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El adalid del españolismo

UPyD llega a su I Congreso con su discurso más radical frente a los nacionalismos y las lenguas cooficiales. Rosa Díez aspira a refrendar su liderazgo entre acusaciones de 'autoritarismo'

IÑIGO ADURIZ

El 29 de septiembre de 2007, un grupo de personas que se decía 'progresista, constitucionalista y antinacionalista' fundaba un nuevo partido. Unión, Progreso y Democracia (UPyD) nacía con el objetivo de 'regenerar el sistema democrático' y superar el 'bipartidismo imperfecto' al que consideraron culpable de todos los males del país.

Dos años después, la organización liderada por Rosa Díez, ex socialista descontenta con las 'concesiones' del PSOE a los nacionalistas, profundiza precisamente en su españolismo, entendido este en su faceta más centralista. Esa 'radicalización' se refleja en las ponencias políticas aprobadas por el Consejo Político, que serán debatidas en el I Congreso de UPyD que se celebra el próximo fin de semana.

El partido no considera las lenguas un patrimonio cultural

El partido no sólo reafirma sino que agudiza la defensa de una de sus principales bazas. Entre otras medidas, el documento político propone borrar de la Constitución cualquier referencia a las distintas nacionalidades. Gorka Maneiro, único diputado de UPyD en el Parlamento Vasco, lo justifica. 'Consideramos que hay que llamar a las cosas por su nombre y en España no hay nacionalidades, sino comunidades autónomas con iguales derechos', apunta en declaraciones a Público.

En base a los mismos principios, UPyD pide eliminar de la Carta Magna la especial 'protección y respeto' a la pluralidad lingüística. La organización no quiere que las distintas lenguas se consideren un patrimonio cultural del Estado. Carlos Martínez Gorriarán, responsable de Comunicación del partido, lo tiene claro. 'Una protección adicional de las lenguas minoritarias va en contra de los derechos de los hablantes, y es retrógada', afirma.

Los críticos piden «recuperar el rumbo» y «salvar el proyecto de UPyD»

Respecto a la crisis económica, el discurso del partido españolista difiere del de la mayoría. UPyD sí cree necesario plantear un nuevo modelo productivo. Pero Gorriarán asegura que para que eso ocurra, 'es necesario un cambio en el sistema político'.

Por un lado, denuncia a este diario que partidos e instituciones 'se han servido hasta ahora de la burbuja inmobiliaria para su financiación, por lo que ahora deberán buscar alternativas'. Por otro, critica que los Presupuestos Generales 'inviertan más en hacer concesiones a las distintas comunidades' que en investigación y desarrollo.

El I Congreso de UPyD llega en el mejor momento de la formación. Las encuestas la sitúan como la tercera fuerza política en intención de voto y su portavoz es una de las líderes más valoradas por los españoles. El número de afiliados ha aumentado en dos años a más del doble y la organización ha conseguido representación en las Cortes, y en los parlamentos vasco y europeo .

'La inmensa mayoría de los afiliados admiran el trabajo que se ha hecho hasta ahora y tienen enormes expectativas'. Lo dice Juan Luis Fabo, responsable de organización del partido, que no oculta su satisfacción. Él asegura que la 'excelente acogida' de las iniciativas del partido ha hecho que las ponencias políticas se planteen en los mismos términos que en 2007.

Pero UPyD deberá hacer frente durante el cónclave a su primera crisis interna. En junio, 14 afiliados del partido fueron suspendidos de militancia por manifestarse públicamente contra la gestión de la actual dirección a través de un blog ajeno al partido. Acusaban a Rosa Díez de 'autoritaria' por no promulgar una mayor democracia interna en la organización.

Once de esos 14 ex militantes intentaron que se suspendiera el congreso del próximo fin de semana. Presentaron una demanda contra la dirección del partido que fue rechazada por una juez a la que acusaron de vulnerar la Constitución, la Ley de Partidos y los estatutos de la formación.

Idénticos argumentos provocaron que, en julio, más de treinta afiliados encabezados por Mikel Buesa uno de los fundadores del partido abandonaran UPyD molestos con la forma de actuar 'discrecional' de la dirección. Y de la misma opinión es un sector minoritario que sigue dentro del partido.

Este grupo de personas presentó, a principio de mes, una candidatura alternativa a la encabezada por Rosa Díez para el Congreso, del que saldrá una nueva dirección del partido. Valia Merino, líder de esa lista, espera que el cónclave sirva para 'recuperar el rumbo' y 'salvar el proyecto' de UPyD, 'desorientado por la falta de democracia interna' promulgada por la política vasca.

Las críticas 'entristecen' a Fabo, que es precisamente quien se encarga de gestionar la organización interna del partido. 'La esencia de la democracia está en la participación real y UPyD es un ejemplo extremo de la participación', insiste. Los resultados del Congreso lo dirán.

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