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Entrevista a la presidenta del grupo En Comú Podem Jéssica Albiach: "En la nueva normalidad los ricos tienen que pagar lo que toque"

La líder de los comuns en el Parlament aboga por un Govern "progresista" en Catalunya, una reindustrialización "verde" y poner las necesidades de las personas por delante de los objetivos de déficit para afrontar la crisis social y económica.

Jéssica Albiach, a prop de l'entrada del Parc de la Ciutadella. MIGUEL VELASCO ALMENDRAL
La presidenta de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach. / Archivo

Presidenta del grupo parlamentario de En Comú Podem en el Parlament y, desde hace meses, elegida candidata del espacio político en las futuras elecciones catalanas, Jéssica Albiach (València, 1979) reclama que el president, Quim Torra, convoque los comicios una vez se llegue a la "nueva normalidad". Partidaria de constituir un Govern "progresista" para afrontar la "reconstrucción", defiende fortalecer los servicios públicos, crear una tasa covid a las grandes fortunas y avanzar hacia un modelo económico socialmente más justo.

El acuerdo entre ERC y el PSOE para facilitar la aprobación de la última prórroga del estado de alarma ha vuelto a tensar el Govern. Ha pedido la convocatoria de elecciones. ¿Para cuándo?

"Lo mejor para llevar a cabo la tarea de reconstrucción sería un gobierno nuevo y progresista, que esté validado en las urnas"

Durante toda la legislatura se han hecho cada vez más evidentes las divisiones en el seno del Govern. El president se comprometió a convocar las elecciones una vez se aprobaran los presupuestos. Pero llegó una crisis sanitaria y tenía todo el sentido del mundo que las energías estuvieran puestas en la gestión de la pandemia. Una vez caminamos hacia el final de la crisis sanitaria, no de la crisis social y económica, y comprobamos que el Govern está fracturado y no se aguanta, lo mejor para llevar a cabo la tarea de reconstrucción sería un gobierno nuevo y progresista, que esté validado en las urnas. Cuando volvamos a la supuesta nueva normalidad el presidente debería convocar elecciones.

O sea, deberían ser en otoño.

Exacto.

Está confirmada como cabeza de lista de En Comú Podem. Las últimas encuestas publicadas les dan un resultado similar (8-9 escaños) al obtenido en 2017. ¿Cuál sería la aspiración del partido?

Ahora mismo no estamos pensando en los resultados electorales, sino en cuáles son las mejores alternativas para superar las crisis sanitaria, social y económica. También tenemos muy claro que las encuestas reflejan un momento puntual y hay una volatilidad de voto muy alta. Por tanto, más que hablar de resultados electorales, tenemos claro que Catalunya necesita un cambio y eso pasa por gobierno que debe ser progresista y tiene que trabajar con la lealtad y con la confianza que le falta al actual Govern.

Entiendo que En Comú Podem querría estar en un hipotético Govern progresista. ¿Con quién más?

Se debe trabajar en base al programa con todo aquel que quiera colaborar y trabajar en una transición ecológica justa, en una reconstrucción en la que debe haber colaboración entre las diferentes administraciones y se debe contar con el mundo municipal, con el Gobierno central y tenemos que ver qué pasa en Europa. Necesitamos un Govern de la Generalitat que tenga claro que la reconstrucción de Catalunya tiene que pasar por una transición ecosocial, por luchar contra las desigualdades, porque realmente funcionen las herramientas para combatir la pobreza y por hacer del feminismo una herramienta democratizadora. Y también para entender que la lucha social y la nacional no pueden ir desatadas.

Al final, sin embargo, las opciones son las que son. Siempre han dicho que no formarían parte de un Govern con Junts per Catalunya. Y ERC mantiene que no quiere gobernar con el PSC.

Consideramos que Junts no es una fuerza progresista. Sufrimos negociar con ellos una reforma fiscal que pretende redistribuir la riqueza y ya dijeron que su modelo del país no era el nuestro. Dicho esto, ahora no es el momento de definir la fórmula de gobierno, sino que se debe hacer una vez tengamos los resultados electorales, pero se le puede apoyar desde dentro o desde fuera al Govern. Hay fórmulas diversas.

