'Parece que el diario Público está obsesionado conmigo. ¿Por qué no investigan los sueldos de la Generalitat de Catalunya o del Ayuntamiento de Madrid, que allí son más altos?'. De esta forma reaccionó la presidenta de la Comunidad de Madrid cuando le preguntaron en Los Desayunos de TVE por la información que publica el diario sobre el sueldo de sus altos cargos. 

Aguirre intentó justificar que 91 de sus altos cargos cobren más sueldo que Zapatero afirmando que, sí, que el presidente cobra menos, pero 'tiene pagada la casa, el servicio, la comida, la luz... Es decir, que hay que tener en cuenta el sueldo en especie'. La presidenta también recordó que en Madrid los gastos de representación han sido suprimidos y apostó por la austeridad y la ortodoxia en el gasto público. 

Precisamente sobre la situación económica se centró la entrevista. El diagnóstico de Aguirre es claro y sencillo: 'Aquí se acabó la fiesta. Las administraciones públicas no podemos gastar más de lo que ingresamos. Las Comunidades Autónomas tenemos que afrontar servicios que son gratis total como la sanidad, la educación y los servicios sociales, que el caso de Madrid se lleva el 89% de nuestro presupuesto'.

'Tenemos que afrontar servicios que son gratis total como la sanidad, la educación y los servicios sociales'

Al hablar de la sanidad y la educación como 'servicios gratis total' a Aguirre se le preguntó si eso implicaba el fin del Estado de Bienestar tal como ahora lo conocemos. 'Lo que no se puede hacer es dilapidar el dinero público', dijo y puso como ejemplo de mal uso el Plan E, 'una solución keynesiana de abrir zanjas para luego cerrarlas. Si hay carteles que han costado más que las obras y encima hay órdenes para dejarlos expuestos hasta las elecciones autonómicas', afirmó Aguirre.

Aguirre insistió mucho en la ortodoxia económica, en no gastar más de lo que se ingresa: 'Con los ingresos de lo contribuyentes no podemos pagarlo todo, así que hay que decirles a los españoles que ya no somos un país rico, que o nos apretamos el cinturón o vamos por muy mal camino'.  Para Aguirre hay que recortar y dio algunos: eliminar la subvención a las energías renovables, o eliminar la subida del IVA: 'No son buenas medidas', aseveró.

Por eso, la presidenta dijo que apoya todas las decisiones del Gobierno que vayan por el buen camino. Entre esas medidas destaca el bajar el sueldo a los funcionarios. 'Los funcionarios y los pensionistas tienen garantizado su sueldo a fin de mes. Los 4,6 millones de parados, no, y tenemos que pensar en ellos'.

Una de las herramientas para combatir el paro es la reforma laboral, la cual es para Aguirre 'una reforma light pero va en la buena dirección'. ¿Contradictorio? No para Aguirre, para quien esta reforma se ha quedado corta: 'No liberaliza la contratación, que es lo que hay que facilitar y no el despido como hace ahora. Con el despido que teníamos se han ido al paro 800.000 personas'.

A Aguirre también le preguntaron sobre dos asuntos que publica este lunes el diario El País: la posible implicación en el caso Gürtel del nuevo alcalde de Boadilla y las nuevas revelaciones sobre el asunto del espionaje en la Comunidad de Madrid. Aguirre se refirió a los dos en un tono displicente, visiblemente incómoda cuando le preguntaban por algo que no le gustaba. 

Sobre Gürtel fue clara: 'No tomaré medidas por lo que diga un periódico. Otra cosa es que lo diga un juez. En el PP de madrid el que hace algo incorrecto sabe que está fuera'.

Aguirre no perdió la ocasión para insistir en una de las estrategias del PP e insinuar que las policías sigue órdenes del Gobierno: 'Hay muchos casos. hemos visto cómo laPolicía Judicial se reunía con el señor Garzón; el señoa Álvarez Cascos tiene demostradas otras muchas cuestones...', dijo enun tono un tanto enigmático.

Sobre el espionaje, redujo a una cuestión personal la información de El País en la que la ex secretaria de Esperanza Aguirre y ex mujer de Sergio Gamón, presunto jefe de los espías de Madrid, afirma que su ex marido ya espiaba a Alfredo Prada desde 2006 por órdenes de Ignacio Gonzálezm, número dos de la presidenta. 'Esta señora ha tenido un divorcio muy conflictivo y ya sabemos cómo son las declaraciones de los divorcios. Yo me he desayunado con esto, pero el señor González no ha ordenado espiar a nadie'.