La plana mayor del PNV, del presente y del pasado, compareció ayer como testigo ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón para tratar de exculpar a su compañero de la ejecutiva nacional del partido Gorka Agirre, imputado por colaboración con banda armada bajo la acusación de haber mediado en el pago del impuesto revolucionario.

El primero en llegar a la Audiencia y comparecer ante el juez Garzón fue el ex presidente del PNV, Xabier Arzalluz. Ya sabía el camino: fue testigo hace dos años ante el juez Fernando Grande-Marlaska, cuando instruía el caso del bar Faisán, relacionado con el aparato de extorsión de ETA. Marlaska entonces sustituía a Garzón al frente del Juzgado Central de Instrucción número 5.

Arzalluz explicó que el PNV necesitaba saber cuáles eran las ideas y objetivos de ETA, para lo que Gorka Agirre era el hombre ideal porque, al residir en la localidad francesa de San Juan de Luz, conocía a varias generaciones de etarras.

'De tanto ir y venir, de tanto estar con esa gente, la Policía pensaba que era de ellos', señaló el presidente del PNV para explicar su imputación. Agregó que Agirre revisaba ciertas cartas de extorsión recibidas para verificar si eran realmente de ETA.

Expulsión del partido

'Le conozco hasta la marca del calzoncillo', aseguró Arzalluz con el objetivo de negar tajantemente que hubiera 'intermediado nunca para ETA'. Aseguró que el afiliado al partido que paga a la banda terrorista es expulsado y recordó la última vez que, según él, el PNV intermedió en un secuestro.

Se remitió a 1976, cuando la familia de Ángel Berazadi pidió ayuda al partido. Arzalluz dijo que cuatro miembros del PNV se reunieron con varios polimilis para exigirles la liberación en 24 horas y sin pagar rescate. La familia recibió el aviso de que PNV significaba la muerte y Berazadi fue asesinado.

Una aberración

Al testimonio de Arzalluz, le siguieron los del actual presidente del PNV, Iñigo Urkullu; el responsable del partido en Guipúzcoa, Joseba Egibar; el parlamentario vasco José Antonio Rubalkaba, el miembro de la Ejecutiva del PNV José María Zalbidegoitia y la abogada Arantza
Isasmendi.

Urkullu declaró a los medios que la situación de Agirre, en libertad bajo fianza de 12.000 euros, le 'parece una aberración y una barbaridad' porque 'ha estado buena parte de su vida exiliado y es miembro de la Ejecutiva nacional del PNV'. Hizo hincapié en que la acusación 'no se sostiene' y se declaró convencido de su inocencia.

Hoy declarará el dueño del bar Faisán, Joseba Elosua.