Se acaba de conocer que Madrid por fin pasará a la fase uno, tras haberlo reclamado sin éxito dos veces. ¿Está preparada la Comunidad? ¿Se han cumplido las tareas necesarias para llegar a este escenario?

Por fortuna, la decisión de si está preparada o no no depende ni de mí ni de Ayuso, sino de los que más saben, los sanitarios y expertos que están gestionando la pandemia. Y en este sentido, si ellos determinan que Madrid está preparada, debe estarlo. Me parece que es una muy buena noticia, que recibimos con alegría y con preocupación a partes iguales. Con alegría, porque sin duda ha sido gracias al esfuerzo de la gente sencilla, que ha mantenido un comportamiento ejemplar, y con preocupación porque no tenemos la certeza de que el Gobierno de Ayuso vaya a ofrecer la cautela y responsabilidad que merece el momento.

A día de hoy permanecen cerrados a cal y canto varios centros de salud, y la atención primaria sigue seriamente mermada. El Gobierno de Madrid se estaría equivocando si le puede el triunfalismo y vive el cambio de fase como una misión cumplida. Si Ayuso ha sido capaz de organizar el Ifemazo y arengar las caceroladas en fase 0, no queremos imaginar de lo que es capaz en fase 1. Esperamos que no baje la guardia, que abandone sus comportamientos temerarios y ponga todos los recursos necesarios para vigilar y rastrear los nuevos casos.

¿El Gobierno ha llegado a pecar de ingenuo con la presidenta de Madrid? ¿Qué se podría haber hecho mejor?

Es muy difícil cooperar con un Gobierno presidido por una persona que prioriza su crecimiento personal y sus intereses de partido sobre la defensa de los intereses generales. Es muy difícil cooperar con un Gobierno que es capaz de repartir por los centros de salud papeles en los que viene a echarle la culpa a la administración superior de cuestiones que son de su propia responsabilidad. Ha cruzado muchas líneas rojas que nadie había cruzado desde que Esperanza Aguirre dejó de ser presidenta de la Comunidad de Madrid.

Creo que el Gobierno de España seguramente tendría que haber sido más firme con Ayuso en muchos momentos, y no tolerar algunas operaciones, por ejemplo la del reparto de comida basura. En ese sentido, la firmeza creo que habría sido un valor político y algo muy útil para todos los madrileños y madrileñas. Es difícil llegar a políticas compartidas y coordinadas con una presidenta que está totalmente alojada en la irresponsabilidad.

La votación del miércoles en el Congreso fue difícil; el  Gobierno acabó salvando la prórroga del estado de alarma por la mínima, luego vino la modificación del acuerdo con Bildu. ¿Creen que será posible reconstruir ese "espíritu de la investidura", como lo denominaba Gabriel Rufián? 

Es evidente que ha sido posible prorrogar el estado de alarma gracias, entre otras cosas, a nuestros votos. No pedimos nada a cambio, salvo que se tenga en cuenta. Ahora bien, el Gobierno debería cuidar con mucha mayor eficacia el pacto de la investidura, sobre todo porque lo va a necesitar en lo que viene por delante. Un gobierno progresista tiene que descansar sus acuerdos entre sus socios progresistas, si los acuerdos empiezan a descansar en un socio como Ciudadanos, evidentemente la capacidad del Gobierno progresista de transformar nuestro país va a ser muchísimo menor. El Gobierno progresista debería hacer muchos más esfuerzos por cuidar el acuerdo de la investidura.

Han criticado al Gobierno, pero han seguido apoyando las prórrogas  del estado de alarma. ¿Qué diferencia sustancial ven entre el Gobierno central y el Ejecutivo de Ayuso? En cuanto a su actitud y su forma de gestionar.

Hay un abismo entre cualquier gobierno y el de Ayuso. Por supuesto, lo hay entre el Gobierno de España y el de Ayuso, pero también lo hay entre el de la Comunidad de Madrid y otros ejecutivos autonómicos. Podría detallar muchísimas cosas, pero hay una que es elemental en democracia, la capacidad de dialogar y llegar a acuerdos. Ayuso ha estado tres semanas sin recibirnos a la oposición, en medio de la pandemia, sin la más mínima conversación con el resto de actores que conforman la representación pública. Y no hay que olvidar que ella no ganó las elecciones, que gobierna en minoría y con un acuerdo entre dos partidos perdedores.

