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Argentina reaviva las denuncias contra Barajas

La prensa denuncia nuevas irregularidades en la sala de inadmitidos de Madrid

DANIEL AYLLÓN

Malos tratos, vejaciones, expulsiones arbitrarias, retenciones de más de 72 horas, falta de higiene y mala alimentación... El termómetro de denuncias de la sala de inadmitidos del aeropuerto de Barajas vuelve a calentarse tras la publicación de varias informaciones en la prensa argentina que denuncian expulsiones “injustas y arbitrarias” en la frontera aeroportuaria madrileña.

Las quejas de los viajeros que han llegado a los medios de comunicación y foros de Internet siguen el mismo camino que recorrieron en marzo decenas de brasileños y que desembocó en una crisis diplomática con el Gobierno español.

El endurecimiento de los controles de frontera de los aeropuertos españoles ha provocado un importante ascenso en el número de expulsiones en 2008. En el caso de los argentinos se rechaza la entrada de entre 15 y 20 personas cada día (en 2007 la media era de uno o dos casos), según el diario Clarín, líder informativo de este país. El año pasado hubo 600 inadmisiones entre las 200.000 solicitudes de entrada.

Humillaciones

“Esto es grave pero no es lo peor. Tenemos denuncias de todo tipo de humillaciones y malos tratos. A los compatriotas rechazados se los aloja en unas instalaciones precarias. Es una especie de Guantánamo ligth”, denuncia Daniel Arcos, de la Casa Argentina en Barcelona.

Pero entre los argentinos también hay diferencias. Los que tienen pasaportes europeos cuentan con más facilidades para cruzar la frontera aeroportuaria si el documento es italiano, que si es de cualquier otro país comunitario, informa el diario. Los de origen polaco, por ejemplo, son potencialmente más sospechosos de haber sido falsificados. El criterio es arbitrario, denuncia el presidente de la Casa Argentina en Barcelona, Diego Arcos.

Para canalizar las denuncias, las autoridades argentinas han creado un centro de atención de denuncias para inmigrantes que funciona 24 horas al día y está preparando un sistema de cobro revertido desde el extranjero para los casos más urgentes.

Para entrar en Argentina, un español debe de rellenar un breve formulario y presentar su pasaporte. Pero la entrada en España es más complicada: un argentino tiene que acreditar, entre otras cosas, solvencia económica (540 euros para ocho días, más 60 por cada día extra), una carta de invitación de un residente o un documento que acredite el
alojamiento.

El incumplimiento de algún requisito es motivo de expulsión, pero su puesta en práctica es arbitraria. Público tuvo acceso hace tres meses a una circular de las Secretarías de Estado para Iberoamérica, de Seguridad y de Emigración e Inmigración en la que ordenaban no exigir medios económicos a los viajeros de México y Chile, debido a que “vista la presión migratoria, no se hacía necesario mantener dicho control”.

Niña expulsada

Por otra parte, la orden de expulsión de España en los últimos días para una niña argentina de siete años por no presentar sus padres un contrato de alquiler y los recibos salariales no ha ayudado a relajar la tensión. Eduardo Escudero, el padre, asegura haber presentado los recibos y que nunca le habían reclamado el alquiler. “Además, mi mujer recibió la renovación de su permiso de residencia pocos días antes de que mi hija recibiera la orden de expulsión. Parecía una burla”, sentenció.

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