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Entrevista a Salvador Illa, primer secretario del PSC Salvador Illa: "El Govern de Aragonès no tiene la solidez y la cohesión necesaria para afrontar los retos que tiene Catalunya"

12/02/2022 - Salvador Illa, al seu despatx del Parlament, durant l'entrevista amb 'Públic'.
Salvador Illa, en su despacho del Parlamento, durante la entrevista en 'Públic'. Paco Peris

Salvador Illa, primer secretario del PSC y jefe de la oposición en Catalunya, se muestra muy crítico con la Generalitat un año después de su triunfo electoral, si bien se ofrece para llegar a acuerdos. Partidario de recuperar el Estatut refrendado por la ciudadanía -aunque no lo ve como una "urgencia"-, está convencido de que la mesa de diálogo entre gobiernos funcionará y reclama a Aragonès que abra una "entre catalanes".

Hace un año el PSC volvía a la primera línea de la política catalana con la victoria en las elecciones al Parlament, un éxito que la formación logró después de decidir, pocas semanas antes, relevar a Miquel Iceta por Salvador Illa como candidato. Consolidado ahora como líder del partido -el congreso socialista de diciembre formalizó su entronización como primer secretario- y como jefe de la oposición, Illa mantiene un discurso muy crítico con el Ejecutivo presidido por Pere Aragonès, a la vez que se muestra dispuesto a llegar a acuerdos con él, un objetivo que le aleja radicalmente de lo que hizo Cs la pasada legislatura.

Recibe a Público en su despacho del Parlament para abordar a fondo la situación política e insiste en reclamar la apertura de un diálogo "entre catalanes". Firme partidario de la candidatura para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, también defiende que el catalán debe seguir siendo el "centro de gravedad" de la escuela y, sobre todo, pone énfasis en el proyecto de "construir una alternativa" al actual Govern.

El lunes hará un año que el PSC, con usted de cabeza de lista, se impuso a las elecciones al Parlament. ¿Tiene la sensación de que desde entonces se han movido cosas en la política catalana, y, por ejemplo, los bloques que la han marcado en los últimos años comienzan a quebrarse?

Sí, probablemente a un ritmo más lento de lo que a nosotros nos gustaría, pero creo que efectivamente las elecciones del 14 de febrero del pasado año marcaron un punto de inflexión en la política catalana. Puede decirse que abrieron un tiempo nuevo, que es un tiempo de concordia, de búsqueda de acuerdos, de volver al principio de realidad tan conveniente en política... Detecto este movimiento de fondo a la sociedad catalana y también se refleja en la política catalana y creo que se va avanzando en la buena dirección.

¿Este tiempo de concordia y de acuerdo que describe, puede facilitar que en un futuro se llegue a entendimientos que posibiliten gobiernos que en los últimos años eran impensables?

El mejor servicio que podemos hacer a la sociedad catalana en este momento, y en eso estamos, es ofrecer una alternativa al Govern de Aragonès que, desde nuestro punto de vista, no funciona. Es una fórmula que ya fracasó y en lo que llevamos de legislatura ya hemos visto que carece de la solidez y la cohesión interna necesaria para afrontar los retos que Catalunya tiene planteados. Por lo tanto, el mejor servicio que podemos hacer es construir una alternativa, dibujar un camino diferente en Catalunya. Y por eso hemos puesto en marcha, como método de trabajo si quiere, un gobierno alternativo de Catalunya que, aparte de fiscalizar al Govern, está dibujando una alternativa y haciendo propuestas en materia de mejora del autogobierno, de generación de prosperidad, de búsqueda de una financiación justa, de un reforzamiento de las políticas de seguridad... Esto no excluye una política de mano extendida para ayudar al Govern de Aragonès en todo aquello que pueda mejorar la vida de los catalanes. Una política de mano tendida que, por el momento, no ha sido aprovechada. ¿Pueden existir fórmulas diferentes en un futuro? Ya veremos, depende.

Más allá de la falta de cohesión interna, ¿qué falla en este Govern?

