Público
Público

Estreno de 'Un nuevo mundo' Stéphane Brizé: "Pensemos ahora en los derechos civiles y en la resistencia civil, es el momento"

10/05/2022 Stéphane Brizé
El director Stéphane Brizé. Elástica Films

Las aniquiladoras consecuencias del sistema capitalista sobre la humanidad han ocupado el universo cinematográfico del cineasta Stéphane Brizé los últimos años. Ahora, con Un nuevo mundo, cierra la trilogía que inició con La ley del mercado y continuó con En guerra. Aquí, Brizé disecciona el daño letal que provoca el capitalismo, la creciente presión en el mundo laboral, en una pareja y obliga a una reflexión sobre una muy necesaria elección entre un sistema de valores éticos, humanistas, frente a otro cínico y brutal que vampiriza al ser humano. Protagonizada de nuevo por Vincent Lindon, al que acompaña Sandrine Kiberlain, la película muestra a un exitoso alto ejecutivo de un conglomerado industrial en el momento en que su esposa abandona la relación. Es un tipo angustiado ante el hundimiento de su vida privada, confundido ante las exigencias de sus jefes que le quieren convertir en un 'ejecutor' y aterrorizado por ese momento en el que sabe que debe decidir qué significa realmente su vida. Presentada en el Festival de Venecia, la película retrata un individuo que solo habla de dinero, que vive volcado en su trabajo, secuestrado por la empresa, cada vez más lejos de su familia y de sí mismo, y con una alarmante sensación de que todo a su alrededor se va al carajo. El cineasta Stéphane Brizé habló sobre el personaje y su película con Público en los encuentros de Unifrance.

¿La he marcado a usted el trabajo en esta película y en las dos anteriores de la trilogía?

Sí, soy un poco más listo y estoy mucho más desilusionado. Diría que soy más inteligente en el sentido de que todo ese trabajo me ha ayudado a comprender los mecanismos disponibles y las formas en que los hombres y las mujeres trabajan en ese mundo corporativo. Y mucho más desilusionado porque no creo que antes fuera lo suficientemente consciente de la brutalidad y el cinismo que había en juego.

La manera en que el trabajo afecta a nuestra vida y nuestras relaciones es una de las grandes trampas del capitalismo, ¿cree que este tiempo de pandemia nos hará cambiar?

Ojalá se diera el caso de que la humanidad se embarque en un camino diferente. Y sí creo en la virtud de disfunciones tan masivas cuando ocurren, ya sea en el ámbito familiar o a escala global, como es el caso ahora mismo de la pandemia. La virtud de tales eventos masivos es que nos hacen cuestionarnos la forma en que vivimos, nuestra relación con el mundo, la responsabilidad hacia los demás, hacia el mundo, hacia el medio ambiente. Sin embargo, también podemos ver, como ha sido el caso en Francia, que la pandemia solo ha llevado a una tensión creciente y a la radicalización. La oposición, creciente, y los políticos están haciendo todo lo posible para volver a las viejas costumbres porque piensan que la manera en que iban antes las cosas estaba bien. Yo no lo creo, pero parece que ellos están luchando por volver a la vieja normalidad. Así que me temo que podríamos perder esta oportunidad de cuestionar la forma en que interactuamos, la forma en que trabajamos y la forma en que vivimos.

La forma en que vivimos y la forma en que nos relacionamos con el planeta…

Sí, sí, y añado algo más, la disfunción que ha mostrado la covid más el consenso global sobre la cuestión de salvar el planeta nos obliga a reflexionar sobre algo aún más fundamental, cuestiona nuestra responsabilidad frente al planeta dólar, necesitamos herramientas para aceptar la responsabilidad que tenemos antes los recursos del planeta Tierra. Para mantenernos seguros no debemos rendirnos al consumo, la radicalización, el discurso sobre la posición sagrada del trabajo a largo plazo… Yo soy, además, pacifista, porque la historia nos enseña, no debemos dejar pasar la oportunidad de aprender de ella y de algunos libros que animan a una reflexión profunda sobre la necesidad de cambiar los actuales mecanismos.

Es cierto que Francia ha vivido un período electoral convulso. Y Europa vive en tensión no solo por la pandemia, sino por una crisis que ya dura más de una década. ¿Cree que es importante hablar políticamente en una película hoy?

Seguro. Sí. Pensemos ahora en los derechos civiles y en la resistencia civil, es el momento. Dudo que las cosas puedan cambiar con una sola película, pero con un cúmulo de películas, de obras de teatro, de documentales, etc., tal vez sí. Porque en conjunto están arrojando más luz sobre los temas que nos preocupan. Yo veo cada película como una especie de nuevo giro en la Tierra que se puede aprovechar para aligerar nuestros caminos. Por la noche se debe conducir con todas las luces encendidas para hacerlo con seguridad, por eso veo cada película como una linterna que nos ayuda a navegar en estas aguas turbulentas.