Jéssica Albiach durant l'entrevista amb 'El Quinze'. MIGUEL VELASCO ALMENDRAL.
Jéssica Albiach durant l'entrevista amb 'El Quinze'. MIGUEL VELASCO ALMENDRAL.

En pocas semanas se reanudará la mesa de diálogo entre gobiernos para abordar el conflicto político. ¿Puede perder peso porque la prioridad pasará a ser la gestión de la crisis económica y social?

"Debemos impulsar un proceso democratizador que la gente pueda decidir libremente cuál es el encaje que quiere entre Cataluña y España"

No se deberían solapar prioridades. La respuesta al tema social y económico debe ser un pilar fundamental, porque sin derechos sociales no hay democracia. Pero, obviamente, la relación entre Catalunya y España arrastra un conflicto que viene de lejos y que también es importante. Lo que tenemos que hacer es impulsar un proceso democratizador para que la gente pueda decidir libremente cuál es el encaje que quiere entre Catalunya y España. Nosotros proponemos el reconocimiento de un estado plurinacional donde haya una relación de soberanías compartidas entre Catalunya y España, donde obviamente se refuerzan los pilares del autogobierno, el Gobierno paga todas las deudas que tiene con Catalunya y donde realmente se pueda colaborar.

Los presupuestos del Govern se aprobaron gracias al apoyo de su grupo, pero han quedado caducados con la pandemia. ¿La Generalitat los tiene en cuenta para las modificaciones que se deben hacer?

Estamos viendo como el Govern de la Generalitat se está cerrando. Ha creado mesas para trabajar en la reconstrucción, para las que aún no se han articulado los mecanismos de participación ni de las fuerzas políticas ni de las sociales. El otro día pudimos escuchar [al vicepresidente y consejero de Economía Pere] Aragonés diciendo que los principales objetivos de la reconstrucción los presentarían a finales de julio. Pero hay necesidades que son inmediatas y no podemos esperar hasta entonces.

¿Como por ejemplo?

Por ejemplo, el tema industrial, donde tenemos un problema gravísimo. O con la renta garantizada de ciudadanía. El ingreso mínimo vital supondrá un ahorro de 250 millones de euros para la renta garantizada, porque cubrirá parte de los que la reciben, y creemos que este dinero lejos de recortarse se debe utilizar para seguir ensanchando la renta garantizada, porque cada vez hay más colectivos en situación de pobreza. Por ello es imprescindible que el Gobierno de la Generalitat empiece ya a interlocutar con las fuerzas políticas, pero también con las fuerzas sociales, que han sido muy protagonistas durante la pandemia, dando respuesta a las necesidades de la ciudadanía.

¿Qué valoración hace de la gestión de la crisis sanitaria? Han sido muy críticos con el relato del Gobvern, aunque también ha habido matices importantes en su interior.

"Una parte del Gobierno ha querido hacer de la gestión de la crisis sanitaria un elemento de confrontación, cuando precisamente lo que necesitamos es más cooperación"

Es cierto que las actitudes y las declaraciones que se han hecho por parte de los consellers de ERC han sido diferentes de las de los consellers de JxCat. Incluso pudimos escuchar a la portavoz del Govern, Meritxell Budó, diciendo que en una Catalunya independiente habría menos muertes. Una parte del Govern ha querido hacer de la gestión de la crisis sanitaria un elemento de confrontación, cuando precisamente lo que necesitamos es más cooperación. El Gobierno central en las primeras semanas, obviamente de desbordamiento, fue muy garantista y cada domingo pudimos ver las reuniones del presidente con los presidentes autonómicos. Y también a nivel sanitario, [el ministro] Illa tenía reuniones telemáticas con la consellera [Alba Vergés, de Salut]. Tengo la sensación de que la coordinación ha sido mayor que la que se ha querido reflejar en los medios y también es cierto que el Gobierno ha ido haciendo co-partícipes a los diferentes territorios sobre cuáles eran las medidas que se debían tomar.

Su espacio ha defendido el estado de alarma, que ha provocado una recentralización competencial que ha generado muchas críticas. ¿Qué errores ha cometido el Gobierno estatal?

