Este artículo se publicó hace 13 años.
Amnistía Internacional advierte "sombras" en la política exterior española
Critica el "falso dilema" entre intereses económicos y derechos humanos
Tras el análisis de la política exterior del Gobierno esta legislatura, Amnistía Internacional (AI) España presentó ayer sus conclusiones en el informe Voces contra el olvido, donde resalta las luces y las sombras de la acción del Ejecutivo. Aunque se han producido avances, como la aprobación del Plan Nacional de Derechos Humanos en 2008, lo cierto es que estos "continúan sin ser un interés nacional del Gobierno", resaltó el director de la organización, Esteban Beltrán.
Esta es una de las primeras conclusiones que extrae AI. Esto se aprecia especialmente en las relaciones bilaterales con China, la Federación Rusa, Colombia, Marruecos o Guinea Ecuatorial. Según Beltrán, "en estos países el Gobierno ha tenido una actuación tímida en materia de derechos humanos, ha guardado silencio muchas veces o ha mirado hacia otro lado". Actitud que contrasta con el creciente interés que estos países tienen para España. La acción exterior española se debate en el falso dilema entre intereses económicos y derechos humanos, sostiene el informe. La ecuación, apuntó Beltrán, es: a mayor interés económico menos se habla de derechos humanos.
El informe destaca avances como el Plan Nacional aprobado en 2008
Siguiendo con las fórmulas matemáticas, Beltrán enunció otra más referida a los países del norte de África y Oriente Próximo, donde en las últimas décadas este tema no ha sido relevante ni para España ni para la UE pese a los tratados de amistad y cooperación: "Estabilidad es igual a derechos humanos", subrayó, poniendo de relieve que la oleada democratizadora que recorre la región tiene que representar una oportunidad para que los gobiernos apliquen esa ecuación.
Cara y cruz exteriorLa ambivalencia de la acción del Ejecutivo se condensa en varias contradicciones, según AI. La semana pasada, España anunciaba la puesta en funcionamiento de dos corredores humanitarios en Libia para ayudar a la población. Sin embargo, destacó Beltrán, "no ha asumido ninguna responsabilidad sobre los refugiados" en Lampedusa (Italia).
"Estabilidad es igual a derechos humanos" defiende el director de AI
Las condenas sobre la falta de respeto a los derechos humanos que se han lanzado en relación a los acontecimientos en Bahrein o Yemen, señaló el director de AI, contrastan con las "declaraciones condescendientes como en el caso de Marruecos o Siria". Iniciado el proceso revolucionario en el Magreb, la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, defendió que el reino alauí no se vería afectado por ese movimiento dado su "proceso de apertura democrática". En su reciente gira por Oriente Próximo, la jefa de la diplomacia se reunió con el presidente Bashar al Asad, antes de que comenzasen las revueltas en las calles. No trascendió ninguna conversación sobre derechos humanos en el país.
La investigadora de Amnistía Internacional Ángela Iranzo puso de relieve que en los encuentros oficiales de España en países como Colombia, China o México no hay "constancia" de que hayan sido abordados" estos temas. Y si bien resaltó el "gran paso" que ha supuesto la aprobación del nuevo Plan de Derechos humanos en 2008, subrayó el "notable desequilibrio entre cómo se defienden los derechos humanos en los foros multilaterales y cómo se traslada a las relaciones bilaterales con terceros países".
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