10/05/2022 Vincent Lindon
Vincent Lindon y Sandrine Kimberlain, en una escena de la película. Elástica Films

¿El trabajo en estas tres películas le permite hacer un pronóstico a medio plazo de lo que ocurrirá con el sistema?

Ser director ya es bastante difícil y desafiante, pero tener la capacidad de mirar hacia el futuro y saber lo que se avecina es aún más difícil. Usted y yo estamos pensando en el sistema y en sus consecuencias, eso es muy complicado. No sé vaticinar, por eso en esta película desaparecen la premonición absoluta o el sistema de teología cristiana sistemática.

En el mercado y el universo empresarial y laboral, ¿cuál es el mayor problema al que nos enfrentamos?

Todas y cada una de las películas que estoy haciendo me remiten a la necesidad de que la política y la ley nos protejan del mercado. Pero ¿qué hemos visto? Año tras año, inexorablemente, hemos visto la trágica desaparición de la política ensombrecida por las grandes corporaciones. Eso ha sucedido de forma lenta pero segura, con el tiempo. Y ese, creo, es el aspecto más trágico del mundo tal como lo conocemos hoy.

¿El mundo en manos de los capitalistas más poderosos, no?

Permítame hacer esta comparación. Cuando estás en la carretera, en casi todas partes del mundo verás carteles que dicen, para protegernos, para protegerte a ti mismo, no conduzcas por encima del límite de velocidad X o Y. Este es el resultado de una decisión legal que se tomó a nivel gubernamental para protegernos como conductores y pasajeros cuando, de hecho, nuestros coches podrían ir a una velocidad de ¿qué? 180 a 200 kilómetros por hora. Sin embargo, en la carretera del capitalismo en este momento, ya no hay ninguna señal que limite la velocidad. Entonces, básicamente, quien tenga el vehículo más poderoso vencerá, incluso si eso significa aplastar a todos los demás en el camino.

En la película usted trata, en cierto modo, de humanizar al jefe. ¿Ha investigado para hacer este retrato?

Para cada una de estas películas sobre el mundo corporativo, comienzo con una intuición sobre el lugar en el mundo que quiero mirar y mostrar. Empiezo reuniéndome con ejecutivos, trabajadores, políticos… muchas reuniones, muchos encuentros durante decenas y decenas de horas, como lo haría un periodista investigando su propio tema para preparar sus artículos. Eso me da mucho material, que es lo que uso como base, porque después de todo, ese no es un mundo que conozca directamente.

10/05/2022 Vincent Lindon
El actor Vincent Lindon es el protagonista de la película. Elástica Films

¿El capitalismo radical continuará con la sociedad patriarcal?

Es una pregunta muy interesante porque el capitalismo integra a las mujeres dentro de su propio sistema, siendo éste patriarcal. Y el argumento recurrente aquí es el de la valentía, pero no la valentía como la define el CEO estadounidense en la película. Él dice que la valentía es cuando haces algo que no quieres hacer, pero lo haces porque sabes que debes hacerlo de todos modos. Esa es una definición que involucra un grado muy alto de masculinidad. Sin embargo, al comienzo de la película, de una manera muy silenciosa, se muestra una definición diferente de coraje. La valentía es salir de una situación que no te conviene. Entonces, hablando del patriarcado, de las exigencias de las mujeres para estar tan presentes como los hombres en este sistema tan brutal, yo diría que ese no es el camino. No se trata tanto de tener más mujeres presentes en el mundo empresarial, sino de cambiar toda la dialéctica y ese discurso.

Hablando de coraje, ¿la película reta al personaje a tener el coraje de ser rechazado por el sistema?

Sí, a hacer lo que más nos desagrada, porque sabemos que eso nos hará estar señalados y rechazados por el sistema. Vivimos en un mundo en que un hombre normal puede ir poco a poco convirtiéndose en un verdugo. ¿Cómo puede la gente decente aceptar eso sin protestar, sobre todo sabiendo que pone en peligro su dignidad, su ética, incluso su integridad psíquica y física? El coraje se presenta como un elemento de respetabilidad dentro del grupo.

Vincen Lindon es el protagonista de estas tres películas y de otras dos suyas anteriores. Un gran actor, pero un hombre difícil…

Tenemos antecedentes personales muy diferentes, sí, pero siempre estuve muy feliz de seguir adelante con él en mi proyecto. Por muy diferentes que podamos ser, desde un punto de vista emocional, tendemos a ser felices por las mismas cosas, infelices por las mismas cosas y realistas por las mismas cosas. Así que tenemos esa conexión, los dos siempre estamos felices de poder ir a una cena. Cuando escribo historias, éstas son una forma de representar mis propias preguntas personales y él siempre está muy contento de embarcarse en estas aventuras que le ofrezco.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?