Este artículo se publicó hace 14 años.
Ascó dice sí al almacén nuclear pese a la presión
El pleno aprueba su candidatura con los votos a favor de los ediles de CIU y PSE. Montilla mostrará al Gobierno central su oposición
Ni centenares de personas convocadas por la Coordinadora Anticementerio Nuclear repartiendo a la entrada del edificio consistorial fotocopias de billetes de 500 euros con un reverso donde se leía: "¿Cuál es vuestro precio?". Ni el rechazo de última hora del president de la Generalitat, José Montilla. Ni el encierro de cargos electos en el Consell Comarcal de la Ribera dEbre. Nada modificó el guión previsto y Ascó (Tarragona) aprobó en la mañana de ayer, en un tenso pleno municipal y con los votos de CiU y el PSC, presentar candidatura a albergar el denominado Almacén Temporal Centralizado (ATC); es decir, un cementerio nuclear.
A los cuatro concejales convergentes, liderados por el alcalde, Rafael Vidal, se sumó el socialista que les proporciona la mayoría absoluta y otros dos independientes. Y eso a pesar de que el jefe de filas de estos últimos, Antonio Casanova, junto a otra edil del mismo grupo, votaron en contra de la propuesta por estimar que los concejales no estaban "legitimados para tomar esta decisión" y que "se debería haber permitido votar al pueblo".
El alcalde dice que la zona carece de "modelo económico alternativo"
Esta posibilidad, según explicó el alcalde, fue "rechazada por recomendación del equipo técnico de la AMAC [Asociación de Municipios en Áreas con Centrales Nucleares]". Precisamente, la asamblea general de este organismo, convocada hoy en Madrid, apoyará a Ascó como sede, una candidatura que tiene muchos números para ser la escogida: cuenta con tres reactores en su área de influencia y tiene los terrenos comprados desde hace ya dos mandatos municipales junto al polígono industrial que acoge la central nuclear.
Estéril presión de CiUEl alcalde, sin inmutarse lo más mínimo por la amenaza de CiU de suspenderlo de militancia, justificó su decisión por la necesidad de labrar un futuro económico posterior a un hipotético cierre de la central nuclear y por el "nulo riesgo que supone el Almacén Temporal Centralizado". "La ejecutiva de mi partido dijo hará lo que tenga que hacer, pero primero están los intereses del pueblo". Según Vidal, "Ascó y su entorno tienen un único punto fuerte para el desarrollo, la industria nuclear", y lamentó que "las administraciones no han facilitado para la zona ningún modelo económico alternativo".
La localidad sería la favorita a la planta pese a la oposición del Parlament
Fue el epílogo de una jornada que comenzó con la escenografía de partido de fútbol de alto riesgo: un cartel a la entrada del consistorio impedía acceder al interior con "objetos contundentes ni pancartas de una medida superior a A-3". De la abarrotada sala de plenos se retiraron los extintores y entre el público había partidarios del sí, algunos de ellos empleados de la central nuclear, y detractores de la planta, en su mayoría de fuera del pueblo. Entre unos y otros, agentes de los Mossos de paisano.
A las puertas del consistorio, la Coordinadora Anticementerio organizó un entierro con coronas de flores y esquelas clamando por la defunción de la comarca. Su portavoz, Sergi Saladié, no daba el brazo a torcer: "Estudiamos demandar al Estado por no haber garantizado el consenso y por haber vulnerado los derechos de participación ciudadana en esta cuestión", dijo.
Montilla prepara su respuestaEl presidente de la Generalitat, José Montilla, transmitirá por escrito al ministro de Industria, Miguel Sebastián, el rechazo del Govern a la candidatura de Ascó. Según explicó el vicepresidente Josep-Lluís Carod-Rovira, el Govern no recurrirá la decisión del ayuntamiento por respeto a "la autonomía municipal", aunque utilizará "todos los mecanismos legales" para evitar acoger una infraestructura que afecta "al conjunto de Catalunya".
Uno de estos instrumentos podría venir del Consell Comarcal de la Ribera dEbre, que estudia impugnar la votación por incompatibilidad de cuatro ediles de Ascó que tienen relación laboral directa, o a través de sus familiares, con la central nuclear de Ascó.
Convergència, por su parte, manifestó ayer "comprender" a sus concejales en la localidad y retrasó al lunes la decisión de expedientarlos.
El PSC, tras su prolongado silencio y su choque interno, anunció ayer que votará contra el almacén en el Parlament, algo que no hizo en 2008. A pesar de estas posturas, la pelota ya está en otro tejado.
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