Entraron encogidos y salieron con 'un subidón'. El juicio de la bancada socialista sobre el quinto gran duelo parlamentario entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición, lo sintetizó desde su escaño Fernando Moraleda, ex secretario de Estado de Comunicación: '¡Otro año, Mariano!'

Entre los socialistas era ayer unánime el criterio de que Rajoy perdió el miércoles, 'de forma incomprensible, su última oportunidad de la legislatura'. Con una oposición articulada sobre la idea de que Zapatero 'es el problema', en las filas gubernamentales había cierta perplejidad por el broche que le puso pidiendo un adelanto electoral en lugar de anunciar una moción de censura. Aunque no la pueda ganar por falta de apoyos, con el simple anuncio habría 'reventado el debate' y se habría convertido en el protagonista absoluto no sólo el miércoles, sino también ayer y la próxima semana. El año que viene ya será, a juicio de los socialistas, 'demasiado tarde' tras los comicios locales y autonómicos.

El desfondamiento de Mariano Rajoy corrió paralelo a la revitalización de José Luis Rodríguez Zapatero, quien alivió los temores que habían cundido entre los suyos. 'Hemos salvado el momento más delicado. Después de varios meses de incertidumbre, hay un discurso y una hoja de ruta. El mensaje de que las reformas son necesarias para garantizar el Estado del bienestar que siempre hemos defendido era fundamental. Y, además, el presidente ha demostrado que está peleón, con ganas y con iniciativa', resumía un destacado dirigente socialista.