A pesar de todo ello, de que Madrid estaba viviendo una situación muy comprometida y extraordinaria, Ayuso ha preferido hacer de la pandemia una oportunidad para hacer política de trincheras, y no tanto para dialogar y llegar a acuerdos. Su intención se ve en las políticas y en las decisiones que ha ido adoptando. Recientemente decía en la Asamblea de Madrid que su receta para salir de la crisis del coronavirus eran los pelotazos urbanísticos, liberalizar suelo, reformar la Ley del Suelo. La misma receta que en su día nos trajeron Rodrigo Rato y José María Aznar. Lo que deberían estar haciendo los gobiernos es trabajar por el blindaje de la sanidad pública en nuestra Constitución, pero Ayuso está más por la bajada de impuestos a los ricos, para garantizar esos regalos fiscales en sucesiones y patrimonio, que ya son una tradición en la Comunidad de Madrid. Su intención es evidente.

La presidenta de la CAM anunció hace días que abriría una investigación interna por la publicación en la web de Transparencia de esa supuesta adjudicación errónea a Room Mate, propiedad de Kike Sarasola. ¿Qué ha pasado aquí? Se ha hablado de que utilizaba varias viviendas, la Comunidad ha titubeado con sus explicaciones…

Llama la atención que a Ayuso se le está poniendo cara de Cristina Cifuentes, cada día más, por esos cambios de versiones cada dos por tres. Llama mucho la atención que el PP no haya aprendido de los errores del pasado y esté afrontando una situación un tanto peculiar, como la que se ha dado con el Room Mate, como Cristina Cifuentes gestionó su propio asunto en su momento.

Ayuso no ha querido dar explicaciones y debería darlas. No debería ser tan difícil que una presidenta del Gobierno de la CAM diera explicaciones de un asunto que, lo mires por donde lo mires, huele mal, está repleto de inexactitudes y de cambios de versión. Creo que es lógico que a la ciudadanía le interese, que le pida a su presidenta que lo aclare. Y creo que lo más alarmante es que todas las personas que rodean a Ayuso tienen responsabilidades, según la presidenta. Todas, menos ella. Ha intentado trasladar la idea de que esto ha sido un error de un funcionario a la hora de publicar este contrato en la web, que es guerra sucia desde dentro de su Gobierno...

Ninguno de los problemas pasa porque ella reconozca algo que sabemos todos: que nos mintió cuando dijo que se trasladó a este hotel a causa de su contagio por coronavirus. Es lo que nos dijo a los portavoces en una reunión privada. Ahora sabemos que se trasladó antes. Cuando alguien se ve obligado a mentir, seguramente sea porque no puede contar lo que verdaderamente hay detrás de esa mentira. Lo más dramático es que la imagen de la CAM se sigue deteriorando por la irresponsabilidad de la presidenta.

Unidas Podemos ha dicho que este caso huele a corrupción. ¿Qué ven ustedes? ¿Se han planteado otras acciones más allá del marco de la Asamblea? Sin ir más lejos, el martes la Mesa tumbó varias preguntas sobre los apartamentos de Ayuso, también las planteadas por Más Madrid.

Sí, la Mesa tumbó de forma inexplicable muchas de estas iniciativas, me imagino que con la confianza de que la oposición desistamos en nuestro interés por fiscalizar qué hay detrás. Son excesivamente optimistas si piensan que nos vamos a olvidar de este asunto de una forma tan sencilla. Ya estamos volviendo a registrar todas las iniciativas, vamos a pedir comparecencias en las diversas comisiones.

De hecho, en los próximos días solicitaremos un informe a los letrados de la cámara, para ver si este secuestro de la capacidad de control político de la oposición que está sosteniendo la Mesa de la Asamblea es conforme a la ley. Si no lo es, acudiremos a los tribunales, como hemos hecho en multitud de ocasiones. Hemos ido a la Fiscalía para denunciar la situación de las residencias; para pedir cuenta por el cese encubierto de la directora de Salud; hemos acudido al defensor del pueblo por el tema de Telepizza y la comida basura… El Gobierno de la Comunidad debe tener claro que, si sigue por el camino por el que viene transitando en los últimos meses, por parte de Más Madrid va a tener una oposición dura y firme. Tendrá que responder, sea en comisión, en pleno o quién sabe si ante los tribunales.

La semana pasada 'Público' informó del contrato a dedo adjudicado por la CAM, por valor de 30.000 euros, al reportero Cake Minuesa, que además de defender públicamente a Ayuso carga contra el Gobierno central. Más de diez días después de publicarlo, la Comunidad no aclara dónde están estos vídeos, ¿tienen más información?

