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El ADN delata al asesino de Pagaza siete años después

El perfil de Gurutz Agirresarobe coincide con el recogido en la escena del crimen

PEDRO ÁGUEDA

La Ertzaintza tachó hoy un asesinato de la lista de los 300 cometidos por ETA que aún están por resolver. Agentes de la policía autonómica detuvieron la madrugada del martes en Hernani a Gurutz Agirresarobe Pagola, acusado de ser el autor material de los cuatro disparos que acabaron el 8 de febrero de 2003 con la vida de Joseba Pagazaurtundua, sargento de la Policía Local de Andoain, ex ertzaina, afiliado a UGT e impulsor de la plataforma Basta Ya.

La base de datos que tiene la Unidad de Policía Científica guardaba desde hace siete años un perfil genético sin identificar que había sido recogido por sus especialistas en la escena del crimen. El asesino de Pagaza lo había dejado en un vaso poco antes de abandonar la barra del bar Daytona, en Andoain, para acercarse a la mesa donde todas las mañanas leía el periódico Pagaza. Le disparó cuatro tiros a bocajarro y huyó a la carrera. Según el relato de los testigos, el asesino había entrado en el bar poco después de que lo hiciera su víctima y se había acomodado en la barra, en un lugar libre entre otros dos clientes.

Ninguno de los perfiles que la Ertzaintza guardaba, recogidos en escenarios de kale borroka o en el lugar de otros atentados, coincidía con la muestra hallada en el vaso. Llegó la primavera, ETA asesinó a dos policías nacionales en Navarra y antes de que retomara los atentados en 2004, se produjeron los atentados yihadistas del 11-M. Los terroristas de ETA optaron por guardar las pistolas y sólo volvieron a asesinar para romper la tregua de 2006, en el atentado de Barajas. El crimen de Pagaza parecía destinado a no ser resuelto.

Tampoco los perfiles genéticos que han ido engordando la base de datos de la Ertzaintza en los últimos años casaban con aquel del bar Daytona. Sin embargo, el impulso que la nueva Unidad Antiterrorista, creada por el Gobierno del PSE, ha dado a las investigaciones de un grupo de asesinatos sin resolver desde hace años dio sus frutos hace cuatro meses. Los agentes llevaban tiempo centrándose en unos cuantos objetivos que podrían haber estado relacionados con el comando Donosti que operaba en tiempos del crimen de Pagazaurtundua. Hasta que un laborioso trabajo de recogida de muestras de ADN a los sospechosos dio un resultado coincidente en abril pasado, informaron a Público fuentes de la investigación. Toda la investigación ha estado supervisada por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska.

En la misma operación y también en Irún fue detenida Aitziber Ezkerra, novia de Agirresarobe cuando tuvo lugar el crimen y ya arrestada en octubre de 2003 por colaborar con aquel comando Donosti. El consejero de Interior, Rodolfo Ares, dijo hoy que los dos detenidos son legales, sin fichar, que actuaban como terroristas 'durmientes' y que llevaban una vida normal 'a la espera de una llamada' de ETA. De hecho, Agirresarobe tenía una nueva novia, un trabajo y jugaba en el Hernani Club Rugby Elkartea. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo que Vitoria y Madrid comparten una estrategia contra ETA, consistente en 'detener, detener y detener hasta que esto acabe.

Esta es la segunda gran operación de la Ertzaintza contra ETA desde el cambio de Gobierno. La anterior, con nueve detenidos, permitió resolver un atentado con coche-bomba contra la comisaría de Ondarroa. Los arrestos de hoy abren además una nueva línea de investigación del asesinato en 2002 del presidente del PP en Aragón, Manuel Giménez Abad, tiroteado con la misma pistola utilizada para acabar con la vida de Pagazaurtundua.

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