La canciller de Alemania, Angela Merkel, dijo ayer en privado a José Luis Rodríguez Zapatero que sentía cierta 'vergüenza' al leer que la mayoría de los medios de comunicación presentaban su visita menos de cinco horas y con seis de sus ministros como un examen a la gestión del Ejecutivo español, según fuentes gubernamentales. 'Hemos venido como amigos de España', subrayó después a micrófono abierto, en su comparecencia conjunta, durante la que no ahorró alabanzas.

Si hubo examen, Zapatero lo pasó con nota. Merkel se esforzó por evitar la imagen de institutriz prusiana en viaje de inspección, hasta el punto de reconocer que en Alemania no tienen 'menos problemas'. En todo caso, dio un rotundo espaldarazo a las reformas impulsadas por Zapatero: 'España realmente ha hecho sus deberes y va por muy buen camino. Se han hecho importantes reformas que permiten cambiar el rumbo de España hacia un rumbo más positivo. Va a causar muy buena impresión en la Unión Europea, y tengo la convicción de que los mercados van tomar buena nota y aprobarlo'.

La cumbre hispano-alemana implica a la sociedad civil' contra la crisis

Más allá del contenido, resaltó como un factor 'muy tranquilizador' que el último bloque, que incluye lo relativo a las pensiones, se acometa 'sin conflicto con los sindicatos y la patronal, y con el apoyo de parte de la oposición', circunstancia que no se ha dado en Alemania ni Francia.

Con la carta de presentación del pacto solemnizado la víspera en la Moncloa, Zapatero sacó a relucir en la reunión la oportunidad de impulsar un Diálogo Social en el ámbito europeo, planteamiento que suscribió la canciller y que, después, defendieron con firmeza los líderes de UGT y CCOO, así como Michael Soomer, de la principal central alemana, DGB.

En el salón del Pacto

El Acuerdo Social emerge como un modelo a seguir en el resto de la UE

Los tres sindicalistas intervinieron, junto a representantes empresariales, en el almuerzo de trabajo ofrecido a la delegación alemana, que se celebró en el mismo Salón de Tapices donde la víspera se firmó el Acuerdo Económico y Social. Zapatero aprovechó la presencia de Merkel para, dado que Mariano Rajoy pertenece al mismo partido europeo que la canciller, hacer también un nuevo llamamiento a que se sumen los partidos políticos.

En vísperas del Consejo Europeo extraordinario que hoy se celebra en Bruselas, Zapatero enfatizó que, una vez más, se ha demostrado que España 'es un país de compromisos y cumplimiento de sus deberes'. Lo proclamó en público y, según reconoció, también lo puso sobre la mesa en su reunión con Merkel, a la que agradeció que siga actuando como 'sostén fundamental del euro' a pesar de 'las dificultades' políticas que le acarrea en su país, donde se respira cierto cansancio por la larga trayectoria de Alemania como motor y banquera de la Unión Europea.

Zapatero vuelve a pedir a los partidos políticos que se sumen

Frente a la interpretación de que ayer se sometía al 'examen alemán', Zapatero se refirió a la cumbre hispano-alemana como un 'diálogo' y también como un acto 'de afirmación, confianza y credibilidad' en que los europeos son 'capaces de superar las dificultades de manera solidaria y asumiendo cada uno sus responsabilidades'. Fue este el único momento en el que Merkel esbozó una ligera sonrisa.

Zapatero y Merkel coincidieron en que las prioridades de la UE son ahora fortalecer el pacto de estabilidad y crecimiento y desplegar un pacto de competitividad, a partir de la premisa de que en otro caso no será posible mantener el modelo social europeo.

Eso, según destacó el presidente del Gobierno, sólo puede lograrse 'conjugando el idioma europeo', lo que se traduce en reglas comunes, más coordinación y armonización de objetivos y requisitos. En este punto, la canciller alemana apuntó que el avance puede llegar a través de una mayor coordinación entre los gobiernos nacionales o mediante el ejercicio de competencias comunitarias. A su juicio, tendría que abarcar 'todos los indicadores relevantes' para la economía.

Un convenio para evitar la doble imposición, único acuerdo bilateral

Merkel echó un cable al presidente, al que se refirió como 'José Luis Zapatero' comiéndose el primer apellido, Rodríguez , al rechazar que las reformas obedezcan a un sesgo ideológico. 'Hacemos las políticas por el bien de nuestros ciudadanos, porque sólo vamos a poder garantizar el bienestar con reformas. Son necesarias desde un punto de vista objetivo', alegó.

La cumbre tuvo dos peculiaridades. Sólo se firmó un acuerdo, que actualiza el convenio para evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal en materia de impuestos sobre la renta y el patrimonio, y contó con la participación de representantes de empresas y sindicatos, en un gesto valorado unánimemente como de implicación y compromiso de la sociedad civil en la lucha contra la crisis.

Los sindicalistas, según informa Belén Carreño, entregaron a Merkel un manifiesto conjunto en el que piden una solución 'urgente y solidaria' a la crisis de la deuda y expresan su preocupación por la orientación de las reformas.

Además, hubo una relevante participación empresarial. Asistieron, entre otros, los presidentes de Telefónica, Iberdrola, Acciona y de las confederaciones de cajas de ahorro de España y Alemania, así como el consejero delegado de la eléctrica RWE y altos ejecutivos de Deutsche Telekom y Siemens. Según informa Antonio M. Vélez, César Alierta (Telefónica) destacó la importancia de que el sector tecnológico de la UE supere la brecha con EEUU, advertencia ante la que Merkel se mostró 'muy receptiva'. El primer ejecutivo de RWE, Juergen Grossman, coincidió con Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) en la necesidad de mejorar las interconexiones eléctricas y alcanzar un mercado único de la energía. José Manuel Entrecanales (Acciona) pidió que Europa no pierda su actual liderazgo en energías renovables y reclamó más esfuerzo en I+D.