No tenemos mucha información. Son 30.000 euros por ocho días de trabajo, pero a la vez esta señora considera que 500 euros al mes [En referencia al ingreso mínimo vital que quiere aprobar el Gobierno central] es una "paguita". Es un poco contradictorio. Lo más grave es que computa para el gasto sanitario, va antes un provocador pseudo-periodista que un residente de un centro de salud. Lo más grave es la contradicción, es algo que creo que nos avergüenza a todos los madrileños, hayamos votado lo que hayamos votado

¿Ha quedado claro quién va a pagar el millón de euros de los menús de Telepizza y Rodilla? La Vicepresidencia de Derechos Sociales reclamó  a Ayuso que justificara que eran saludables, ella defendió las bondades de la pizza... Después de la decisión de buscar a otras empresas para alimentar a los niños más vulnerables, ¿ha quedado claro quién paga los anteriores?

No, no ha quedado claro. Lo que sí ha quedado claro es que el Gobierno de la CAM decidió rescindir todos los acuerdos de cátering con las empresas que estaban trabajando para los comedores escolares, que prestaban un servicio magnífico, de comida equilibrada. Es un servicio esencial para los niños más vulnerables, pero de la noche a la mañana se sacaron de la manga una serie de contratos de empresas de comida rápida, como Telepizza. Desgraciadamente, para llevar a cabo este plan absolutamente irresponsable contaron con la connivencia del Gobierno de España, que permitió que esos menús llegaran a los niños más vulnerables.

La propia Ayuso reconoció que no estaba dispuesta a dárselos a sus hijos, pero sí a los niños más vulnerables. Finalmente se han visto obligados a rectificar, pero lo han hecho muchas semanas después de que lo hubiéramos pedido. En estas semanas les han obligado a estar comiendo, literalmente, basura, en contra de todos los criterios nutricionales, de las indicaciones de organizaciones relacionadas con la nutrición que reclamaron por activa y por pasiva que no se cometiera este error. Ayuso ha preferido insistir y persistir en el mismo.

En relación con la pandemia, Madrid presenta peores datos que muchas otras comunidades. Con la lectura que pueden hacer de estos dos meses, ¿por qué es así?

Es evidente que el virus no lo ha traído ningún partido político ni ningún gobierno. Es un devenir de las circunstancias que nadie quería, pero hay determinadas decisiones políticas adoptadas en los últimos años en la CAM que favorecen la propagación del virus, y el virus ha encontrado en esas políticas un aliado. Precisamente por eso, de cara a los meses que vienen, vamos a intentar enmendar todos estos errores para que, si nos volvemos a encontrar en una situación como esta, estemos mejor preparados.

Y el punto de partida de cada comunidad autónoma es determinante. En la CAM, en particular, la inversión por ciudadano en Sanidad es de las más bajas de todo el país, y eso condiciona. Condiciona mucho que los gobiernos de la Comunidad de Madrid hayan destruido 2.000 camas de hospital en los últimos años, camas que habrían sido esenciales para enfrentar un reto sanitario como este. Necesitamos además más recursos en materia de atención primaria, pero esto no es sólo por el covid-19, hay un déficit estructural de personal sanitario, en particular en la atención primaria.

Hay Gobiernos autonómicos que ya han puesto en marcha la creación de un ejército de rastreadores, y parece que de este tipo de iniciativas va a depender que el virus siga propagándose o lo podamos cercar. La Comunidad de Madrid sigue paralizada en este sentido. Hemos pedido que contraten y pongan en marcha 1.300 rastreadores cuanto antes, para afrontar la famosa desescalada, pero la CAM no quiere hacer sus deberes, y parece más interesada en seguir batallando en los medios de comunicación contra el Gobierno de España. Esto hace que un Gobierno acierte más o menos, que una comunidad esté en mejor situación ante esta crisis que otras.

¿Por qué aún no se sabe cuántas personas han muerto en residencias de la CAM? Madrid también tuvo que reenviar estos datos al Ministerio de Sanidad hace varias semanas, pero todavía no los conocemos. ¿Tienen ustedes más información?

No sólo no tenemos más información, sino que los hemos pedido en innumerables ocasiones. La respuesta que nos dan siempre es equívoca o evasiva, no quieren contestar. Otra de las líneas rojas que ha traspasado el Gobierno de Ayuso ha sido la de falsear los datos de fallecidos en residencias, una cosa muy grave y sensible para todas las familias afectadas, pero también los datos de contagios. Han intentado generar una panorámica de que la situación en Madrid es óptima, escondiendo a los contagiados debajo de las alfombras.

El nivel de irresponsabilidad está llegando a unas cotas insospechadas. Por eso decimos que hacer oposición a Ayuso y a su Gobierno ha dejado de ser una opción, para convertirse en una necesidad, en un deber moral.

¿Se han llegado a plantear una moción de censura?