A mucha gente de izquierdas nos incomodaron profundamente las ruedas de prensa con militares y el lenguaje bélico, porque no estábamos en guerra, sino luchando contra una pandemia, que es bien diferente. Un lenguaje basado en la responsabilidad, la colaboración y la cooperación con la ciudadanía habría sido más acertado. Dicho esto, según van pasando las semanas el Gobierno ha entrado en la co-gobernanza y en la fase 3 decidirán las comunidades autónomas.

Las últimas semanas Cs ha abandonado la oposición frontal al Gobierno español. ¿Le preocupa que se acerque al PSOE?

A nadie se le escapa qué es Cs, valedero de una recentralización competencial y el mayor defensor de los intereses del Ibex 35, pero su reacción debería haber sido la normal dentro de los diferentes grupos del Congreso. Ha ido más en la línea de lo que han hecho algunas derechas democráticas europeas, y lo que nos debería extrañar es la actitud del PP, que ha decidido competir con Vox y dejarse la responsabilidad en casa. A partir de aquí, tenemos claro que se trata de un apoyo puntual para una necesidad excepcional, pero en cuanto a las medidas sociales estamos a años luz de Cs. En la nueva normalidad los ricos tienen que pagar lo que toque, tiene que haber una tasa covid a las grandes fortunas, se tiene que seguir avanzando en el ingreso mínimo vital, los ayuntamientos tienen que poder utilizar sus superávits para hacer políticas sociales, ... Y estoy convencida de que unos presupuestos generales del Estado con el apoyo de Cs son bastante incompatibles con nuestros principios.

La creación de una tasa covid o que los ayuntamientos puedan utilizar el superávit depende del Gobierno español. ¿Serán elementos de batalla interna?

Tenemos clarísimo que somos diferentes partidos que estamos trabajando en coalición en el Gobierno central porque había que darle una alternativa en España, pero a partir de ahí creo que una tasa a las grandes fortunas se está convirtiendo en una cuestión de sentido común. Hay organizaciones, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) que no sólo defendía una reforma fiscal, sino también el ingreso mínimo vital. Estoy convencida de que la tasa covid llegará y nosotros la defenderemos hasta las últimas convencidas. Permitiría obtener 11.000 millones, mientras que el impuesto de Patrimonio, con las bonificaciones que tiene actualmente, es ineficiente y prácticamente no recauda.

A nivel de discursos, la respuesta está siendo muy diferente a la de 2008. Predomina la defensa de políticas expansivas y todo el mundo parece neokeynesiano, pero a la vez pueden crecer las desigualdades. ¿Hay que aprovechar la corriente de fondo para cambiar el modelo económico?

"Debemos caminar hacia una economía plural, que debe ser transformadora y donde el sector privado tiene que existir, pero sin poder se lo pueda comer todo"

El sistema que tenemos no sólo es depredador con el planeta e injusto socialmente, sino que también es profundamente ineficaz. Pero creo que el capitalismo tiene una gran capacidad para reformularse y no podemos relajarnos, porque ya sabemos qué si decides tocar los privilegios de unos pocos, no se quedarán de brazos cruzados. Pero también se nos ha abierto una oportunidad y se ha convertido en sentido común que todo el sistema de cuidados no puede seguir mercantilizado. O que con unos servicios sanitarios fortalecidos y sin recortes, habríamos estado en mejores condiciones para afrontar la pandemia.

También necesitamos el pacto nacional para la industria, para hacer esta transición ecológica que debe hacerse con justicia social para que no se pierdan puestos de trabajo. Debemos caminar hacia una economía plural, que debe ser transformadora y donde el sector privado tiene que existir, pero con una cierta responsabilidad y donde no se lo pueda comer todo. Por lo tanto, debemos pensar en otro modelo económico donde también estén la economía social y solidaria y la economía feminista y en que el sistema público y el comunitario se ensanchen.

Es obvio que serán necesarios más recursos para afrontar la crisis. A nivel catalán, una parte serán estos aproximadamente 3.700 millones que deben llegar del fondo covid estatal. ¿Ve necesario aumentar el límite de déficit o abordar ya la reforma pendiente del sistema de financiación autonómica?