"Pienso que el objetivo que el señor Aragonès fijó en los tres discursos de investidura, que es culminar la independencia, es un objetivo equivocado"

La falta de cohesión interna es muy relevante. Pienso que el objetivo que el señor Aragonès fijó en los tres discursos de investidura, que es culminar la independencia, es un objetivo equivocado, que apela a la mitad de Catalunya y no al conjunto de la sociedad, es divisivo y no obedece a un principio de la realidad. Las prioridades de la sociedad catalana son otras, pasan muy prioritariamente por generar prosperidad y por garantizar que nadie queda atrás. Son momentos de cambios muy de fondo creo que en todo el mundo, cambios de alcance que probablemente no podremos calibrar hasta dentro de una década. Cambios en la energía que consumimos, en la industria y los procesos de funcionamiento, en las cadenas de suministro, en la movilidad, en la forma que tenemos de trabajar, en el rol de las instituciones públicas, en la esfera geoestratégica y de relaciones internacionales... Cambios que ofrecen oportunidades y presentan riesgos. Y lo que la sociedad pide es que aprovechemos estas oportunidades y manejemos estos riesgos y el Govern esta prioridad no la tiene clara.

Aparte ya hemos visto que la mayoría de investidura se ha roto. La prueba relevante que ha tenido que pasar, que es la aprobación de los presupuestos, no ha sido superada. Es una mayoría no operativa, en el mejor de los casos. Las desavenencias internas, la falta de cohesión, los objetivos imposibles y una mayoría ya rota hacen que el Govern no esté a la altura de lo que Catalunya necesita en estos momentos.

Lo de aprobar leyes importantes sin pasar por la mayoría de investidura también lo hemos visto en el Congreso, con la reforma laboral, y no parece que el Gobierno español esté tambaleándose.

El Gobierno de España ha aprobado leyes y aprobado los presupuestos con esta mayoría de la investidura. Y es verdad que en una de las principales leyes de esta legislatura, como es la reforma laboral, no ha sido así, a mí me parece que por un ejercicio de falta de sentido de Estado del PP y de no saber estar en altura de ERC, pero ha salido adelante. Aquí, en Catalunya, es que no han pasado la primera prueba de fuego y con los presupuestos, que es el mecanismo con el que un gobierno plasma negro sobre blanco cuántos recursos destina a las políticas que ha acordado, pocos meses después de una investidura muy forzada no han logrado ponerse de acuerdo. Y esto es un símbolo de debilidad y de carencia de cohesión del Govern. No lo digo para subrayar la incapacidad del Govern, sino porque quizás en este momento en Catalunya se deben buscar acuerdos transversales, por amplia mayoría, al menos en algunas materias en las que creo que hay un sentimiento generalizado que deben afrontarse. Desde este punto de vista es desde donde hago una política de mano tendida, dejando muy claro que estamos construyendo una alternativa a un gobierno que tiene un horizonte equivocado. Pero quiero hacer una política de mano tendida en materia de presupuesto, de infraestructuras, de sanidad, de lucha contra la covid... Creo que es lo que le conviene al país.

¿Ya tiene fecha para una reunión formal con Pere Aragonès?

Yo le solicité una reunión como jefe de la oposición, de palabra y por escrito, y él me ha contestado y tenemos una fecha fijada y no sé si me excedo, pero quiero ser muy institucional y creo que le corresponde a él anunciarlo. Le pedí esta reunión para trabajar, para ver si podemos llegar a acuerdos, porque no quiero que Catalunya siga perdiendo oportunidades.

"Es positivo que haya presupuestos, llevábamos muchos años sin ellos, pero son poco ambiciosos"

En esta línea de política de mano tendida, el PSC se ofreció para negociar los presupuestos, pero el Govern no habló con ustedes. ¿Votaron en contra, pero se sienten muy lejos de las cuentas aprobadas?