Desde que comenzó la legislatura nosotros dijimos que queríamos hacer todo lo que estuviera en nuestras manos para evitar que los de la Gürtel, la Púnica y la Lezo volvieran a gobernar en la CAM, tras 25 años a los mandos. La decisión la tuvo Ciudadanos en sus manos, y prefirió darle el Gobierno a Ayuso. La situación en estos momentos es parecida, sigue estando en manos de Ciudadanos. Lo que puedo decir con absoluta claridad es que, si depende de Más Madrid, Isabel Díaz Ayuso no continuará en la Puerta del Sol. Pero, evidentemente, no depende sólo de nosotros.

Hemos de reconocer que hemos visto en Inés Arrimadas, y en Ciudadanos a nivel nacional, un cierto cambio de actitud. El hecho de que se hayan podido deshacer de lastres como Marcos de Quinto o Juan Carlos Girauta les ha venido bien, porque es precisamente esa estrategia la que les llevó a tener 10 diputados en el Congreso, y hacen muy bien intentado separarse de un PP en simbiosis con Vox y Trump. Desgraciadamente, en Madrid no les hemos visto moverse un ápice, a pesar del menosprecio con el que les trata el PP. Estaría bien que Ignacio Aguado tomara nota de Arrimadas.

En relación al acuerdo con Cs sobre la prórroga, Unidas Podemos salió rápidamente a celebrar la responsabilidad de Cs, pero recordó que no podría pactar con este partido para hacer política, más allá de acordar cosas muy concretas, que nunca gobernarían. ¿Desde Más Madrid han llegado a hablar con ellos? ¿Podrían entenderse en otros escenarios?

Por principios, desde Más Madrid hablamos con todos. Pensamos que las conversaciones que un partido político debe tener no las tiene que elegir el partido, sino que las debe elegir la ciudadanía en las urnas. Nosotros hablamos con absolutamente todo el mundo, pero la situación en España es diferente a la situación en la CAM, donde llevamos 25 años gobernados por el fuerte aguirrista, por la que seguramente es la facción más ultra del PP en todo el país. Creo que los acuerdos nacionales y los regionales hay que contextualizarlos en la realidad del entorno en el que se producen.

¿Se ha llegado a explorar algo con el PSOE, se ha debatido? ¿Sería más fácil si el PSOE tuviera otro líder? Recientemente Ángel Gabilondo decía que no era el momento para una moción de censura…

Respeto y además tengo un magnífico trato con el resto de grupos de la oposición, respeto la estrategia que pueda tener cada partido, pero creo que los ciudadanos están demandando una cosa un poco diferente. He escuchado al PSOE encomendarse al diálogo, a un debate muy propositivo y de sugerencia con el Gobierno de la CAM, pero tengo la sensación de que todas esas sugerencias que el señor Gabilondo le hace a la señora Ayuso terminan perdidas en el buzón de entrada de la presidenta, y no se convierten en absolutamente nada más.

Lo respeto, y cualquier iniciativa en favor del dialogo va a ser secundada por Más Madrid, la intentaremos apoyar al máximo posible, pero creo que no podemos ser ingenuos. No podemos pretender que un rottweiler como la señora Ayuso se ponga el bozal por sí misma. Creo que tenemos que hacernos cargo de la situación que tenemos en la CAM, y que hace falta una oposición firme que le plante cara a Ayuso. Si el PSOE no quiere desempeñar esa función es libre de hacerlo, nosotros lo respetamos y tenemos una relación extraordinaria, pero desde Más Madrid sí estamos dispuestos a hacerlo. Pensamos que es una función democrática, que hay que hacerlo, que los madrileños necesitan que alguien le plante cara a Ayuso.

No aclara si han hablado con el PSOE.

Hemos hablado con el PSOE, pero no puntualmente. Hay una conversación constante, nosotros siempre trasladamos nuestra intención de que Ayuso permanezca en la Puerta del Sol el menor tiempo posible, porque es muy lesivo para los intereses de los madrileños. Su permanencia allí nos impide avanzar en la agenda de lucha contra la desigualdad y de transición ecológica, que son nuestras prioridades. En estos momentos tenemos una sintonía importante con el PSOE, en éste y otros asuntos.

Y, en concreto, ¿han hablado de la posible moción de censura?

Insisto en que eso no depende exclusivamente de nosotros, tampoco del PSOE. Eso depende, entre otras cosas, de Ciudadanos, que hace un año decidió lanzarse a los brazos del aguirrismo. Si algún día decidiera cambiar de opinión, nosotros sin ninguna duda estaríamos dispuestos a hablar con ellos.