Este artículo se publicó hace 17 años.
"Todo apunta a que ETA intentará condicionar las elecciones"
Confiado en el archivo de la causa contra él, su compañero Rodolfo Ares y Juan José Ibarretxe por reunirse con Batasuna, Patxi López analiza la actualidad y el panorama preelectoral
El líder de los socialistas vascos, Patxi López, se encuentra más tranquilo tras conocer la resolución del Supremo sobre el caso Botín, que pone en valor el argumento esgrimido por su defensa para pedir el archivo la causa abierta contra él, su compañero Rodolfo Ares y el lehendakari Ibarretxe por reunirse con Batasuna. “Esperemos que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco la aplique”, dice en esta entrevista, en la que analiza también la renovación de la dirección del PNV, el horizonte abierto tras el atentado de ETA en Francia, y la situación política actual ante la proximidad de las elecciones: “La política del PP de tierra quemada, de cuanto peor mejor, es mala para el país. Es un error enorme que acabará pagando en las urnas”.
¿Cree que la sentencia del Tribunal Supremo sobre el caso Botín servirá para evitar finalmente el juicio por haberse reunido con Batasuna?
Esperemos que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco la aplique, aunque otras sentencias y autos que ya existían antes no los ha tenido en cuenta para sobreseer esta causa. Pensamos que, tal como habíamos dicho desde el principio, esto va a quedar en nada porque no hay nada detrás. Lo de la Fiscalía es mucho más sintomático en el sentido de que está para acusar y no acusaba, porque no veía ningún indicio ni nada punible en el encuentro que mantuvimos con representantes de la izquierda abertzale. Todo lo contrario, tal y como dijo el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, ahí lo que hubo fue un intento de ayudar en el camino de la paz y, por lo tanto, intentar que un mundo que había vivido hasta ese momento al margen del sistema se integrara en democracia. Y ése siempre es un ejercicio muy noble en democracia.
¿La resolución del Supremo puede entenderse en el TSJPV como un varapalo a su doctrina?
Eso lo tienen que decir los jueces. Yo no voy a jugar a enfrentar a unos jueces con otros, sino a poner en valor lo que tiene que ser la justicia en este país: independiente para aplicar las leyes como son y no como conviene.
El nuevo presidente del PNV, Iñigo Urkullu, dijo tras su nombramiento que defenderá con “firmeza” la propuesta del lehendakari y que el derecho a decidir tiene cabida en la Constitución. ¿Cree que en tales términos el Gobierno tiene margen para negociar con Ibarretxe?
Iñigo hizo un discurso muy de componenda, reflejando la situación actual del PNV, que es un partido dividido en dos posiciones políticas: la que ha optado por la radicalidad y quiere acumular fuerzas nacionalistas para imponer un modelo de país al conjunto de la sociedad vasca, y el PNV que busca el entendimiento para hacer el país entre las distintas formas de entenderlo. Por eso, en su discurso había una de cal y otra de arena. Yo me quedo con la parte positiva, en la que decía que su planteamiento no era para dividir, sino para sumar las diferentes sensibilidades del país y que no tiene intención de saltarse nuestro ordenamiento a la torera, como algunos han pretendido desde su propio partido. Pero, un discurso se va a quedar ahí, y tendremos que ver el recorrido político del PNV a partir de ahora. Ya lo valoraremos.
Pero, ¿qué espera usted de Urkullu?
Es necesario para el País Vasco un partido nacionalista vasco serio que entienda la diversidad de las formas de sentirse vasco y que intente sumar y no dividir con propuestas que marginen a una parte de la ciudadanía. Si el PNV va por esos derroteros, posiblemente podremos encontrarnos. Yo espero que Iñigo sea capaz de canalizar ese PNV serio que existe, pero habrá que verlo. No depende a veces tanto de las personas como de las voluntades de un colectivo.
El PNV pone como condición inequívoca para hacer política en común con la izquierda abertzale su rechazo a ETA. ¿Confía en la declaración o esperará a hechos consumados?
En esto Iñigo será, y confío en que sea, tan contundente como lo fue Josu Jon Imaz, al manifestar un rechazo absoluto a aquellos que todavía avalan la violencia para obtener objetivos políticos. Confío en que el PNV en eso va a ser muy contundente.
¿Ha marcado ETA un punto de inflexión con el atentado de Capbreton en Francia?
Lo que es evidente son los hechos. No sé si es un salto cualitativo o vuelve a hacer lo único que sabe hacer: cometer asesinatos, extorsionar y amenazar al conjunto de la ciudadanía democrática, tanto de España como de Francia.
¿Espera que Francia endurezca más la vigilancia y control sobre ETA?
Es que la colaboración de Francia ha sido fundamental en la lucha antiterrorista, y yo creo que en este momento es muy buena. No sé si se podrá mejorar. No podemos tener ninguna queja de la complicidad entre España y Francia para perseguir a la banda terrorista.
Sin embargo, el consejero vasco de Interior, Javier Balza, advirtió tras este atentado de que ETA no es un problema de Euskadi, sino de toda Europa.
Pero es que lo ha sido siempre. Otra cosa es que haya habido un clima en algunos países europeos en los que no se ha considerado un asunto propio. Pero, claro, ETA es el último reducto de una banda terrorista que existe dentro de las fronteras europeas y, por lo tanto, se convierte en un problema para la libertad del conjunto de la Unión Europea. Y todos deberíamos actuar en consecuencia a esto. Cuando a veces en algunos medios de comunicación de estos países, en vez de llamar a ETA la banda terrorista, se habla de grupo indenpendentista, rodeándolo de un cierto romanticismo, pues hacen mucho daño a la propia lucha antiterrorista. Porque una de las piezas fundamentales es su deslegitimación. Y lo primero que hay que decir en Euskadi, España y Europa es que ETA es una banda que sólo sabe cometer asesinatos. Y esto es algo que debería quedar muy claro en la Unión Europea y que toda la Unión Europea se implique en ello.