Sí. Tenemos un estado que ya tenía deudas importantes con Catalunya en temas como las infraestructuras o la dependencia y esto se debe cubrir. Tenemos estos 3.700 millones, que tenemos que ver si pueden ser un poco más. Y ahora mismo no podemos estar pensando en objetivos de déficit, techos de gastos ni en políticas de austeridad, lo que necesitamos es flexibilizar. Es el momento de poner las necesidades de las personas por delante de los objetivos de déficit. Lo que no comparto, y lo ha pedido el president Torra, es la suspensión generalizada de impuestos, porque va en contra de la recaudación de más ingresos, de la redistribución de la riqueza y de hacer justicia social. No tendría sentido que a empresas que están teniendo grandes beneficios se les suspendiera el pago de impuestos.

Seguro que cuestiones como reforzar la sanidad pública o reformar el modelo de residencias generan un enorme consenso social. En el primer caso, plantean aumentar la inversión del 4,6 al 7% del PIB. ¿Cómo se consigue?

"Es el momento de poner las necesidades de las personas por delante de los objetivos de déficit"

Aquí también tendrá un papel importante Europa. Se ha demostrado que necesitamos unos servicios públicos fuertes para hacer frente no sólo a la crisis sanitaria, sino también a la social y la económica, y no tendría sentido que los límites de déficit estuvieran por encima de las necesidades de las personas. Por lo tanto, debería haber transferencias, también superar los techos de gasto y de déficit y, además, priorizar el gasto. No tiene sentido que ahora mismo estemos poniendo dinero en el Circuit de Montmeló. Y a esto hay que sumar la reforma fiscal, con la tasa covid.

Organizaciones ecologistas temen que la necesidad de recuperación económica provoque rebajar las exigencias ambientales y la lucha contra la emergencia climática.

La recuperación de la economía no debería ser a costa del planeta. Antes de la pandemia ya decíamos que la emergencia climática podría generar nuevas enfermedades, por la destrucción de la biodiversidad y las barreras naturales que tenemos frente a los virus. El tema verde no sólo es medioambiental, también es sanitario y de modelo. No podemos seguir creciendo como lo hacíamos, era insostenible. Tenemos que ir hacia un modelo de post-crecimiento y de post-capitalismo, y tenemos que encontrar el equilibrio entre la vida humana y el planeta y entender esta interdependencia. Esto el ecofeminismo lo refleja perfectamente. La reactivación económica se debe hacer con esta transición ecológica y justa que reclamamos.

La reindustrialización es un tema pendiente que se arrastra desde hace años y que estalla siempre que cierra una gran empresa. ¿Por dónde debería pasar?

No se trata sólo de hablar de ello cuando cierra una gran empresa. Es cierto que ahora hay Nissan, pero estamos asistiendo a un desmantelamiento progresivo de nuestro tejido industrial. Hace pocos meses hemos hablado de Continental, de General Cable ... Si no queremos ser el paraíso vacacional de otros países que sí están protegiendo su industria, como Francia o Alemania, necesitamos esta reindustrialización. Debe ser en clave verde, apostando por las energías renovables y protegiendo los puestos de trabajo.

"Debemos tomar conciencia y hacer un consumo responsable y plantearnos si hemos seguir utilizando plataformas como Amazon o Glover"

Hace unos días generé cierta polémica al decir que como ciudadanía quizás deberíamos plantearnos el boicot a una multinacional que pretende dejar sin trabajo a 25.000 familias. Hubo quien no lo entendió y me llamó populista. Es cierto que es una medida dura, pero es más duro dejar a 25.000 familias sin un puesto de trabajo. También se ha demostrado que es un error poner dinero público a fondo perdido en una multinacional sin poder ser partícipe de algunas decisiones.

La ciudadanía también debemos plantearnos si debemos seguir utilizando plataformas como Amazon, cuando tenemos miles de pequeños comerciantes que no sabemos si mañana podrán seguir levantando la persiana. O Glovo, cuando tiene los trabajadores explotados o en un régimen de semiesclavitud. O si seguimos comprando alimentos en aquellos lugares donde aprietan y revientan los precios de los agricultores, en vez de aprovechar las redes del campesinado que se están autoorganizando. Debemos tomar conciencia y hacer un consumo responsable.

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