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El PSC secunda a Chacón para pedir a Zapatero que aplace la sucesión

El alcalde de Barcelona trasladó ayer el planteamiento de los socialistas catalanes al presidente del Gobierno

GONZALO LÓPEZ ALBA

La incertidumbre se mantiene y las espadas siguen en alto. A pesar de los varios y variados intentos de frenar el debate sucesorio, la lucha interna que ha desatado el horizonte de la retirada de José Luis Rodríguez Zapatero en 2012 sigue viva y coleando. Tanto que el presidente del Gobierno tendrá muy difícil, si no imposible, soslayar por completo el asunto en la reunión que el sábado celebrará el Comité Federal del PSOE.

Cuando ya se daba por abortado el plan para que en esta reunión Zapatero anunciara su renuncia a competir por un tercer mandato, lo que en teoría debía contribuir a rebajar la ansiedad, la tensión interna se reavivó el domingo con la exhibición que José Bono hizo de su influencia en Castilla-La Mancha. El presidente del Congreso aprovechó la tribuna para ofrecer el apoyo de este territorio a Alfredo Pérez Rubalcaba, que parte como favorito en la carrera sucesoria, a pesar de que el acto se había organizado para realzar la figura y los apoyos al candidato autonómico y secretario regional, José María Barreda.

Hereu salió de Moncloa convencido de que no habrá anuncio el sábado

Veinticuatro horas después, Carme Chacón se puso a la cabeza del PSC para pedir al presidente del Gobierno que el sábado 'cierre' el debate y aplace el proceso sucesorio 'hasta el final de la legislatura', como así trasladó su vicesecretario general y portavoz, Miquel Iceta, en nombre de la Ejecutiva de los socialistas catalanes.

Iceta ya había defendido esta tesis en público y ante la Ejecutiva Federal del PSOE. Ayer, lo hizo la ministra de Defensa ante la Ejecutiva del PSC, que asumió 'por unanimidad' su planteamiento. 'Es el momento para gobernar y para la estabilidad. En este momento de incertidumbres, no conviene anunciar eventuales relevos en la candidatura socialista a la Presidencia del Gobierno', argumentó Iceta.

La incertidumbre se mantiene y los grupos en liza mantienen el pulso

La postura del PSC se la transmitió de viva voz el alcalde de Barcelona a Zapatero, que le recibió ayer en el palacio de la Moncloa. Además de los argumentos relatados, Jordi Hereu, con la autoridad de ser alcalde y candidato a la reelección, puso el acento en la preocupación de su partido por que 'el ruido' sucesorio los engulla a todos y entorpezca la ya de por sí complicada batalla de Barcelona, donde el PSC se juega gran parte de su poder tras la pérdida del Govern de la Generalitat.

Hereu, según fuentes próximas al alcalde, salió de la Moncloa con la impresión de que Zapatero no anunciará el día 2 su retirada y, por tanto, tampoco dará el pistoletazo de salida para que pudieran convocarse primarias antes de las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo. También regresó a Barcelona con la seguridad de que agotará la legislatura como presidente, aspecto que nunca ha estado sobre el tapete, a diferencia del cambio de candidatura.

Las impresiones de Hereu coinciden con las de otros dirigentes socialistas que han podido hablar con el presidente del Gobierno en los últimos días, pero no existe garantía de que ese vaya a ser el criterio que mantenga hasta el Comité Federal.

Mientras que partidarios de que aplace el proceso aseguran que está totalmente descartado que pueda anunciar su retirada el sábado, los que defienden que lo diga ya sostienen que 'todo está abierto'.

Los gestos y comentarios del presidente son interpretados con un sesgo distinto en función de la posición que tenga cada interlocutor ante el debate sucesorio. Pero las fuentes más solventes consultadas por Público sostienen que nadie sabe con seguridad lo que dirá el sábado y que lo más probable es que su reflexión no la madure definitivamente hasta el jueves o viernes.

Tan elevado es el margen de incertidumbre que dirigentes que el sábado calculaban que las posibilidades de que no hiciera ningún anuncio estaban 70 a 30, ayer elegían la casilla de 'no sabe/no contesta' para hacer su apuesta de la jornada.

El debate sucesorio no fue objeto de análisis en los maitines que se celebran en la Moncloa los lunes, ni tampoco en la reunión de la Comisión Permanente del PSOE, pero siguió provocando movimientos internos y alimentando ríos de tinta.

Según un repaso hecho por Europa Press, son varias las federaciones desde las que ya se ha expresado el malestar y temor ante el horizonte de que el debate sucesorio perjudique a sus campañas electorales. La agencia cita en concreto a dirigentes de Cantabria, Castilla y León, Asturias, Andalucía, Aragón, Galicia, Murcia y Euskadi, además de Catalunya. 'Esto responde a intereses de unos u otros, no a los del partido', señaló uno de los consultados en referencia a quienes se han involucrado personalmente en la batalla por la sucesión.

A su vez, el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Pedro Castro, defendió que no es conveniente 'seguir propiciando esa situación sin que los máximos órganos del partido se definan'. 'El día 2 tendremos ocasión de reunirnos y ahí estudiaremos políticamente, no qué es lo que le interesa más al partido, sino lo que le interesa más a los españoles', indicó.

El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, dijo ayer que no volverá a hablar del tema porque 'todo lo que sea enfrascarnos en asuntos internos, nos podrá ocupar y preocupar a nosotros, pero a los ciudadanos les preocupa bastante poco'.

El de Balears, Francesc Antich, se mostró partidario de 'escuchar' al presidente, 'al cual le hemos dado la confianza' y ha realizado un 'gran trabajo'. 'La gente lo que espera de nosotros es que le resolvamos sus problemas', subrayó.

Y la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, que acompañó la carrera de Zapatero desde el año 2000, dijo que ni ha hablado ni hablará de este asunto, 'por respeto' al presidente.

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