¿Teme que la banda intente condicionar el proceso para las elecciones de marzo?
Tememos que ETA seguirá intentando atentar, asesinar y estar presente en la campaña electoral, como lo ha hecho a lo largo de toda su historia. Uno no puede bajar la guardia ni un solo día. El Estado de Derecho debe estar día a día combatiéndola con todos los instrumentos a su alcance. Es evidente que todo apunta a que ETA lo intentará.
¿Por qué cree que la AVT ha asumido un papel tan protagonista ahora contra la política antiterrorista del Gobierno?
Creo que durante estos cuatro años, ¿no? Ahora es más evidente porque hasta tiene ciertas diferencias e, incluso, no sé si enfrentamientos con el PP. La AVT ha sido muy alimentada por el PP, que ha utilizado durante estos cuatro años de gobierno socialista la lucha antiterrorista como un instrumento para atacar al Gobierno y al partido de José Luis Rodríguez Zapatero, lo cual me parece una irresponsabilidad absoluta porque la lucha antiterrorista nunca se había utilizado y nunca debería utilizarse en la confrontación partidaria. Un asunto de Estado necesita la unidad de todos. El PP ha llegado a excitar el comportamiento de gentes que estos días, en lugar de salir a las manifestaciones en contra de ETA, lo han hecho en contra del Gobierno o cargos socialistas.
¿A qué atribuye que el PP vasco lance críticas tan duras contra el PSE como contra el PNV?
Y, en ocasiones, nos sitúa en el mismo plano del abertzalismo radical o de la propia ETA. Creo que el PP del País Vasco ha sido la punta de lanza de esa estrategia irresponsable que comentaba en el conjunto de España. Algunos dirigentes del PP han traspasado todas las líneas rojas de la decencia política. Nos han acusado a los socialistas de todo, simplemente porque hemos intentado buscar la paz y acabar con la violencia en este país. Nos han acusado de rendirnos ante los terroristas, de traicionar a las víctimas, de necesitar a ETA para nuestro proyecto... No vale todo en política. Y este tipo de cosas que hemos oído de boca de dirigentes del PP vasco no lo vamos a olvidar fácilmente. Esta política del PP de tierra quemada, de cuanto peor mejor, será buena para ellos, que creo que tampoco, pero desde luego es mala para el país. Es un error enorme del PP que, estoy convencido, acabará pagando en las urnas.
Habrá elecciones generales en marzo, pero todo apunta que también habrá en Euskadi en otoño. ¿Qué imagen va a dar el PSE a partir de ahora para presentarse como la alternativa a tres décadas de gobiernos del PNV?
Somos la alternativa en Euskadi. Primero, hay unas elecciones generales, que estoy seguro vamos a ganar en Euskadi en número de votos. En estos momentos, ocupamos la centralidad de la política vasca, en el sentido de que hay una propuesta de Ibarretxe, que es nacionalista, radical y rancia que quiere volver al pasado de los bloques enfrentados; y en el otro extremo, está el PP, que juega al 'no', a la bronca permanente de no aportar ni una sola propuesta en positivo para este país. Y ocupando esa centralidad, el partido socialista busca el entendimiento para hacer país, pero a la vez se responsabiliza de dar solución a los problemas de los ciudadanos. Nosotros, cuando aprobamos los presupuestos del Gobierno vasco, de una Diputación, no lo hacemos por no sé qué razones. Es una forma de obligar al Gobierno de turno a que oriente su política a la resolución de nuestros problemas con la Sanidad, la Educación, vivienda, infraestructuras... El PSE ha demostrado que es capaz de responsabilizarse del país, y eso lo va a entender la ciudadanía vasca y se reflejará en las urnas.
Tras la ruptura de la tregua el poder judicial ha cobrado mayor protagonismo, primero con la detención de la Mesa Nacional de Batasuna y ahora con el macroproceso 18/98. En contra, han surgido iniciativas ciudadanas que denuncian el uso de la Justicia. ¿Se va en la buena dirección?
Aquí la Justicia lo que tiene que hacer, como en cualquier país democrático, es aplicar la legalidad y evitar en base a esa legalidad que en este país haya formaciones políticas y otro tipo de grupos que sean una tapadera para dar cobertura política, buscar financiación ilegal y lograr respaldo social para una banda terrorista. Este es un objetivo que todos deberíamos compartir, y no jugar a intentar engañar con este asunto. En este país, no se persiguen ni las ideas, ni las ideologías. De hecho, en el Parlamento vasco hay cuatro formaciones políticas que defienden abiertamente la independencia.
La Ley de Partidos no contempla que no condenar la violencia, como en el caso de ANV, sea razón para ilegalizar a un partido, pero parece que se avanza hacia ello.
La no condena de la violencia no es un requisito legal, es un requisito ético y moral en la política. Luego me echan muchas broncas cuando digo esto, pero cualquiera que lea la Ley de Partidos no encontrará la no condena como una de las causas para la ilegalización. A eso aluden quienes quieren que se ilegalice ANV por encima de la propia Ley, de cualquier manera. Mientras que yo lo que he visto en el Gobierno es que no se puede ilegalizar por no condenas o indicios, sino por pruebas y hechos constatables, como que efectivamente ANV sea sucesora de Batasuna, una formación ilegalizada, o que siga los dictados de ETA y no los planteamientos políticos que aparecen en sus estatutos. Y sobre eso, lo que hay que hacer es conseguir pruebas para que los jueces dictaminen, pero no aplicar leyes por impulsos políticos que luego te pueden dejar en ridículo.
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