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Premios Goya Melina León: "La violencia contra las mujeres indígenas es brutal porque además hay racismo"

La directora peruana Melina Leon, posa en Cannes, tras la presentación de su película 'Cancion sin Nombre' en el festival de cine, el pasado mayo. Anna PELEGRI / AFP
La directora peruana Melina Leon, posa en Cannes, tras la presentación de su película 'Cancion sin Nombre' en el festival de cine, el pasado mayo. Anna PELEGRI / AFP

Canción sin nombre, nominada a los Goya como Mejor Película Extranjera, es la ópera prima de Melina León, en la que narra uno de los episodios más oscuros del Perú: el robo de niños en medio del conflicto armado entre el Gobierno y el grupo terrorista Sendero Luminoso

A pocas horas de que se entreguen los premios más importantes del cine español, los nervios se mezclan con la ilusión ante el que podría ser uno de los grandes momentos de la carrera de la cineasta peruana Melina León. Canción sin nombre es su ópera prima, opta al Goya a la Mejor Película Iberoaméricana. Público ha hablado con Melina León para conocer de cerca la intrahistoria de su obra y reflexionar sobre uno de los episodios más oscuros y dramáticos de los años 80 y 90 en Perú, marcado por el robo sistemático de bebés, las esterilizaciones forzosas a las mujeres indígenas y el terror que sembró Sendero Luminoso.

La película de esta cineasta, hija del conocido periodista peruano Ismael León, no deja indiferente y recupera la memoria y la lucha de todas esas madres peruanas a las que entonces nadie escuchó y que aún ahora buscan cerrar sus heridas.

Melina, ¿cómo recibió esa nominación a los Goya?

Con una enorme felicidad; es un gran espaldarazo. Siento una inmensa alegría porque es mi ópera prima, y estar nominada al lado de cineastas tan reconocidos como Patricio Guzmán para mí ya es un premio. Pase lo que pase, siento que hemos cumplido con entregar lo mejor que hemos podido hacer; ya tenemos el reconocimiento. Ganar sería fenomenal, porque es una forma más de romper la indiferencia del público. Ha sido un largo camino, con muchas dificultades, porque venimos de la industria más pequeña.

¿Qué la llevó a elegir este tema para 'Canción sin nombre'?

Yo he vivido el Perú de los años 80 y 90 y me sentía autorizada a hablar de esta memoria. Además, tiene dos ingredientes que son universales, lamentablemente: el amor de las madres y el problema de la violencia.

El proyecto lleva cocinándose 10 años…

Sí, la historia arranca con el testimonio de Celine, una mujer que había sido adoptada en Francia, que, al descubrir que era una niña robada, regresa a Perú para recuperar su derecho a la identidad. Ella se puso en contacto con mi padre, que había escrito sobre el robo de niños en el periodico La República 30 años atrás. Él me contó el caso y yo me sentí identificada con Celine, porque estaba terminando de estudiar cine en Nueva York y también me había convertido en una inmigrante, desarraigada de alguna manera… Esto me dio la fuerza de volver a Perú y volver a la infancia, a mis recuerdos.

La película se enmarca en un contexto histórico brutal. ¿Hay respuesta a la pregunta de cómo pudo suceder aquello?

Antes de que se produzca el estallido del conflicto armado entre el Estado y Sendero Luminoso hay razones para que se llegue a esa barbarie que nadie entiende. Nadie entiende cómo pudo surgir un monstruo tan horrible como lo fue Sendero Luminoso. Lo que busca la película es entender qué es un país abandonado, un país que se desprecia a sí mismo, que desprecia a la gran mayoría de sus pobladores mestizos, indígenas o descendientes de indígenas, y esto es igualmente monstruoso.

¿El robo de niños en su país es ya cosa del pasado?

Cartel de la película 'Canción sin nombre'.
Cartel de la película 'Canción sin nombre'.

Lamentablemente, sigue pasando en la selva de Perú, en la sierra sobre todo, justamente en la zona que se muestra en la película; y también en Cuzco, aunque no se habla mucho de ello. De todos modos, eso pasa en todo el mundo. Estamos en una era en la que hay más tráfico de personas que de cualquier otra cosa, es la esclavitud moderna. Ahora más por el tráfico sexual… En Perú hace poco se detectó una mafia en la que había policías involucrados.

¿Por qué sucedió y sigue sucediendo esto?

Tiene mucho que ver con la corrupción de los Estados. Lo que vivimos en Perú responde a esa corrupción que facilita que esas mafias sean posibles: falsificar los documentos, permitir la salida del país de los niños…. Todo eso tiene que ver con poder, y en aquella época aún era mucho más fácil. La película plantea esa pregunta, por qué sucede esto, por qué los seres humanos seguimos siendo tan violentos y encontramos formas perversas para justificar esa violencia, para justificar la pasión por el dinero, que es lo que está detrás de este drama.

Las mujeres indígenas, como sucede con la protagonista de su película, son las más vulnerables a la violencia y los abusos.

Exacto. Esa violencia que recibimos las mujeres en el caso de las indígenas es más brutal, porque existe ese componente de racismo que se expresa a través del desprecio del idioma, de las costumbres… Ellas son las que se llevan la peor parte.

Claro ejemplo son las esterilizaciones forzosas que llevó a cabo Fujimori en los 90…

Eso fue espantoso. Fueron 300.000 campesinas esterilizadas, y es ahora cuando está siendo juzgado. ¡Han tenido que esperar más de 20 años para que su caso llegue a los tribunales! En la película se hace una pequeña alusión también nombrando a los doctores involucrados. Por supuesto deberían ser tratados como crímenes de lesa humanidad, porque ahí están las pruebas de que fueron forzadas. Fue un maltrato masivo a las mujeres indígenas.

¿Cómo es actualmente la realidad de esas mujeres?

Quedan muchas heridas por cicatrizar. Las madres de los desaparecidos siguen buscando a sus hijos, o poder honrar sus restos que se encuentran en fosas comunes. Las madres desean paz, desean respuestas, y esa herida está abierta.

Una imagen de la película 'Canción sin nombre'.
Una imagen de la película 'Canción sin nombre'. CEDIDA

Y sin apoyo institucional para lograrlo...

Por supuesto, y además con el rechazo de algunos grupos extremistas de derechas que prefieren negar lo sucedido y convertirlo en una historia irreflexiva de buenos y malos.

¿El cine peruano y películas como la suya sirven de vehículo de memoria y denuncia?

Creo que el cine contribuye a funcionar como un espejo, que plantea las preguntas difíciles, y nos muestra cómo vivimos.

Hay todo un movimiento de cine independiente en su país, que reafirma esa identidad, ese respeto a los orígenes.

Sí, en los últimos años hemos podido crear proyectos más sólidos, y hay películas enteramente filmadas en aimara y en quechua, que están teniendo muy buena difusión. También se están haciendo muchos documentales en lenguas nativas.

¿Cómo es el panorama actual de la mujer cineasta en su país?

Es muy adverso para las cineastas que vienen de las regiones; las que venimos de la capital de alguna forma hemos logrado salir de esa especie de opresión o invisibilización que hemos vivido durante tantas décadas. Cineastas peruanas hay una gran cantidad, pero el 95% pasa inadvertidas. No hay comparación con el cine dirigido por hombres. El machismo es muy fuerte. Nos hemos dado cuenta de eso y hemos comenzado a crear una asociación de directoras para apoyarnos… Es inútil pedir paridad cuando no hay chicas que intenten hacer cine; que están en las universidades, pero se quedan en el camino para cuidar de sus hijos, mientras los padres son los profesionales.

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