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Un alcalde inmune a la corrupción

Juan Enciso, del Partido de Almería, regresa a su despacho en el Ayuntamiento de El Ejido tras permanecer ocho meses en prisión provisional acusado de cinco delitos

RAÚL BOCANEGRA

Hubo el martes fuegos artificiales en El Ejido para festejar el regreso de su emperador particular. Juan Enciso, el Chato, el alcalde que gobierna a su antojo desde 1991 el municipio almeriense, se sentó ayer de nuevo en el sillón de la alcaldía, al que retornó tras ocho meses en la cárcel acusado de corrupción.

Enciso protagoniza un caso insólito, quizás sólo comparable al de Jesús Gil y Gil en Marbella. Detenido de manera fulminante por la Policía Nacional, acusado de cinco delitos de corrupción, contra las cuerdas, Enciso ha decidido, en coherencia con su trayectoria de populismo llevado al extremo, encastillarse en la poltrona, negarlo todo y apelar una vez más al pueblo, ese que elección tras elección con cambio de partido incluido lo ha encumbrado, hecho sentir como un emperador. 'Ni dimito, ni dimitiré. Será el pueblo el que me tenga que quitar', dijo ayer.

El desfalco a las arcas públicas se cifra en 150 millones de euros

Sin embargo, si el pueblo no lo hace, muy probablemente lo hará la justicia. La investigación Jeudicial una parte del caso sigue bajo secreto de sumario revela que Enciso manejaba el ayuntamiento como si fuera su cortijo y que se embolsó grandes cantidades de dinero, que le enriquecieron y le ayudaron a financiar el partido (Partido de Almería, PAL) que montó a su imagen y semejanza en 2005 tras intentar el asalto a la cúpula del PP almeriense y fracasar. Que un funcionario no obedecía, sin problemas, le apretaba hasta que lo hacía. 'Ponía concejales porque no le quedaba más remdio', afirma un ex colaborador suyo. Que necesitaba efectivo, no pasaba nada, llamaba a uno de los empresarios implicados en la trama y se lo pedía: 'Oye, ¿es que no has preparado nada de dinero?'. En esa ocasión, grabada por la policía, recibió 8.000 euros.

La trama corrupta estaba presuntamente dominada por un cerebro, un Roca de El Ejido. Se dibuja detrás de Enciso, el perfil del interventor municipal, José Alemán, aún en prisión preventiva, como el muñidor del desfalco. El responsable de tener en orden las cuentas municipales, un hombre de familia bien de Almería, educado y jaranero, fue presuntamente el ideólogo.

Se pagaron 2.100 euros por reparar una baldosa y 3.000 por una bombilla

La trama operaba a través de la empresa privatizada Elsur, que manejaba el 40% del presupuesto municipal. Esta compañía pagaba o bien facturas infladas hasta la caricatura (2.100 euros por reparar una baldosa, 3.000 euros por cambiar una bombilla) o bien falsas, sobre todo, a los empresarios Juan Antonio Galán y José Amate. Anticorrupción fijó en 39 millones la cantidad que facturó Galán a Elsur por trabajos 'presuntamente inexistentes'. Estos, luego pagaban, supuestamente, al alcalde y al interventor. La deuda del Ayuntamiento de El Ejido (84.227 habitantes), asciende ahora a 222 millones.

Así lo resumió el empresario Amate, el único implicado en la trama que permanece en prisión preventiva junto al interventor Alemán: 'El alcalde es un golfo. Es el director de orquesta. Debe ser el jefe de Pepe Alemán, va a medias con él en todo. Creía que no, pero se lo comenté una vez y se calló'.

Tanto Enciso como Alemán dieron que hablar en El Ejido. Alemán obtuvo una exclusiva tarjeta Centurión de American Express, que utilizaba para vivir a todo trapo: probaba coches de lujo, viajaba a París a ver partidos de tenis, comía con frecuencia en restaurantes con estrellas Michelin. Las aficiones del Chato eran diferentes. Tenía un cortijo en las estribaciones de Sierra Nevada, al que acudía los fines de semana, y se aficionó a cultivar viñedos.

Los ocho meses en prisión, varios junto a un inmigrante marroquí, le han dejado más delgado, pero su populismo sigue en pie. Es recordada su frase tras los sucesos racistas de 2000: 'A las ocho de la mañana todos los inmigrantes son pocos, a las ocho de la tarde sobran todos'. Ahora ha vuelto. IU y PP le exigieron ayer que dimita y que el Gobierno disuelva el ayuntamiento. El PSOE no quiere disolverlo, pero sí que se vaya 'por dignidad'. Ya ha respondido.

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