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Los homosexuales latinos piden asilo en España

Las asociaciones destacan que se ha producido un gran incremento de solicitudes desde 2003

DANIEL AYLLÓN

España ya no es sólo un horizonte económico al que migrar para los latinoamericanos, sino también un referente en la defensa de los derechos de la comunidad LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales). Desde 2003 y tras la aprobación de la ley de 2005 que autoriza el matrimonio homosexual y la adopción, el número de solicitudes de asilo en España por condición sexual e identidad de género 'ha tenido un aumento brutal', según el responsable jurídico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Arsenio Cores.

En su oficina de Madrid han pasado de tener 'uno o dos casos' en 2003 a cerca de 30 en 2008, la mayoría de ellos de latinoamericanos. Y la situación se repite en las sedes de otras asociaciones de Bilbao, Sevilla o Barcelona. La referencia de estas organizaciones es el principal termómetro para medir el aumento de demandas porque no existe un balance oficial. La Administración no hace públicos los motivos de solicitud de asilo, por lo que la persecución por condición sexual o por identidad de género queda diluída entre las 6.946 solicitudes que hubo en 2007.

En 2007, sólo se concedió en España el asilo al 3,1% de los solicitantes

El responsable del equipo jurídico de asilo de CEAR en la Comunidad Valenciana, Jaume Durà, destaca su preocupación por 'el aumento de inadmisiones de solicitudes que se está produciendo antes, incluso, de plantear si la solicitud se va a tramitar o no'.

Aunque sobre el papel España cuenta con una de las legislaciones más garantistas del mundo para la comunidad LGTB residente, los solicitantes de asilo 'encuentran muchos problemas para obtener refugio', denuncia Durà.

La OMS eliminó la homosexualidad como enfermedad mental en 1991

De las 6.946 que resolvió Interior, tan sólo 204 personas (3,1%) obtuvieron el estatuto de refugiado. Otras 340 (4,9%) recibieron la protección complementaria a través del artículo 17.2 de la Ley de Asilo, que contempla una autorización de residencia y trabajo.

Las asociaciones piden seguir el modelo de Canadá o Brasil, cuyos filtros de asilo son menos restrictivos. 'La solicitud es una foto fija del momento y muchas veces es difícil probar lo que ocurrió en el país de origen', dice Cores.

En España, el género y la orientación sexual están protegidos por la Ley de Igualdad de 2007 y recogidos como causa de asilo desde diciembre en el Proyecto de Ley Reguladora del Derecho de Asilo y de la Protección Subsidiaria. Pero el colectivo reclama que cite expresamente la orientación sexual y la identidad de género como causa de asilo.

El proceso tiene tres fases antes de saber si se aceptará la solicitud de asilo: la presentación de la petición, el estudio de su admisión a trámite (dos meses) y la tramitación (la ley habla de seis meses, pero en la práctica tarda entre un año y medio y dos años). Durante este proceso se concede un permiso de residencia para el solicitante mientras se presentan las pruebas y se realizan las entrevistas para estudiar el caso. De este modo, se intentan evitar el fraude de utilizar esta vía como alternativa a los clásicos sistemas de migración.

El repunte de solicitudes de los últimos años no se debe a una nueva estrategia para burlar el control fronterizo ni al aumento de la represión contra el colectivo, aseguran las organizaciones del sector.

La justificación la cimentan en el fortalecimiento del tejido asociativo del colectivo en Latinoamérica, sus lazos con las organizaciones españolas y la difusión de los avances legislativos que ha tenido España en los últimos años.

Aunque ha aumentado el flujo de solicitudes de extranjeros de habla hispana, la situación en Latinoamérica no es la que más preocupa a los expertos. En 70 países, está prohibido mantener relaciones homosexuales por ley. Y en nueve de ellos puede castigarse con la pena de muerte.

Al margen de las normas legales, otro grupo de naciones considera que la orientación sexual distinta a la heterosexual es una enfermedad mental. Algo que choca con los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que eliminó la homosexualidad de su catálogo de enfermedades en 1991.

En África, además, se suman la invisibilidad del fenómeno en la zona subsahariana donde la homosexualidad es un tema tabú y la persecución en países islámicos.

El 95% de los refugiados que hay en el mundo residen en los estados fronterizos, pero en países como Nigeria o Sudán, donde se les pena con la muerte, los asilados por condición sexual deben recorrer miles de kilómetros para estar protegidos.

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