Nosotros hubiéramos querido incluso unos presupuestos de 2021. El momento exige una capacidad de acción política rápida, pero no fue posible. Nos ofrecimos para los del 2022 y el Govern legítimamente optó por otras fórmulas. Es positivo que haya presupuestos, llevábamos muchos años sin ellos, pero son poco ambiciosos. Si hubiera habido el coraje de al menos intentar negociarlos con el principal grupo de la cámara habría sido en sí mismo un mensaje para realizar un presupuesto con un apoyo muy transversal. Pero viendo el posicionamiento de ERC y de Junts con la reforma laboral veo que ellos al acuerdo le dan una importancia y una relevancia muy distinta a la que le doy yo.

¿Qué le falta a estos presupuestos?

Pues especialmente le falta ambición en materia de sanidad, es el momento [de tenerla]. Ha habido muchos recursos que han venido del Gobierno, 30.000 millones a fondo perdido por todas las autonomías en dos años, casi 5.300 en Catalunya. Existe un consenso muy amplio en la sociedad a raíz de la covid de que la política pública exitosa que ha habido en sanidad requiere de recursos; existe la cifra en Catalunya de 5.000 millones [más] en cinco años, existe un consenso también del 80% de los diputados del Parlament. Creo que los presupuestos podrían haber sido más ambiciosos en esto y cambiar prioridades. También está el capítulo de la modernización de la administración pública, debería haberse ido más allá.

Ha sido ministro de Sanidad. ¿Cree que, finalmente, la pandemia comienza a quedar atrás? ¿Comparte las medidas que en los últimos meses se han tomado en Catalunya, más restrictivas que en la mayoría del Estado?

"Gracias al proceso de vacunación que se ha seguido en España y en Catalunya podemos ir tomando las medidas que está tomando la Generalitat"

Por la responsabilidad que he tenido siempre he apoyado las decisiones que se han tomado y nunca he entrado en confrontación pública. Es verdad que no es la actitud que ha seguido todo el mundo, tampoco en Catalunya. Con toda la prudencia del mundo, porque la covid ya nos ha sorprendido demasiadas veces, estamos en un camino de salida, en una fase diferente y poco a poco tenemos que ir volviendo a una nueva normalidad. Las cosas quizás no sean exactamente como antes, pero sí, gracias al proceso de vacunación que se ha seguido en España y en Catalunya podemos ir tomando las medidas que está tomando la Generalitat.

En lo que llevamos de legislatura acumula más de 4.000 km recorridos en Catalunya y más de 70 reuniones con organizaciones sociales, sindicales, culturales o económicas. ¿Los encuentros responden a la voluntad de escuchar a sectores para construir una alternativa y, al mismo tiempo, de cuidarlos más que en los últimos años?

En primer lugar, responden a la voluntad y necesidad de escuchar lo que diferentes sectores de la sociedad catalana y de diferentes territorios tienen que decir. Responden también a un estilo de trabajar desde la oposición para construir esa alternativa. Es verdad que en este momento, debido a nuestra relevancia como primer grupo parlamentario y por nuestra presencia en el Gobierno de España, hay muchos sectores que nos piden relación directa e intentamos atenderlos siempre, con ganas de resolver problemas y de poder ayudar a que el país vaya adelante.

¿Ha notado un cambio en la relación con los grandes poderes económicos, que seguramente ahora ven al PSC como el partido más cercano en Catalunya?

Hemos tenido siempre una relación muy correcta con todos los ámbitos de la sociedad catalana, con el empresarial, el de la cultura, el de la ciencia, el del trabajo, que quizá sea el más afín. En función de la fortaleza de nuestro proyecto político las relaciones han tenido mayor o menor intensidad, también en función de las parcelas de poder que hemos ido ocupando. Y creo que ahora en todos estos sectores, también el empresarial, hay unas ganas de pragmatismo, de tener los pies en el suelo. En el conjunto de visitas [que he hecho] observo mucha energía contenida en la sociedad catalana, muchas ganas de sacar adelante proyectos, de innovar, de avanzar.... Y el papel que debemos jugar desde las instituciones políticas es liberar estas energías para aprovechar las muchas oportunidades que se presentan en estos cambios tan de fondo que planteaba.

Una reciente encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió mostraba cómo la mayoría de los catalanes sitúan la gestión pública del día a día como prioridad de la Generalitat, por delante de la resolución del conflicto político. ¿Lo vio como un aval a lo que defiende?

