Este artículo se publicó hace 13 años.
El 22-M y la crisis del partido en Almería merman el crédito político de Griñán
"Si nos quedamos como estamos perdemos Andalucía", sentencia un destacado dirigente local
Antonio Avendaño
Nunca existió tanto desasosiego en el PSOE andaluz como ahora. Nadie conoce a ciencia cierta hasta dónde llegará la onda expansiva de la derrota del 22-M, aunque lo ocurrido el viernes en la agrupación socialista de Almería ha intranquilizado incluso a los más confiados en la capacidad del partido para mantener la cohesión en momentos tan comprometidos como estos. La dimisión de 27 de los 40 miembros de la Ejecutiva Provincial desencadenaba un terremoto que se ha llevado por delante a la dirección, encabezada por el secretario, Diego Asensio, y el presidente, Martín Soler, y, lo que es peor, ha erosionado la autoridad del líder del partido y presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, a quien Asensio acusó públicamente de tener un talante autoritario y de anteponer sus intereses personales a los de Almería. La presidenta regional, Rosa Torres, y la secretaria de Organización, Susana Díaz, han pedido a Asensio que rectifique, pero no lo ha hecho.
Lo cierto, sin embargo, es que ni Asensio ni Soler pueden elevar demasiado el volumen de sus reproches a la dirección regional: el partido que ellos dirigían ha sufrido una derrota singularmente humillante en un territorio punteado de ellas. Los socialistas han perdido cuatro de los 11 concejales de la capital, donde el PP ha apuntalado su hegemonía, además de reconquistar la Diputación.
Ningún dirigente eleva la voz contra Griñán, pero ya no ocultan su decepción
Siete puntos y 300.000 votosLos desastrosos resultados electorales de los socialistas en Andalucía, donde el PP los ha aventajado en casi 300.000 votos y siete puntos, han mermado el crédito político de José Antonio Griñán. La pregunta que ahora circula internamente es esta: ¿Tendrá Almería un efecto contagio en otras agrupaciones? Según ha sabido Público, el secretario de Cádiz, Francisco González Cabañas, enfrentado al presidente, habló el viernes por la noche con el recién dimitido Diego Asensio. No ha trascendido lo que hablaron, pero es seguro que a Griñán no le habría gustado escucharlo. En opinión de un veterano exdirigente de Sevilla, donde la derrota también ha tenido unas dimensiones que no habían imaginado ni los más pesimistas, algo debería empezar a moverse cuanto antes: "Si nos quedamos como estamos, perdemos Andalucía". Tras el 22-M, el PSOE sólo conserva y por poco las diputaciones de Sevilla, Huelva y Jaén, no gobierna en ninguna de las capitales ni en grandes núcleos como Jerez, Algeciras o Antequera, cuya lista encabezaba Rosa Torres, a la que Griñán elevó a la presidencia del partido. Aun así, los pésimos resultados han dejado a los dirigentes locales y provinciales sin legitimidad para hacer reproches a sus superiores orgánicos.
El secretario general de una provincia se expresaba en estos términos en conversación con Público: "No podemos mirar para otro lado; tenemos autonómicas el año que viene, o sea que tenemos diez meses para mover esto, ya no vale hablar de medidas filosóficas, lo que hace falta es tomar medidas de verdad, que la gente nos vea".
«No podemos mirar a otro lado, tenemos diez meses», dice un secretario provincial
Decepción empresarialLos dirigentes consultados por Público no elevan la voz contra Griñán, pero dejan entrever su decepción: el relevo de Manuel Chaves por José Antonio Griñán, propiciado hace dos años por Zapatero, no ha salido bien. La crisis y los ERE lo han trastocado todo, pero no sólo la crisis y los ERE. Un dirigente con buenas relaciones con el mundo empresarial decía esto: "Cuando Griñán sustituyó a Chaves, la opinión de los empresarios era muy favorable, les pareció que era una buena opción, pero hoy esa opinión ha cambiado: ya no creen en Griñán". Y vosotros, ¿creéis en él? El interlocutor hace un gesto ambiguo que puede significar muchas cosas, pero ninguna de ellas una confianza ciega en el presidente. Y desliza lo siguiente: "Hay gente en el partido" que ya trabaja para apuntalar el liderazgo y la candidatura de Griñán. ¿De qué manera? "Incorporando nombres nuevos, porque con él solo no ganamos".
Aunque sean los menos, algunos no ven descabellado pensar en una sustitución de Griñán. ¿Cómo? "Convenciéndolo de que dé un paso atrás, de la misma forma que se ha convencido a Carme Chacón para que no se presentara a las primarias porque eso perjudicaba al partido", decía a Público un responsable. La semana pasada, a la pregunta de si no era meterse en un lío demasiado arriesgado propugnar a estas alturas un cambio de candidatura, un militante con responsabilidad institucional resumía así su opinión: "El lío es no cambiar".
El riesgo de las elecciones separadasOtro hecho que suscita inquietud en el PSOE andaluz es la fecha de las autonómicas. José Antonio Griñán tiene decidido que no las adelantará en ningún caso, ni aunque así lo haga Zapatero si no logra sacar adelante los presupuestos de 2012. Griñán, de hecho, ha quemado las naves en ese sentido al recalcar públicamente en varias ocasiones que las andaluzas serán en marzo de 2012. En medios del Gobierno andaluz se cree que si Zapatero adelanta las generales y, como es previsible, el PP sale victorioso, la aplicación por el nuevo Ejecutivo de un duro programa de recortes "abriría los ojos a muchos votantes". En el partido, sin embargo, muchos se sienten molestos por la "arriesgada y poco consultada" decisión de Griñán y piensan que las elecciones separadas perjudican al PSOE porque baja la participación.
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