el Congreso de los Diputados que el otro día dio muestras de cómo en este tema existe ese consenso social con el pueblo saharaui. Creo que España debe de recuperar su soberanía y debe de volver a lo que son los mandatos de las resoluciones de la ONU, el apoyo al pueblo saharaui y la solución del referéndum de autodeterminación. La decisión debe recaer sobre el pueblo saharaui. Esa es la posición que debería de tener el Gobierno de España. Esa es la posición que tenemos, desde luego, en el Partido Comunista de España. El Partido Socialista ha vendido una vez más la soberanía nacional de este país. No sabemos muy bien a cambio de qué, ni por qué.

Otro tema controvertido es precisamente en torno a la invasión rusa de Ucrania. ¿Qué debe defender el PCE en este conflicto, estando en el Gobierno?

España es un país que forma parte de la OTAN y de una estructura política que es la Unión Europea. España debe recuperar su soberanía nacional y debe de replantearse su permanencia en la OTAN. Debemos salir de la OTAN y debemos de tener unas relaciones internacionales basadas en la solidaridad y la cooperación entre los pueblos. Lo que ha ocurrido en Ucrania es, una vez más, el sometimiento de España a la estrategia imperialista de la OTAN. El hecho de haber participado tan directamente en esta guerra a través del envío de armas, armas ofensivas, además de la colaboración con las sanciones económicas, sitúa a España no solo en la participación en una guerra, sino también siendo parte de la prolongación de conflictos militares como vemos en Ucrania y en otras partes del mundo. No nos olvidemos de Yemen, Siria...

Debe ser condenable, desde luego, la participación de España y también las consecuencias que está teniendo esta guerra. Las consecuencias del cierre de medios de comunicación, la detención de periodistas como Pablo González, la rusofobia que hay instalada en España y en las sociedades occidentales. Como digo, el papel que está teniendo España es un papel absolutamente lamentable. Hasta cierto punto, cuando se llega al Gobierno de España, se sabía que España era un país de la OTAN, que vivíamos en un mundo capitalista que cíclicamente provoca guerras. Y, así como la pandemia podemos calificarlo como algo imprevisible, que se produjera una guerra es algo previsible y que España, formando parte de la OTAN, directa o indirectamente, se vería implicada. Creo que hubo una cierta debilidad en el acuerdo de gobierno en las cuestiones que tienen que ver con la política internacional, la parte más floja y más débil del acuerdo de gobierno.

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