Yo me fío mucho de las experiencias derivadas del contacto directo, de lo que ves cuando te mueves, pero efectivamente cuando lo refleja un estudio demoscópico como el del CEO sientes que tus impresiones están validadas. También aparecía un dato que me ha impresionado mucho y es que en el 2018 eran casi el 32% los catalanes que decían que el primer problema de Catalunya era su relación con España y ahora son el 5,8%, 25 puntos menos. Existe una reorientación de prioridades muy claras. Lo digo con todo el respeto, pero en un contexto de tantos cambios ahora es un momento de estar centrados porque si no podemos perder oportunidades que van a costar mucho de recuperar.

Tanto En Comú Podem como ERC han manifestado que este año deberían verse avances importantes en la mesa de negociación entre gobiernos. Ahora bien, no sé si con la acumulación de citas electorales será posible que este espacio se reúna mucho en los próximos meses.

"¿Por qué comienza a reunirse sólo con los partidos independentistas, señor Aragonès?"

Déjeme ser muy claro en este asunto, porque en algunos casos ya es suficiente. No hay elecciones en Catalunya a la vista, ¿por qué no abren el diálogo en Catalunya? ¿Por qué la culpa siempre es del otro? ¿Usted qué propone? Realiza una propuesta, amnistía y autodeterminación, que apela a media Catalunya. ¿No propone nada más? ¿Estos son los problemas que tiene Catalunya? ¿Esto se aviene con las preocupaciones que acabamos de comentar del último Centre d'Estudis d'Opinió? ¿Y por qué no abre un diálogo entre catalanes? ¿Por qué comienza a reunirse sólo con los partidos independentistas, señor Aragonès? ¿Por qué no comienza a dialogar con aquellos que piensan diferente a usted, que somos tan catalanes como usted? ¿Por qué no abre un diálogo en Catalunya? ¿Era menos catalanista que usted el señor Torra cuando abrió un diálogo en Catalunya? ¿Es importante o no, para usted señor Aragonès tener credibilidad? Porque su partido político firmó un acuerdo que decía que ponía en marcha un proceso de tres patas: comisión bilateral, que se reúne el día 18, mesa de gobiernos, que se ha reunido dos veces en medio de una pandemia, y mesa de partidos en Catalunya, que desde su presidente se ha reunido cero veces.

Se debe abrir un diálogo entre catalanes. Le tocaría liderarlo al señor Aragonès y si él no lo lidera, encontrará otros caminos. Ya ha encontrado uno, muy modesto, que es las jornadas sobre convivencia lingüística en la escuela que organizó la Fundación Rafael Campalans y donde juntamos a gente que piensa diferente: Sociedad Civil Catalana, Òmnium, Irene Rigau, Antoni Puigvert, Albert Branchadell, Jordi Amat... Pudimos dialogar siete horas al respecto y no llegamos a ningún acuerdo, pero pudimos ver que había algunas líneas de trabajo interesantes. ¿Por qué no se hace esto en Catalunya? El diálogo entre gobiernos va a funcionar, está funcionando, vino un presidente del Gobierno español a reunirse en Barcelona con el señor Aragonès. Vimos que había una división de planteamientos en el seno del Govern, y yo lo respeto, pero habrá una continuidad de este diálogo, claro que sí. Ahora, reclamo un diálogo en Catalunya entre catalanes y creo que éste sólo depende de nosotros y no entiendo porqué no se quiere abrir.

En cuanto a su propuesta ha dicho que es una anormalidad que se aplique un Estatut que no ha sido refrendado por los catalanes y, al mismo tiempo, defiende una mejora de la financiación. En el primer caso, ¿pasaría por la modificación de leyes orgánicas? Y, en el segundo, es una cuestión que se arrastra desde el 2014 y no está claro que en lo que queda de legislatura estatal se resuelva.

Son temas relevantes, aunque creo que la prioridad para la sociedad catalana es la generación de prosperidad compartida. Pero es verdad que el autogobierno debe mejorarse y eso quiere decir muchas cosas. Por ejemplo, aprobar una ley electoral en Catalunya o la renovación de cargos que hoy [por el jueves] ha aprobado el Parlament. Es una anomalía que el Estatuto vigente no se corresponda con lo que refrendó la ciudadanía de Catalunya. Aunque esto no lo veo una urgencia, sí creo que debe haber un horizonte de resolución de este asunto y haremos alguna propuesta.

"Es verdad que el autogobierno debe mejorarse y eso quiere decir muchas cosas. Por ejemplo, aprobar una ley electoral en Catalunya o la renovación de cargos"

El tema de la financiación es primordial y la próxima semana, el día 16, la Fundación Rafael Campalans presentará un primer documento elaborado por dos expertas en la materia. No es la posición del PSC, pero es una aproximación que nos merece mucha credibilidad por su conocimiento. En esta materia lo que diría es que Catalunya tiene que estar, debe tener voz en esta discusión. Es un tema difícil, incluso puede dar pereza, porque es un debate muy enrevesado que trasciende las líneas ideológicas. Y es verdad que me gustaría que se resolviera lo antes posible, existe el compromiso de hacerlo, pero si hemos podido demorarlo unos años es porque en el contexto de la pandemia el Gobierno de España ha puesto 30.000 millones a fondo perdido en las autonomías. Queremos tener una actitud activa, realizar propuestas. Esperamos que podamos tener una conversación educada y serena, de contraste de opiniones, en Catalunya y que Catalunya pueda estar representada por quien debe representarnos, que es el Govern de la Generalitat en estas discusiones que espero que se produzcan.

La presidenta de las Baleares, la socialista Francina Armengol, ha defendido una especie de frente común con Catalunya y el País Valencià en la reforma de la financiación. ¿Cómo lo ve?

He hablado con el president Puig y la presidenta Armengol, también con el presidente Lambán, y no sé si debemos hacer un frente común, porque cada presidente debe defender los intereses de su comunidad autónoma. Todos compartimos que no debe haber privilegios para nadie, somos de una familia socialdemócrata y lo que queremos es justicia en el reparto de los recursos. Y hemos empezado ya una labor de trabajo, más en el ámbito de partido si quiere, con los compañeros de Valencia, Baleares y Aragón, siempre con un ánimo constructivo. Todos coinciden con que Catalunya debe estar en la mesa, no entienden que Catalunya no esté en esta discusión. Y eso también enlaza con una idea que compartimos de una España plural y diversa que en su pluralidad y diversidad encuentra una fortaleza, no una debilidad como piensan algunos.

Uno de los proyectos, si quiere estratégicos, sobre la mesa es la posible candidatura a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030. Las críticas se centran, sobre todo, en que los estudios científicos cuestionan que el deporte de nieve tenga mucho futuro en el Pirineo, como consecuencia del cambio climático. ¿Es muy realista el compromiso en la lucha para afrontar la emergencia climática si después se apoyan proyectos como éste?

Nosotros defendemos que el territorio, el Pirineo en este caso, tiene derecho a acoger un acontecimiento de esta importancia, que debe permitirle un salto adelante muy relevante en infraestructuras y en la generación de riqueza. Creo que es una oportunidad única y es una muy buena ocasión de hacerlo conjuntamente con Aragón, para estrechar lazos. Es una cuestión de respeto trabajar juntos y creo que si se trabajan aspectos concretos se encuentran soluciones concretas. Es una oportunidad única y lógicamente debe hacerse con todas las garantías de sostenibilidad y pienso que si se trabaja bien las preocupaciones que puedan tener colectivos ambientalistas pueden quedar resueltas.

"Pensamos que no existe un problema de conocimiento del catalán y defendemos que la inmersión es una técnica pedagógica concreta que debe aplicarse con criterios pedagógicos"

El PSC ya ha dicho que participará en el Pacte Nacional per la Llengua, que quiere aumentar el uso social del catalán. Un elemento clave es el modelo de inmersión lingüística en la escuela, que cuenta con un amplio apoyo social. Usted defiende que habría que actualizarlo. ¿Cómo?

El PSC es un partido catalanista y estará presente en el Pacte, que quisiéramos que fuera también un pacto para la convivencia lingüística, con un objetivo fundamental, que es mejorar su uso social en Catalunya. Por cierto, el uso social ha retrocedido en los últimos diez años con gobiernos de un signo muy determinado, quizá convendría que dieran alguna explicación de lo que han hecho en esta materia. Pensamos que no existe un problema de conocimiento del catalán y defendemos que la inmersión es una técnica pedagógica concreta que debe aplicarse con criterios pedagógicos. El catalán debe ser el centro de gravedad del sistema educativo de Catalunya. Y deben cumplirse las resoluciones judiciales y no pasa nada ni afecta al catalán como centro de gravedad el hecho de que deba hacerse una materia más en castellano. En las jornadas que organizamos, con diferencias de matiz, más o menos todo apunta aquí, que defender el catalán no significa ir en contra del castellano y empeñarse en politizar este asunto es un error clarísimo.

El próximo año viviremos las elecciones municipales, en las que imagino que el objetivo del PSC es mantener la alcaldía de las grandes ciudades metropolitanas y, supongo, recuperar capitales de provincia, que ahora no tiene ninguna. Pienso en Lleida y Tarragona, pero sobre todo en Barcelona.

Somos un partido con un ADN muy municipalista, un ámbito en el que nos sentimos muy cómodos y nos tomamos estas elecciones muy en serio. Son una ocasión para reforzar nuestra implantación territorial y los retos que comentaba son relevantes para nosotros. Hay ciudades en las que hemos gobernado históricamente, como Lleida, Girona y Tarragona creo que con un balance positivo y creo que tenemos opciones en las tres de volver a posiciones de gobierno. Y en Barcelona ya formamos parte del gobierno de la ciudad, pero nuestra aspiración es la alcaldía y Jaume Collboni está en condiciones de conseguirla.

¿Será Jaume Collboni seguro el alcaldable del partido en Barcelona?

Sí, porque Barcelona requiere un conocimiento muy profundo de la ciudad y Jaume Collboni lleva ya dos legislaturas trabajando en Barcelona, conoce bien la ciudad y tiene un proyecto de ciudad en la cabeza. Nos sentimos muy representados como socialistas en todas las posiciones que él defiende y creemos que tiene las capacidades para representar a nuestro proyecto y obtener la alcaldía.

Por último, ¿qué piensa de que una persona, como Pau Juvillà, pueda perder su condición de diputado en el Parlament sin una sentencia firme? ¿Qué balance hace de la actuación de la presidenta de la cámara, Laura Borràs, en este caso?

"El Parlament de Catalunya debe tomar decisiones que mejoren la vida de los ciudadanos y en esto es en lo que debemos estar centrados"

Quiero empezar expresando todo el respeto y a nivel personal admiración por el diputado Pau Juvillà porque está pasando por una situación personal muy dura y lo lleva con una entereza y con una fuerza de carácter que para mí es un ejemplo. La legislación española, vigente en Catalunya entre otras razones por no tener una ley electoral propia, ofrece toda la dirección del proceso electoral a la Junta Electoral Central y, de acuerdo con esta legislación, sus resoluciones tienen carácter ejecutivo. La JEC ha estimado que el señor Juvillà pierda su condición de diputado y guste o no, debe respetarse esta resolución judicial, exactamente igual que se hizo con el caso del señor Torra. Con este caso, y no por parte de mi grupo, creo que ha habido una gesticulación excesiva, en la que se han primado los intereses mal entendidos de partido por encima de los de la institución y esto es un muy mal servicio que se ha hecho en el Parlament. Debe permitirme que no quiera ir más allá con este tema, porque me sería relativamente fácil, pero todo el mundo ha visto lo que ha pasado. Lo que importa ahora es que el Parlament no se desprestigie más. Casos así no ayudan en absoluto a acercar la política a los ciudadanos. El Parlament de Catalunya debe tomar decisiones que mejoren la vida de los ciudadanos y en esto es en lo que debemos estar centrados.

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